A manera de antesala de la celebración del décimo aniversario de su lanzamiento, que se consumará el próximo 6 de octubre, Instagram introducirá este año más novedades y funciones. La más inmediata tiene que ver con la página web de la aplicación, donde se podrá acceder a los mensajes privados (DM), disponibles hasta el momento solo en los teléfonos celulares. Aparte, en la versión de escritorio sólo se pueden compartir fotos, ver la cantidad de mensajes no leídos y dar likes, cuya desaparición pende de un hilo. O más bien de un testeo.
Es que en Canadá, Australia, Italia, Japón, Nueva Zelanda y Brasil se prueba la última actualización sin la opción del “Me gusta” empleada para fotos, videos y comentarios, lo que afectaría a los usuarios que promocionan sus productos (o a sí mismos) a través de la red social. El indicador clave (conocido por sus siglas en inglés, KPI) se convirtió en toda una presión al momento de conseguir visibilidad y notoriedad a partir de esos datos cuantitativos, lo que para muchos desvirtuó los orígenes de Instagram.
El autoestima o la salud mental de muchos usuarios para conseguir likes, especialmente de los influencers, se expuso a tal instancia que la ex reina de belleza ucraniana Sofia Magerko se mató en 2017 mientras mostraba cómo conducía vía Instagram Live. Tenía 16 años. En la vereda de enfrente, el futbolista Cristiano Ronaldo cobra 975 mil dólares por cada imagen suya en la popular red social, lo que lo transformó en el mejor pagado de la aplicación. Eso coincide además con su chapa de figura con más seguidores: 198 millones, secundado por la cantante Ariana Grande y el actor y luchador libre Dwayne Johnson.
De los 300 millones de dólares que las marcas estadounidenses destinaron a estrategias de márketing en el último año, se estima que 60 fueron a pagar fraudes de influencers. Si bien esta figura no desaparecerá, una vez que se lleven a cabo esos cambios en el algoritmo y en la plataforma se verán en la obligación de garantizar más transparencia en sus servicios. Así, con suerte, se le dará más importancia al contenido.
Instagram fue creada como una red social y aplicación para teléfonos que permite a sus usuarios tomar imágenes y videos con múltiples efectos fotográficos, y compartir esos registros en la misma plataforma o en otras redes sociales. Cuatro años luego de su lanzamiento, era no sólo la red social de fotografía más importante sino también la revolución fotográfica del nuevo siglo. Hoy, su promedio de uso diario es de 53 minutos.
Su desarrollo se produjo en la ciudad estadounidense de San Francisco, de la mano de sus fundadores, Mike Krieger y Kevin Systrom (compañero de facultad de Mark Zuckerberg, el mandamás de Facebook y WhatsApp), quienes diseñaron una herramienta para fotografía ajustada a la medida de la cámara del iPhone 4. De hecho, Systrom subió la primera imagen, titulada “Test”. A pocos meses de su aparición, y mientras se encontraba de vacaciones en México, sacó su teléfono y disparó al pie derecho de su novia, en ojota, y a un perro callejero que los miraba.
Un año después de su lanzamiento en el Apple Store, en 2010, se añadieron los hashtags para ayudar a encontrar imágenes de una misma temática, y en 2012 salió la versión para Android, que tuvo más de un millón de descargas en 24 horas. Al tiempo que en 2013 se introdujo la posibilidad de etiquetar a personas y marcas en cualquier foto publicada. Más tarde salieron Instagram Direct, Instagram Stories, Instagram TV (IGTV), Reels (versión propia de TikTok), IGTV Series y Thread.
Pese a que entre los más jóvenes Snapchat supera a Instagram (que tiene a Lionel Messi como el argentino mejor posicionado del top 10 con 140 millones de seguidores), en el conteo global la red social que Zuckerberg adquirió en 2012 por 1000 millones de dólares le gana por afano. No obstante, según el estudio Digital Report, que anualmente realizan We Are Social y Hootsuite, a Instagram sólo la superan en usuarios Facebook (2271 millones) y YouTube (1900 millones) ¿Cuánta gente consume entonces Instagram? 1000 millones, de las cuales la mitad lo usa activamente.