El ministro de Desarrollo Social de la Nación, Daniel Arroyo, pidió a legisladores nacionales por Salta trabajar con los sectores productivos marginales o de baja escala para que les llegue el impacto económico que insertarán las Tarjetas Alimentar, de 300 millones de pesos mensuales en Salta, en el marco del Plan Argentina contra el Hambre.
La tarea implica reconstruir las instituciones de la agricultura familiar que fueron desmanteladas durante el macrismo. Hace cuatro años, antes de que el cambio de gestión fuera en un rumbo distinto, se habían empezado a desarrollar espacios de comercialización.
Ferias semanales, quincenales, mensuales o incluso en algunos casos que se hacían de manera anual, generaron en los pequeños productores la posibilidad de comercializar sus productos sin intermediarios, que compran a menor costo y lo venden a un alto precio final. La relación productor-consumidor que permitían los espacios de comercialización destinados a la agricultura familiar implicaba además poder acceder a alimentos orgánicos y de calidad.
“Una de las cosas claves a marcar es que se eliminó el Monotributo Social Agropecuario (MSA)”, dijo Ana Herrera. La ingeniera agrónoma con trayectoria en el desarrollo rural era referente del área de comercialización de la Secretaría de Agricultura Familiar (SAF), en Salta. Está entre los 23 despedidos por la gestión del macrismo que aún esperan su reincorporación en la provincia.
La técnica, que se desempeñó en territorio, afirmó que es necesario reinstrumentar un programa de apoyo para que la pequeña producción se fortalezca y se formalice. Esto involucra la posibilidad de acceder a un posnet con el consiguiente financiamiento. Es preciso además mejorar la infraestructura de las ferias y cubrir la demanda. “Sería un círculo virtuoso porque no solo sería la agricultura familiar para apoyar esta política de hambre cero, sino también para conseguir más ingresos para el sector que produce”, estimó Herrera.
Recordó que uno de los programas que se discontinuó una vez asumido el macrismo fue “La Nación cerca tuyo”, que era el campo en la ciudad con productos a precios justos. En ese proceso estaban los trabajadores cuando el 43 por ciento de ellos fue despedido en Salta. “Las ferias quedaron con muy poco apoyo y los demás sectores incipientes también quedaron sin asistencia”.
Las consecuencias se vieron, por ejemplo, en la suspensión del proceso de mejoramiento de ganado vacuno que se venía haciendo en el departamento Rivadavia con algunas organizaciones de pequeños productores. A través de los remates, las familias campesinas podían obtener mayores recursos para mejorar sus animales y venderlos a mayor valor. Con el macrismo, los pequeños productores de la zona más vulnerable de Salta según los altos índices de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI), quedaron sin amparo, pues los únicos técnicos que trabajaban en el territorio fueron despedidos.
“La situación que nos quedó en estos cuatro años es la devastación del Estado, el productor que precisa combustibles, u otros insumos debe pagar productos que están dolarizados, cuando los precios de su producción están en pesos”, dijo el delegado de ATE Agricultura Verde y Blanca de Jujuy, Esteban Coronel. “Lo que había hasta 2015 fue un acompañamiento estatal para sostener la asistencia técnica, el acceso de recurso de promoción, y la sostenibilidad de recursos al pequeño productor”, añadió.
Coronel explicó que “el problema del hambre no es solamente la incapacidad de los sectores populares de poder comprar, sino también la devastación en la capacidad de producción” de los sectores más chicos. Afirmó que si no existe un cantidad suficiente de producción para abastecer al consumo que impulsará la instrumentación de la Tarjeta Alimentar “se va a generar pronto un cuello de botella”.
Al igual que Herrera, entendió que la única manera de recuperar y maximizar la capacidad de producción es con la reincorporación de los técnicos y la posibilidad de contar con las herramientas necesarias para estar en el territorio. Una de ellas es, por ejemplo, el parque automotor de la SAF para poder recorrerlos. Ambos apuntaron también a los aspectos que tienen que ver con dar valor agregado a la producción, algo que se mostró en las ferias hasta 2015.
Reunión con gremios
La semana que pasó gremialistas de distintas líneas de ATE se reunieron (por separado), con los nuevos funcionarios a cargo de la Secretaría de Agricultura Familiar (SAF), encabezada a nivel nacional por Miguel Gómez. En ambos casos los referentes gremiales solicitaron la reincorporación en forma urgente de la totalidad de las personas despedidas de la SAF. Los referentes gremiales de cada una de las provincias realizaron una exposición en cuanto a cantidad despedidos, quiénes se encuentran en funciones, cobertura territorial y situación en la que se encuentra cada delegación en cuanto a capacidad operativa. También se enumeraron las acciones que se fueron realizando, en la mayoría de los casos con recursos propios, para poder seguir asistiendo y acompañando al sector.
Se indicó que Gómez reconoció la necesidad de las reincorporaciones en tanto los trabajadores que esperan ser reinstalados “son fundamentales para la implementación de las políticas públicas que el sector requiere, valorando el conocimiento y la experiencia con la que se cuenta así como la inserción en el interior profundo”, sostiene uno de los comunicados.
Gómez destacó que es un pedido que viene realizando desde que asumió ya que se necesita que rápidamente la Secretaría vuelva a tener un funcionamiento pleno para trabajar cuanto antes, dado que la situación de los agricultores familiares es crítica.