La operación se llamó Dólar blanco, y se extendió durante 10 años, desde 2009, cuando en Mar del Plata fue descubierta una organización delictiva, integrada por al menos diez personas, todas ellas vinculadas entre sí por lazos familiares y de amistad, dedicadas según la acusación al contrabando de cocaína, circulación de dólares falsos y lavado de dinero. La investigación comenzó a partir de un procedimiento en el aeropuerto de Ezeiza, pero hoy está a cargo del Ministerio Público Fiscal (MPF) de Mar del Plata, cuyo titular es Daniel Adler, quien pidió la elevación de la causa a juicio oral.
La banda tuvo como rasgo particular el de haber ido mutando desde que fue descubierta en 2009. La investigación comenzó luego de la detención de un hombre en el aeropuerto de Ezeiza, cuando intentaba sacar del país más de seis kilos y medio de cocaína en una mochila y en el estuche donde guardaba su notebook, acondicionada para tratar de ocultar el cargamento. Los datos surgidos del operativo, fueron llevando hacia Mar del Plata, hasta que en 2018 se logró la identificación de los integrantes de la organización, a la que también se acusa de comercialización de estupefacientes y asociación ilícita. La banda había actuado cerca de diez años sin levantar sospechas.
A partir de esa primera detención, quedó al desnudo un negocio ilegal lucrativo, por el contrabando de droga, la introducción de dólares apócrifos en Estados Unidos, el comercio de drogas en Mar del Plata, y el lavado del dinero reunido.
La causa comenzó en el Juzgado Nacional en lo Penal Económico 5 de la Ciudad de Buenos Aires con la detención del hombre que iba a viajar a Europa. Luego el caso se trasladó a Mar del Plata, a la Fiscalía Federal 2, que avanzó sobre los distintos eslabones de la organización que llevaba la droga a España.
El caso fue conducido por el Juzgado Federal 3, que ordenó allanamientos en Mar del Plata en junio de 2018. Los operativos condujeron al procesamiento de diez personas, y al secuestro de seis automóviles y dinero en pesos y en dólares.
La prueba reunida llevó a la conclusión de que la organización estaba integrada por los hermanos Gastón Maximiliano y Walter Luis Russo, la pareja de uno de ellos, Cintia Patri Guerrero, y otros familiares y allegados: María Lucía Milano, Cristian Ricardo Palomeque, Pablo Castagnino, Carmen Haydee Guerrero, el ex boxeador Héctor Luis Patri, Noemí Gallo y Fernando Dodero.
La acusación es por asociación ilícita, en algunos casos por contrabando de estupefacientes en grado de tentativa, por comercio de estupefacientes y/o por lavado de activos. Una de las mujeres también está acusada por tenencia ilegítima de arma de fuego de uso civil.
El MPF señaló que los imputados no registran ingresos lícitos que justifiquen su desarrollo patrimonial.
En la elevación a juicio se precisó que “la metodología para disimular el origen ilícito de esa conformación patrimonial fue introducir al mercado tales ganancias adquiriendo mayoritariamente rodados, realizando remesas de dinero, manejando cifras de dinero en efectivo en operaciones no bancarizadas, y utilizando testaferros o prestanombres que aparecían como titulares de rodados sin ningún antecedente de solvencia económica”.