“Es mitad operación y mitad verdad”, definió uno de los dirigentes presuntamente involucrados en el lanzamiento al ruedo de la candidatura del ex ministro Florencio Randazzo ocurrida durante el fin de semana. Lo de la candidatura no es nuevo, se viene hablando hace mucho. La novedad fue la supuesta confirmación del ex ministro a un grupo de sindicalistas y su –también supuesta– decisión de confrontar en una primaria con la ex presidenta Cristina Kirchner, si fuera necesario. Randazzo seguirá por ahora sin hablar sobre el tema pero se lo verá aparecer más seguido. Por ejemplo, consideraban probable que hoy se diera una vuelta por la marcha de la CGT aunque “como uno más”, aseguraban en su entorno. “En este momento su preocupación no pasa por las candidaturas sino por la situación social”, añadían, mientras continuaba el operativo de instalación del candidato.
La decisión apareció en la tapa de Clarín –un diario que durante su frustrada precandidatura presidencial Randazzo ubicaba en el terreno enemigo– y al otro día el ex ministro no sólo no lo desmintió sino que se mostró en una foto con trabajadores ferroviarios. El titular de la Unión Ferroviaria, Sergio Sasia, aparece como uno de los promotores de la candidatura, que también entusiasma a otros jefes sindicales como a Héctor Daer, uno de los triunviros de la CGT, hasta ahora enrolado en el massismo. Luego de tanto tiempo de bajo perfil, llamó la atención el momento elegido por Randazzo para reaparecer: justo cuando se iniciaba una semana cargada de protestas contra el macrismo y en la que Cristina Kirchner está citada a declarar en Comodoro Py.
Quienes lo apoyan aseguran que no fue pensado, sino que simplemente se debió a que Randazzo justo volvió de su viaje a Europa. Por otro lado, admiten que hay algunos que estaban ansiosos y que la excesiva prudencia del ex ministro los estaba exasperando, y que por eso también saltó. La oportunidad dio pasto para que los kirchneristas los acusaran de buscar sacar ventaja de la situación que hoy debe afrontar la ex presidenta, a la que califican como persecución judicial. Un dirigente kirchnerista hacía su análisis. “Las encuestas muestran que lo que Macri pierde de apoyo lo gana Cristina porque está posicionada como su principal opositora. Eso es lo que le preocupaba a Randazzo y quienes lo apoyan y por eso salieron a instalarse justo en esta semana que Cristina va a volver a tomar protagonismo”, evaluaba.
“Los compañeros se enojan, pero lo que a Cristina y al kirchnerismo le conviene es hablar de política y no estar todo el día con las denuncias”, evaluó Fernando “Chino” Navarro, dirigente del Movimiento Evita y uno de los que promueve a Randazzo. La idea de este grupo es que Cristina Kirchner tiene un piso y un techo de intención de voto muy cercanos y que no es buena candidata para enfrentar a Cambiemos como sí lo es Randazzo porque –a diferencia de la ex presidenta, dicen– puede atraer a los peronistas desencantados con Massa y a los electores independientes. “El peronismo tiene que ampliar la base, hablarle a muchos sectores a los que nosotros dejamos de hacerlo. Esta es la mirada de los que hoy estamos de este lado y compartimos con Randazzo”, sostuvo el intendente de San Martín, Gabriel Katopodis, integrante del Grupo Esmeralda, que empuja la figura del ex ministro.
Queda por resolver si de verdad Randazzo estaría dispuesto a enfrentar en una PASO a Cristina Kirchner, algo que ya había adelantado Julián Domínguez cuando se presentó como virtual coequiper del ex ministro. “Randazzo no le puede ganar una interna a Cristina. Nadie puede vencer a Cristina”, afirmó ayer Aníbal Fernández, archienemigo de Domínguez. “Si es verdad la noticia que Randazzo competirá contra Cristina en la interna, es una buena noticia. Es bueno que vuelva a la política, incluso que sepamos qué piensa sobre varios temas, por ejemplo qué opina sobre el gobierno de Macri”, declaró con ironía el diputado del Parlasur y ex intendente de Avellaneda Oscar Laborde.
Hay algo cierto: nadie en el peronismo bonaerense imagina que Cristina Kirchner pueda perder una primaria. Los kirchneristas analizaban que esa supuesta intención de Randazzo de competir, en realidad busca hacer desistir a la ex presidenta de postularse. Hoy por hoy, todo es virtual. Ni ex presidenta ni su ex ministro anunciaron oficialmente que vayan a ser candidatos. Tanto en uno y otro sector se encontraban ayer en los preparativos para la movilización con la CGT. Todos coinciden en que el peronismo debe unirse y que el discurso no debería apartarse de marcar las graves consecuencias que está generando el modelo macrista. Pero una cosa es pensarlo y otra llevarlo a la práctica.