El presidente Donald Trump firmó esta mañana un nuevo decreto antiinmigratorio, después de su fallido intento por prohibir la entrada a los Estados Unidos de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana. Después del revés que sufrió en la Justicia, que impidió la ejecución de la iniciativa, esta nueva orden ejecutiva exime a los residentes y titulares de visas, elimina los privilegios para los cristianos y excluye a Irak de la lista de países afectados.
La Casa blanca confirmó hoy que el nuevo veto, que entrará en vigor el 16 de marzo, sustituirá al polémico veto emitido el 27 de enero bloqueado por una decisión judicial. La principal modificación es que sólo incluirá a los ciudadanos de Irán, Somalía, Yemen, Siria, Libia y Sudán. La administración Trump intentó hacerlo ver como un mero trámite administrativo, no hubo una conferencia de prensa ni el presidente tuiteó al respecto como suele hacerlo. Además, da un margen de 10 días entre el anuncio y su aplicación, algo que no ocurrió con el primero.
Uno de los principales argumentos de los detractores del viejo proyecto era que suponía un ataque a la Primera Enmienda de la Constitución, en tanto discriminaba sobre la base de la religión. En su anterior orden ejecutiva, firmada el pasado 27 de enero, Trump prohibía la entrada a los EE.UU. de manera indefinida de los refugiados sirios, pero establecía una excepción para aquellos que profesaran el cristianismo y pudieran probar que habían sufrido persecución por motivos religiosos. La nueva orden, sin embargo, elimina cualquier referencia prioritaria a algún grupo religioso.
“No podemos comprometer la seguridad de nuestra Nación al permitir que los visitantes ingresen cuando sus propios gobiernos no pueden o no quieren proporcionar la información que necesitamos para evaluarlos de manera responsable, o cuando esos gobiernos apoyan activamente el terrorismo". Expresó el Fiscal General Jeff Sessions al anunciar las modificaciones.
El secretario de Estado, Rex Tillerson, contó que el retiro de Irak de la lista se produjo después de una intensa revisión del Departamento de Estado para mejorar la investigación de ciudadanos iraquíes en colaboración con el gobierno iraquí. “Estados Unidos da la bienvenida a este tipo de cooperación estrecha”, expresó y agregó: "Esta orden revisada reforzará la seguridad de los Estados Unidos y nuestros aliados".
Los demócratas ya salieron al cruce de esta nueva medida, al considerar que es una versión repetida del anterior. Adam Schiff, el principal demócrata del comité de Inteligencia de la Cámara, dijo que el veto "tiene los mismas fallas fundamentales" que la primera orden.