Desde Santa Fe
Alberto Fernández y Omar Perotti firmaron un “convenio de cooperación en seguridad” que comprometió a ambos gobiernos en “la pelea contra el crimen organizado” en Rosario, donde “el narcotráfico ha montado una suerte de pequeño imperio”, según el diagnóstico del propio Presidente. Perotti fue ayer a la Casa Rosada a pedir ayuda. La crisis de violencia que escaló en estos días al plano nacional por su saga de crímenes cotidianos excede a la provincia. Y volvió a Santa Fe con un acuerdo que redobla el apoyo político de Alberto a su gobierno, con un doble propósito: por primera vez en doce años, un gobernador de Santa Fe dejó expuesta a la vista pública la gravedad de la situación en Rosario, jaqueada por el “enfrentamiento de organizaciones criminales” y el reconocimiento del problema puede ser el primer paso hacia la solución. “El problema excede a Rosario y a la provincia porque tiene connotación nacional”, se sinceró Perotti. “Y la respuesta del Presidente” a su pedido de ayuda “es una muestra cabal del compromiso y las seriedad con que vamos a enfrentar esta problemática que está instalada en Santa Fe desde hace años”. Su ministro de Seguridad Marcelo Sain explicó cómo afrontarán el desafío. “El gobierno nacional y el de Santa Fe es un solo gobierno en materia de seguridad pública. Tenemos un solo diagnóstico, una sola interpretación acerca de la envergadura del problema, sabemos lo que pasa en Santa Fe y cómo abordarlo de manera integral entre las dos jurisdicciones, pero como un mismo actor institucional”, definió.
El respaldo del presidente a Perotti es el tercero en dos semanas ante la crisis de inseguridad en Santa Fe. Ya a principios de enero, después de una protesta en Rafaela, cuando un grupo de manifestantes se desprendió de la marcha y atacó la casa del gobernador, donde estaban su esposa y su hijo menor, Alberto se mostró muy solidario con él. “No debemos tolerar a los violentos”, dijo el jefe de Estado. “No puede haber más víctimas de la locura”.
El lunes, en una entrevista en un canal de TV, Fernández dijo que Santa Fe “tiene un serio problema del crimen organizado. Lo hablé mucho con Omar Perotti. El narcotráfico se ha instalado, ha montado una suerte de pequeño imperio” en Rosario y prometió que la provincia recibirá “toda la ayuda que sea necesaria”.
Ayer, comenzó a concretarse esa asistencia, con el “convenio de colaboración en seguridad” que firmaron el presidente, el gobernador y los dos responsables del acuerdo: la ministra de Seguridad de la Nación Sabina Frederic y su colega de Santa Fe, Marcelo Sain. El acta se firmó en el despacho presidencial, donde estaban el jefe de Gabinete Santiago Cafiero, el ministro del Interior Eduardo de Pedro y el senador nacional Roberto Mirabella.
La conducción de la crisis quedará a cargo de un Consejo Provincial de Complementación para la Seguridad Interior –como se llama- que integrarán funcionarios del equipo de Sain y de Frederic y representantes de las fuerzas nacionales (la Policía Federal, Prefectura, Gendarmería y la PSA), la Policía de Santa Fe y de la Agencia de Investigación Criminal que creó el gobierno de Perotti para investigar el crimen organizado.
Perotti ponderó el acuerdo. “Es muy importante”, dijo. “La dimensión de la problemática en Santa Fe excede a Rosario y a la provincia, tiene una connotación nacional y el respaldo del presidente es una muestra cabal del compromiso y la seriedad con que enfrentaremos esta problemática que está instalada en nuestra provincia desde hace años. Ese es un elemento distintivo: trabajaremos de manera coordinada” por primera vez, a sabiendas de la magnitud “de lo que tenemos que enfrentar”. La mención del gobernador a los doce años es una referencia obvia a los tres gobiernos socialistas que lo precedieron en la Casa Gris.
“Lo que queremos destacar es la decisión política”, insistió Perotti. “El compromiso del Presidente de la Nación para que la Argentina de una muestra contundente de cómo se enfrenta” este avance del narcotráfico en Santa Fe “en forma conjunta con la provincia”. En el trabajo operativo “el epicentro mayor -por el número de efectivos de las fuerzas federales- será Rosario”, pero esa tarea se extenderá a las principales ciudades: Santa Fe, Rafaela, Venado Tuerto y Reconquista, agregó.
El ministro Sain coincidió. “El gobierno nacional y el de Santa Fe es un solo gobierno en materia de seguridad pública. Tenemos un solo diagnóstico, una sola interpretación acerca de la envergadura del problema, sabemos lo que pasa en Santa Fe y cómo abordarlo de manera integral entre las dos jurisdicciones, pero como un mismo actor institucional”, definió. Es la primera vez en doce años que coinciden los signos políticos de Santa Fe y la Nación.
Sain distinguió también distintos niveles operativos. “Uno es el trabajo en seguridad preventiva”, explicó. “Ya se están desplegados fuerzas federales en determinados barrios de Rosario”, jaqueados por “enfrentamientos de organizaciones criminales. “El plan de la intervención es pacificar ese conjunto de barrios que en este caso compromete 300 gendarmes, más los efectivos de la Policía de Santa Fe”. “Un segundo aspecto será una mesa de coordinación en materia de delito complejo y un trabajo combinado entre la justicia provincial y nacional”.
Ante preguntas sobre la cantidad de efectivos nacionales asignados a la provincia, la ministra Frederic advirtió: “Estamos muy mal acostumbrado al creer que más policías es más seguridad. Acá hay optimizar el trabajo”.
A la mañana, en Santa Fe, Perotti volvió a explicar la escalada de violencia en Rosario como una "reacción" de los grupos violentos a su decisión de cortar los vínculos con el delito. "Hay una decisión política concreta" y lo que vemos es "una demostración" de esa violencia, "un desafío de gente que ha tenido mucho espacios y en muhcos casos se sintió dueño de la calle y de la situación con vínculos en distintos lugares. Eso se terminó", ratificó el mandatario.
Y cuando le preguntaron si aludía a los gobiernos socialistas, contestó: "Que cada uno saque sus conclusiones". "Si hablamos de cortar los vínculos con el delito, lo hacemos en todos los niveles porque es indispensable para la vida institucional de la provincia", estructurar "la conducción política" de la Policía de Santa Fe y "resguardar cualquier vínculo con el delito".