Mañana es el día. Si no se puede parar, se puede hacer un cartel que diga: "Nosotras Paramos", y alguna razón para hacerlo. Vestirse de violeta, participar de la marcha. Mujeres de 50 países del mundo pararán para reclamar por sus derechos, por una vida libre de violencia, por igualdad salarial. Es un paro de mujeres, lesbianas, trans, todas las identidades disidentes. En Rosario, una amplísima articulación de organizaciones sociales, políticas, gremiales y feministas viene organizando la actividad desde hace más de un mes. "Creo que se empieza a visualizar otra etapa de la lucha de las mujeres, hay una fuerza colectiva que se está expresando", dijo Mabel Gabarra, que integra este colectivo. Ayer hicieron una conferencia de prensa para convocar al Paro Internacional de Mujeres, de 12 a 15, y a marchar desde las 18 desde la plaza San Martín hasta el Monumento a la Bandera, donde se leerá un documento consensuado y habrá un festival con la participación de la murga Modestia Aparte y las bandas Alto Guiso y Girda y las del Alba. "Invitamos no sólo a las mujeres que tienen un trabajo formal sino también a las que trabajan en su casa todos los días haciendo esa labor gigantesca, tan invisibilizada que es el trabajo doméstico, el trabajo de cuidar, de atender, de hacer que todo funcione en una casa. Eso también es trabajo y por eso las invitamos particularmente a que se sumen, a que paren, que se movilicen", expresó Lucrecia Aranda, de Igualdad y Participación, en la convocatoria. A quienes les resulte imposible dejar de trabajar ‑por falta de protección gremial o alguna otra razón‑ se las convoca a adherir en las redes sociales a partir del hashtag #MujeresEnHuelga, con una foto. "Si pueden acercarse a una vecina a charlar sobre la problemática, también es una forma de participar", explicó María Eugenia Guzmán, de la comisión de comunicación. En Rosario, el transporte público que llegue a la plaza San Martín o al Monumento será gratuito de 17 a 23, para facilitar la participación.
Algunos sindicatos, como los docentes Amsafé, Sadop y COAD, de los universitarios, como así también ATE, adhieren francamente a la medida. En otros casos, se trata de un apoyo. "La medida se ha venido organizando este año singularmente junto con los distintos gremios, con un diálogo muy cordial, en un espíritu de unidad, así como se manifestaron las distintas centrales adhiriendo. Las mujeres que participamos en esta nueva comisión de enlace con lo gremial, en mi caso del Colegio del Psicólogos, planteamos una forma de adhesión más ingeniosa para muchas compañeras psicólogas que trabajamos por nuestra cuenta. Desde el colegio vamos a repartir stickers, publicamos archivos para imprimir en el lugar de trabajo", relató Sandra Bonfanti, vicepresidenta del Colegio profesional.
La conferencia de prensa fue tan heterogénea y plural como son las actividades de este colectivo. Por las jubiladas estuvo Alicia Pérez Rey. "Nuestra forma de expresarnos es militando por el movimiento de mujeres, yendo vestidas de violeta, hablando con las demás mujeres, jóvenes y viejas, de lo que representa el 8 de marzo", dijo la integrante de la Mesa Coordinadora de Jubilados.
El impacto que tendrá el Paro Internacional de Mujeres dejará su huella más allá del 8 de marzo. "Creo que se está gestando algo nuevo, porque realmente no hay antecedentes de una articulación internacional como ésta, creo que los únicos antecedentes son de las internacionales del mundo socialista, pero había una participación mínima de mujeres, después hubo varias coordinaciones internacionales, pero como esta de las mujeres no", consideró Gabarra. Desde su visión, "se empieza a visualizar otra etapa de la lucha de las mujeres, hay una fuerza colectiva que se está expresando". Su historia en el feminismo la avala para contar: "Nosotras tuvimos 30 años de militancia donde éramos muy poquitas, todo lo que hacíamos eran talleres, cursos de formación, y hoy hay una fuerza joven, que está organizada en partidos, en organizaciones barriales, partidos políticos, y que se ha volcado al feminismo, cosa que antes no se daba, eran mujeres políticas o feministas, hoy las políticas son feministas, y están en todos los lugares, en el parlamento, en la calle, en los barrios, es como que todo este trabajo de estos años explotó, y ahora tenemos que ver qué hacemos con esto". La militante reflexionó sobre lo importante que es la construcción asamblearia: "Es fundamental. Somos el único sector que puede funcionar con este grado de diversidad y poder hacer un documento, y poder hacer una acción conjunta, porque somos muy diversas". El 8 de marzo, tras la acción del paro que recorrerá el mundo, será el momento de volver a reunirse para ver cómo sigue andando el movimiento de mujeres.