"¿Por qué la tratan así? ¡Está embarazada, no la toques! ¡La gente está tratando de trabajar!". Los gritos de un grupo de personas que intentaron evitar la detención de una vendedora ambulante, en Once, no fueron suficiente para que policías de la Ciudad no se llevaran a la mujer y le decomisaran la mercadería.
“La mujer vendedora fue agredida, está embarazada, y producto de los golpes fue trasladad al hospital Ramos Mejía”, informó ayer Omar Guaraz, referente de la organización Vendedores Libres.
El hecho ocurrió ayer por la tarde, hacia las 18, cuando Mercedes Olimpia, de nacionalidad ecuatoriana, estaba en una de las calles de Once intentando vender algunos productos pequeños.
Advertidos por los gritos de la vendedora, un grupo de vecinos y peatones se acercó para ayudarla y evitar que los efectivos la agredieran físicamente. El griterío de la gente, que no pudo evitar la detención, duró unos pocos minutos. Luego, la mujer fue trasladada al centro de salud primero y luego a una comisaría.
Olimpia fue liberada a pasadas las 22 con cuatro causas en su contra: resistencia a la autoridad, atentado, desobediencia e incumplimiento de la Ley de Marcas.