Trabajadores de General Motors (GM) que fueron suspendidos por nueve meses pidieron ayer al Ministerio de Trabajo de la Nación que se declare nulo el acuerdo firmado por el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata) y la empresa, y plantearon que no procedan a homologarlo porque considerarlo ilegal. En la nota que entregaron, los trabajadores señalaron que en la cláusula sexta del acuerdo se establece que quedarán desvinculados automáticamente desde el 1 de diciembre de 2017. Desde la delegación de la cartera laboral aseguraron que hasta ayer no habían recibido ninguna presentación del convenio y por lo tanto no podían realizar ningún análisis. Al recibir a los trabajadores les aclararon que la representación legítima es del gremio, que puede realizar este tipo de acuerdos, siempre que no contengan cláusulas que establezcan despidos. El gremio, en tanto, reiteró que fruto de una negociación de dos meses evitaron que despidan a 400 trabajadores.

Momentos de tensión se vivieron ayer en la planta de GM en Alvear cuando los trabajadores del primer turno ingresaban, muchos de ellos sin saber si integraban la lista de 350 suspendidos. En medio de un importante operativo de seguridad, les pedían el DNI para identificar a los suspendidos. Como no todos habían recibido el telegrama --algunos fueron notificados a través de un llamado telefónico-- decidieron igual presentarse a trabajar. Al impedirles el ingreso, cerca de 90 trabajadores se dirigieron primero a la comisaría de Alvear para dejar sentado que fueron a trabajar y que no habían sido notificados. Después fueron hacia la sede local del Ministerio de Trabajo.

"Son despidos encubiertos, el sindicato no está facultado a firmar que después de los nueve meses quedemos automáticamente despedidos, el gremio nos soltó la mano", planteó Matías, uno de los trabajadores suspendidos con cinco años de antigüedad que se sumó a la protesta en la esquina de Sarmiento y Rioja, donde cortaron el tráfico. Allí, los trabajadores señalaron que formarán un comité de huelga.

Megáfono en mano, Sebastián Romero planteó que el acuerdo fue firmado "a puertas cerradas, no se informó, nunca nos llamaron. A las dos mil familias de GM nos tuvieron el fin de semana con el corazón en la boca, atentos al teléfono para ver quién se quedaba adentro y quién afuera".

Los trabajadores subrayaron que el acuerdo es ilegal porque no está homologado por el Ministerio de Trabajo. "Una multinacional yanqui viene acá, hace cosas ilegales y así nos trata a los empleados. A la empresa le dieron 800 millones de pesos para que dupliquen la producción y ahora están dejando a más de 350 familias en la calle, la crisis es una mentira", reforzó el operario suspendido.

A los trabajadores que sí recibieron el telegrama tampoco les cierra que se fijaba la suspensión desde el 1º de marzo al 30 de noviembre, cuando el primer día del mes se celebró el Día del Trabajador Mecánico y la planta estuvo cerrada. Pero todos fueron a trabajar normalmente el 2 y 3 de marzo porque no habían sido notificados fehacientemente. 

La representante del Ministerio de Trabajo, Verónica Solmi, señaló que tanto en Buenos Aires como en la delegación no se había presentado ningún convenio. "Si le piden la homologación, el ministerio hará el análisis del convenio en sí, pero por ahora no se presentó", amplió la funcionaria, quien aclaró que GM "tuvo muchas suspensiones, que habitualmente fueron firmadas por la provincia. En este caso, solamente por los dichos de Smata, los llevarían directamente al Ministerio de Trabajo de la Nación. Pero en virtud de la presentación que realizaron los trabajadores pedimos información de cómo es la situación".

El titular de Smata, Marcelo Barros, dijo que la semana pasada avisaron a los operarios que "entre el sábado y hoy (por ayer) iban a llegar los telegramas de suspensiones y que no sean despidos directos como pensaban hacer".

"Y roguemos --agregó-- que no saquen el segundo turno sino no sé lo que va a pasar".