La Tupac Amaru llegó a hacer 8000 viviendas, 16 escuelas, 13 centros de salud, un centro de rehabilitación y atención de personas con discapacidad, 23 polideportivos con piletas de natación, 600 copas de leche y 26 fábricas. Para quien vio la obra en su esplendor, las imágenes del estado actual son entristecedoras. Lo que no está cerrado y con el pasto crecido, está deteriorado. Y la destrucción fue adrede, una decisión política para no reconocer lo que se hizo desde la organización. Tal vez la imagen más emblemática sea la del Parque Acuático más grande del NOA, donde los chicos podían pasar el día gratis en una pileta olímpica.
Gerardo Morales decidió dividir en tres la enorme pileta, tabicarla y encima dos de esas piletas no tienen agua a mediados de enero y en la tercera el agua está verde. Un martes de mucho calor en San Salvador de Jujuy, Página/12 pudo comprobar, como se ve en la foto, que ni un solo ñiño disfrutaba del agua a pesar de que están en plenas vacaciones de verano. Para colmo, Morales no aplica la misma política para todas las obras de la organización: algunas las cierra o las deja caer y, como dice Sala en la entrevista, otras las inaugura como si fueran propias.