(Desde Santa Fe) 

Omar Perotti y Marcelo Sain coincidieron en que la escalada de violencia en Rosario es una “reacción” a los “cambios profundos” que el gobierno plantea en la Policía santafesina. El ministro de Seguridad informó al gobernador sobre los resultados de las investigaciones de la balacera al casino City Center el sábado a la noche, y las anteriores: al Centro de Justicia Penal, el 3 de enero y a una oficina del Servicio Penitenciario, el viernes último. Y asoció los tres hechos a un operativo para “provocar conmoción social” en la provincia. “Hay grupos que pretenden imponer el terror”, en palabras del jefe de Policía, Víctor Sarnaglia. Hasta diciembre, “Rosario era una suerte de zona liberada”, reveló Sain. “La policía tenía total autonomía, aunque algunos (como Miguel Lifschitz y su ex ministro Maximiliano Pullaro) digan lo contrario. Había jefes policiales que se creían que eran los dueños de la provincia y de la ciudad de Rosario. La verdad que el poder lo tenía la policía”, dijo. “Acá la Policía se tiene que disciplinar a las directivas superiores. Punto. El que no cumple eso porque no está capacitado, por que resiste o por la razón que sea, se lo correrá a un costado”, anunció Sain. Y ante una pregunta sobre su gestión, sorprendió con otra respuesta: “Yo no me llamo Pullaro”.

El domingo a la noche, Sain informó a Perotti sobre el ataque al casino de Rosario y la captura del supuesto “autor intelectual” del atentado. “Hablamos largamente de éste y otros temas. Le pasé información y detalles de lo que se estaba investigando”, explicó a la emisora Aire de Santa Fe. Le preguntaron entonces por un supuesto amague de renuncia que publicó un matutino porteño, que le atribuyó sentirse “en soledad” y “sin apoyos del gabinete", ni del "peronismo santafesino”. “Eso no es cierto”. “Eso no existe”, reaccionó Sain al ratificar que tiene el aval político de Perotti. “A mí lo que me importa como marco de referencia se llama Omar Perotti. Lo único que me importa es el respaldo político del gobernador. El resto no cuenta. Y yo tengo un particular respaldo político de Perotti”, explicó.

Sain interpretó las tres balaceras de Rosario como una “reacción” ante los cambios en la Policía de la provincia. “No tengo ninguna duda de que es así”, dijo. “Acá, la Policía tenía total autonomía, aunque (Lifschitz y Pullaro) digan lo contrario. Y la sensación que tenemos por esta reacción es que evidentemente se manejaban negocios enormes porque si no, no hubieran reaccionado de esta manera”. Los tiroteos al Centro de Justicia Penal, la sede del Servicio Penitenciario y el casino City Center “no guardan ningún tipo de racionalidad criminal que no sea generar conmoción”, agregó.

“No tengo ninguna duda –siguió Sain- que es una reacción” a los cambios en la Policía. “¿Qué estaba pasando en Rosario? ¿Por qué tanta inquina y tanto malestar a desplazamientos (de cúpulas) que son casi naturales cuando asume un nuevo gobierno que tiene otros objetivos y otra forma de trabajo?, se preguntó. “Me parece que acá había jefes policiales que se creían que eran los dueños de la provincia y dueños de la ciudad de Rosario. Y a partir de ahora, esos jefes empiezan a estar en la picota, ya no por cuestionamiento político sino cuestionamiento penal. Veremos qué pasa”.

El ministro de Seguridad justificó la remoción del ex jefe de la Unidad Regional II, Claudio Romano, que estuvo sólo veinte días en el cargo, porque “parte de la estructura de mandos superiores y medios que había elegido para Rosario (…) tenía compromisos con los viejos jefes de Rosario”. Lo reemplazó su segundo, Danilo Villán, a quien “designamos provisoriamente”, explicó.

“Yo quiero la policía en la calle. No hay excusas. Si no hay policías en la calle, esto no es policía, es una oficina administrativa. Y en Rosario hace mucho que no había policías en la calle. La verdad es que en Rosario, hasta el año pasado, había una suerte de zona liberada. Esto es lo que tenemos que revertir. Esa es la razón por la que corrimos a Romano, lo subimos a Villán. Y ahí miramos”, agregó.

“El poder lo tenía la Policía”, que era la que “decidía lo que se hacía” en Rosario. “Acá no volaba una mosca si no pasaba por la decisión de (el ex jefe de la Policía de la provincia Marcelo) Villanúa y del director general Daniel Corbellini, ex jefe de la Central de Información Criminal Operativa (OJO). “Esto es lo que encontramos y lo que vamos a revertir”, concluyó Sain.