El Ejecutivo provincial reunió ayer a siete intendentes de las principales ciudades con el fin de involucrarlos en su plan de seguridad pública, y mostrarse en otra jornada más con la iniciativa, luego del estupor público que causó el atentado del sábado a la noche al casino City Center. Pero mientras la junta transcurría en la delegación local de Gobernación, en barrio Moderno dos hombres fusilaban a un muchacho con siete balazos a pleno día y anotaban el 17° asesinato en las primeras dos semanas del año. Mientras tanto, Gendarmería Nacional desplegaba sobre la tarde y la periferia sus primeras acciones de control callejero. "Acá empezamos a coordinar acciones, compartir información, definir estrategias juntos, provincia y municipios para cuidar mejor al vecino", resumió el gobernador Omar Perotti. "Esta es una mesa chica entre el Ejecutivo, el ministerio de Seguridad, gobiernos locales y la policía. Acá está todo el espectro político partidario de la provincia", abrazó el ministro del área, Marcelo Sain.
Perotti dijo que “hay una firme decisión tomada: hay que cortar los vínculos con el delito, hay que tener la firmeza necesaria y la templanza para que la provincia sea de la gente decente, de la gente trabajadora, y tener una nueva policía que recupere la confianza de los santafesinos. Y es allí donde vamos a poner el mayor esfuerzo posible para resguardar a cada uno de los ciudadanos”. Y para ello, empezó por abrir la jugada a los gobiernos locales.
Tres intendentes peronistas –Luis Castellanos (Rafaela), Amadeo Vallejos (Reconquista) y Pablo Corsalini (Pérez)– y cuatro del Frente Progresista –Pablo Javkin (Rosario), Emilio Jatón (Santa Fe), Leonardo Chiarella (Venado Tuerto) y Alberto Ricci (VGG)– acudieron al OJO, el centro de monitoreo operativo, adonde los citó Perotti, con Sain, el secretario de Seguridad de la Nación, Germán Montenegro, y el jefe de Policía, Víctor Sarnaglia. Todos firmaron un "convenio de adhesión institucional para la seguridad local" con el propósito de "coordinar con cada municipio las acciones disponibles y los esfuerzos para mejorar la seguridad. Que la población lo sepa", pidió el gobernador.
De ese armado se proponen abrir diálogo con actores locales de la comunidad, pero también del Poder Judicial. Ante una pregunta periodística sobre la opinión del Ejecutivo acerca de la disponibilidad reducida de fiscales en un mes de alta incidencia delictiva, tanto Perotti como Sain los convocaron a la mesa. "Necesitamos del compromiso de todos, también en cada fin de semana o vacaciones. No podemos dar ventaja con esa falta de coordinación", comentó Perotti. Y Sain anticipó que esperará el receso judicial para reunirse con el fiscal general Jorge Baclini. No obstante, el ministro se despegó de la costumbre de su antecesor, Maximiliano Pullaro, de pelearse constante con jueces y fiscales. "Este gobierno no hablará de puerta giratoria ni de que es responsabilidad de otro y no nuestra. Hay que trabajarlo en conjunto", aclaró Sain.
"La otra instancia –dijo el gobernador– es coordinar con fuerzas federales", dijo. Más tarde se reunieron con el comandante mayor Ramón Galván, de Gendarmería, para diseñar el despliegue de efectivos federales en Rosario y alrededores, que empezó ayer con algunos controles de calle. La cantidad de federales que arriben ayer no estaba definida.
"Nos preocupan los delitos complejos, pero también el delito menor, el cotidiano. El reclamo del vecino es que haya más agentes en la calle, porque no los había", acotó Perotti y volvió a decir que "Santa Fe está en emergencia en seguridad".
Ante otra pregunta puntual, Sain replicó las críticas a la resolución con la que la habilitó a los policías a trabajar con una bala en la recámara del arma, lista para el disparo. "Queremos dotar a la policía de los elementos necesarios para que respondan al gatillo fácil de la delincuencia".