"No, yo no me voy a definir sobre qué pasó, si a Alberto Nisman
lo mataron o se suicidó. Quiero que la gente entre a ver la serie como entré yo cuando la hice: con la mente abierta. Sí está claro que en los últimos días de su vida envolvieron a Nisman en un clima de enorme presión. O tal vez el mismo se metió en esa situación". Desde Barcelona, el director inglés de Nisman, el fiscal, presidenta y el espía
, describió su mirada sobre su obra.
En el centro de la escena pone a los servicios de inteligencia: "(Horacio) Stiuso no tuvo explicación de por qué Nisman tenía al espía Allan Bogado como figura central de su denuncia, y Stiuso lo había denunciado por falso unas semanas antes. Es algo que Stiuso no pudo explicar".
Conocí a Webster a principios de 2016 cuando vino por primera vez a la Argentina. Como dice, vino sin postura tomada, pero me parece que creía más en la hipótesis del homicidio. “El origen del documental fue una discusión fuerte dentro de mi equipo en el 2015 --reveló en el programa Rayos X, de Radio 10--. Y queríamos aportar luz sobre la situación trágica del caso Nisman. Al principio fue muy confuso, había tanto ruido mediático que no quería sacar ninguna conclusión. Siempre tuve la mente abierta para la producción, no teníamos ninguna bajada política. Luego de 4 años de trabajo tengo la sensación de haber esclarecido algo”.
Webster no revela si la investigación lo llevó a concluir que a Nisman lo mataron o si se suicidó. "Un espectador atento puede llegar a ciertas conclusiones. A veces una opinión se reduce a ser una certeza cuando no lo es, por eso prefiero que cada uno saque sus propias conclusiones luego de ver el documental”, dice el director, cuando se sugiere que tras ver la serie quedan más enojados los que sustentan la postura de que a Nisman lo mataron que los que opinan que el fiscal se suicidó. “El objetivo es acercarnos a la verdad, el enojo no es bueno y viene de una postura previa a ver toda la historia”
"Sí, son opiniones fuertes --coincide Webster--. Es impactante que Ross Newland, de la CIA, aparezca diciendo que no hay pruebas contra Irán en la investigación del atentado y que diga que la investigación fue muy mala. También James Bernazzani, del FBI, que manifiesta que las autoridades argentinas tenían una conclusión antes de investigar y entonces hacían encajar cada hallazgo con las conclusiones que ya tenían. Fue muy crítico".
Sobre los hechos en sí mismos, el director hizo un resumen: “El documental muestra cómo funcionan los servicios de inteligencia en relación con el resto del mundo. En el cuarto episodio podemos imaginar la presión que sufría Alberto Nisman. En los últimos días de su vida envolvieron a Nisman en un clima enorme de presión, o tal vez él mismo se metió en esa situación”
Se intuyen muchas cosas en el documental, pero hay ciertos detalles que aún no están investigados. "Stiuso no tiene respuestas claras. No puede explicar que Nisman tenía a Allan Bogado como persona central de su denuncia, pero él lo había denunciado por falso unas semana antes”. Esta referencia del director apunta a uno de los momentos centrales de la serie, sobre el final: Webster le preguntó a Stiuso cómo podía ser que habiendo trabajado en equipo con Nisman no le haya contado que Bogado no fue ni negociador con Irán ni tenía vínculo alguno con Cristina Kirchner. Stiuso se quedó visiblemente sin palabras e incluso por algunos instantes pierde la sonrisa socarrona con la que aparece en toda la serie.
"Netflix está muy conforme aunque ellos no revelan cifras. Pero sé que están muy conformes. El documental ya se estrenó en Estados Unidos y están muy contentos con el impacto. Las reseñas son muy buenas. Esta noche se estrena en España y en dos días en Alemania. Es una historia trágica argentina pero también universal, de asuntos judiciales con cuestiones de poder", explicó.
"No, no quiero definir mi mirada. Prefiero que la obra hable por sí sola”, concluyó el director.