Había una vez…en Hollywood dio otro paso en la carrera rumbo al Oscar al convertirse en la gran ganadora de los 25° Critic’s Choice Awards, entregados el domingo por la noche en una ceremonia realizada en Santa Mónica y conducida sin demasiado lucimiento por el actor Taye Diggs. La película de Quentin Tarantino se alzó con cuatro estatuillas sobre doce posibles (Mejor Película, Actor de reparto para Brad Pitt, Guion y Diseño de Producción), mientras que San Mendes y Bong Joon Ho compartieron el reconocimiento a Mejor Dirección por 1917 y Parasite, respectivamente. El film coreano, además, se consagró como Mejor Película Extranjera, convirtiéndose así en una de las grandes revelaciones de la temporada de alfombras rojas de Hollywood. Distinta fue la suerte de El irlandés, que luego de haberse ido con las manos vacías de la gala de los Globos de Oro de la semana pasada aquí apenas sumó un triunfo en la terna de Mejor Elenco: demasiado poco para la producción de Netflix que, con 14 nominaciones, partía como favorita. Fleabag, Succession y When They See Us dominaron en los rubros televisivos.
Organizada por los más de 400 miembros que integran la Broadcast Film Critics Association de Estados Unidos, la gala de los Critic’s Choice tuvo diferencias y similitudes con la de los Globos de Oro. Entre las primeras se destaca la elección de un anfitrión de perfil mucho más bajo que Ricky Gervais, cuyo vitriólico monólogo de inicio –que incluyó chistes sobre pedofilia y suicidios, entre otras delicias– se volvió viral durante la última semana. Lo de Taye Diggs fue, en cambio, funcional a la corrección política que suele imperar en estos eventos, limitando su trabajo a algunas humoradas inofensivas y la presentación de los encargados de abrir los sobres. Los ganadores acompañaron esa tónica limando comentarios que pudieran herir la susceptibilidad de cualquier ser humano, sea de izquierda o de derecha, blanco o negro, judío o católico: abundaron discursos de agradecimientos de rigor a familiares, amigos y directores.
La otra gran diferencia hay que buscarla en una cantidad de ternas que superó ampliamente al promedio del resto de los eventos de la temporada: si en los Globo se entregaron 25 estatuillas, aquí fueron 43. De allí que 16 ganadores se hayan conocido antes de la ceremonia, dejando para las tres horas de transmisión aquellos rubros que los electores consideraron más importantes. De todas maneras, dio toda la sensación que con menos cortes comerciales –hubo no menos de 25– hubieran entrado todos los rubros. Más aún si se tiene en cuenta que, con la idea de acelerar el trámite, algunas ternas se anunciaron juntas (Actriz y actor de reparto, por ejemplo) y varios de los ganadores brillaron por su ausencia.
Las similitudes hay que buscarlas en una nómina de ganadores que, a grandes rasgos, calcó la del domingo pasado. Quentin Tarantino volvió a perder como Mejor Director, pero igual puede darse por satisfecho con los cuatro premios que se llevó Había una vez…en Hollywood. El film bélico 1917, que venía de dar el batacazo el último domingo al imponerse como Mejor Película en la subcategoría Drama, se fue con tres estatuillas (Mejor Dirección, Edición y Fotografía), al tiempo que Guasón se alzó con los mismos dos premios que en el Globos de Oro: Mejor Actor para Joaquin Phoenix y Música.
Quienes también repitieron fueron Laura Dern (Historia de un matrimonio) y Brad Pitt (Había una vez…) como Actriz y Actor de reparto y Renée Zellweger por su protagónico en la biopic Judy, dejando prácticamente sellada la suerte de estos rubros en los Oscar. También parece muy difícil que Dolor y gloria pueda robarle el triunfo a Parasite en el rubro Mejor Film Extranjero. La generosidad de los críticos permitió que hasta Avengers: Endgame se llevara dos estatuillas: Efectos Visuales y Mejor Película de Acción.
Las segundas temporadas de Succession y Fleabag son dos tanques imbatibles en los rubros televisivos de la temporada. La serie británica encabezó la nómina de ganadores de la pantalla chica al triunfar como Mejor Serie en la subcategoría Comedia, Actriz protagónica (Phoebe Waller-Bridge) y Actor de reparto (Andrew Scott). Por otra parte, la producción de HBO repitió el triunfo del último domingo en la terna de Mejor Serie dramática, mientras que Jeremy Strong fue elegido como Actor protagónico. La que no tuvo la misma suerte que en los Globos de Oro fue Chernobyl. La miniserie de la señal premium, centrada en el desastre nuclear ocurrido en abril de 1986, no pudo frente al drama racial de Netflix When They See Us, que se impuso como Mejor Miniserie y Actor para Jharrel Jerome. Vale destacar también los premios a El camino: Una película de Breaking Bad como Mejor telefilm y a Bojack Horseman –cuyos últimos ocho capítulos llegarán en los próximos días a Netflix- como Mejor serie animada.