Dicen que Roberto Bolaño detestaba las ficciones donde muriesen niños. Que incluso reprendió a un colega por hacerle leer un texto, sin avisarle previamente, que rompería con su mandamiento de no acercarse a ese tipo de relatos. El otro escritor, por si hace falta la aclaración, no era Stephen King. Aunque la anécdota sirve como alerta para quien se disponga a ver The Outsider, miniserie que acaba de ser estrenada por HBO (va los domingos a las 23 y sus episodios serán dispuestos en HBO GO). La entrega está basada en una de sus últimas novelas (El Visitante publicada en 2018) cuyo disparador es un crimen de esa índole. Son diez episodios que conjugan el policial de investigación, lo inexplicable junto con el sello del gótico sureño.

El inicio se introduce con precaución en esa zona de horror tácito. El cuerpo de un chico de once años aparece mutilado en los bosques de Georgia con signos de haber sido sodomizado (la cámara muestra aunque no juega con el morbo). El encargado de resolver el caso es Ralph Anderson (Ben Mendelsohn), el detective de una pequeña localidad donde todos saben todo de los demás. El horror se desata porque las evidencias apuntan a un buen vecino: el entrenador de béisbol infantil Terrance Maitland (Jason Bateman). La escena del crimen y la camioneta donde transportaron a Frankie Peterson están empapadas de sus huellas. Es como si el coach se hubiera encargado exprofeso de que lo incriminaran. Le habló a más de una persona bañado en sangre de la víctima y fue captado por las cámaras de seguridad. ¿Asunto resuelto? El agente tomará la decisión de apresarlo en medio de un partido frente a toda la comunidad lo cual, él sabe, es darle una sentencia sin juicio.

Casi sin que el espectador se anoticie, la entrega irá virando del procedural –duro y efectivo- al terreno de lo sobrenatural y terrorífico. El punto de giro se da cuando surjan pruebas de que el incriminado estuvo a 120 kilómetros de distancia en el mismo día del asesinato. De pronto, en el pueblo podrá verse a un inquietante visitante encapuchado y los chicos tendrán visiones. La ficción, por otro lado, se toma su tiempo para introducir a un personaje crucial. Hacia al tercer episodio hará su ingreso Holly Gibney (Cynthia Erivo), investigadora privada de métodos poco ortodoxos quien cree que ésta muerte tiene nexos con otros asesinatos caracterizados por el mismo modus operandi y culpables que claman su inocencia. Pequeño detalle para los amantes del autor oriundo de Maine: la mujer había aparecido previamente en la llamada trilogía de Bill Hodges donde también lucha contra fuerzas extrañas. Pero el punto de vista de mayor peso es el agente de pueblo. “Más allá de toda la evidencia contradictoria, ¿podés decirme desde tus tripas de que él es el culpable?”, le preguntan al oficial. Y no. Anderson no puede afirmarlo. The Outsider, entonces, juega a responder esas preguntas sin lógica que molestan al protagonista. Este papel debe haber significado una bendición para Mendelsohn quien rompe con sus villanos impávidos doctos en crueldad (Rogue One; Ready Player One; Capitana Marvel). En este caso el actor ofrece una notable capa de aspereza y desamparo. Es un agente que se niega a creer en lo inverosímil y a su vez mantiene el duelo por la muerte de su propio hijo.

Richard Price (The Wire y The Night Of) se encargó de los guiones y Jason Bateman produjo y dirigió los dos primeros episodios de la miniserie. Ambos dejan su marca autoral en historias densas, lo mismo vale para la geografía, y ese ámbito en que lo monstruoso se mezcla con tradiciones comunitarias. “No elegimos un entorno fácil, pero aquello que se presenta más embarrado y complicado a nivel emocional, finalmente te brinda más satisfacciones. Es un viaje profundo”, expresó Bateman, entrevistado hace algún tiempo por este diario, sobre lo que significó dirigir Ozark, y lo mismo podría haber dicho sobre The Outsider.

Claramente este drama de atmósfera sobrenatural puede vincularse con series adustas y que tocaron las mismas teclas sureñas como True Detective, Rectify y Sharp Objetcs (quizá su único pecado es llegar luego de estas producciones). La narrativa derivativa, la cámara que ingresa en cada escena pidiendo permiso, una paleta visual teñida de verdín y musgo le confieren a la ficción un tono tan cautivador como viciado. Y, claro, también están las rúbricas del llamado “rey del horror”. Toda temporada es prolífica en adaptaciones de su obra. Sin ir más lejos, recientemente se estrenaron otras series como Mr. Mercedes (Starz Play) y Castle Rock (su multiverso ficcional en Hulu). King, sin tapujo alguno, manifestó que The Outsider es lisa y llanamente una de las mejores adaptaciones de su trabajo.