Desde Moscú

A medida que se conocían los intentos irregulares de Donald Trump por investigar a su rival Joe Biden en Ucrania, la inteligencia militar rusa se puso a trabajar pirateando la compañía de gas ucraniana que una vez empleó a su hijo Hunter Biden. Esas son las conclusiones de una empresa estadounidense de ciberseguridad que publicó esta semana. Y se dan con una compañía que está en el centro del caso Ucraniagate por el e que los demócratas quieren a Trump en el banquillo. 

Según el informe, la campaña rusa para atacar a Burisma Holdings en Kiev comenzó en noviembre. El mecanismo que utilizaron fue una táctica de fraude electrónico bastante poco sofisticada. Primero, crearon dominios web falsos que imitaban los sitios de las filiales de Burisma (por ejemplo: kub-gas.com en lugar de kub-gas.com.ua). Luego enviaron correos electrónicos a los empleados invitándolos a visitar los sitios falsos e ingresar sus credenciales.

Según el informe de la empresa de seguridad, las tácticas fueron exitosas: los piratas informáticos irrumpieron en uno de los servidores de Burisma. No estaba claro si encontraron lo que estaban buscando. O de hecho lo que era. Pero el momento y la escala de las intervenciones sugirieron que estaban buscando información que pudiera usarse para socavar a los Biden.

Las tácticas también parecían reflejar las utilizadas contra los empleados del Partido Demócrata de Estados Unidos en el período previo a las elecciones presidenciales de 2016. Entonces, dos grupos de piratas informáticos conectados con el estado ruso, "Cosy Bear" y "Fancy Bear", obtuvieron acceso a correos electrónicos de los servidores del Partido Demócrata. El material comprometido se filtró y promocionó a través de una red de trolls.

El primer grupo, vinculado al servicio de inteligencia exterior de Rusia, fue particularmente exitoso en piratear, evadiendo la detección durante varios meses. Según los autores del informe, el descubrimiento fue una "advertencia temprana" de importantes intervenciones rusas en la campaña para noviembre de este año.

Según una fuente de seguridad estadounidense citada en The New York Times, funcionó "en paralelo" con una operación de espionaje más convencional en Ucrania. El burisma, y la conexión de los Biden con él, son objetivos obvios para buscar los trapos sucios.

De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Páginal12.Traducción: Celita Doyhambéhère