Cientos de personas se congregaron desde las 18 en la Plaza del Vaticano para participar del acto convocado a través de las redes sociales por la ex ministra Patricia Bullrich y otros dirigentes de Juntos por el Cambio para insistir con la versión de que el fallecido fiscal Alberto Nisman fue asesinado.
La convocatoria fue realizada en el marco del quinto aniversario de la muerte de Nisman y bajo el slogan: “Justicia perseguirás. No fue un suicidio, fue un magnicidio”. Una de las presencias centrales fue la madre de Nisman, Sara Garfunkel, quien estuvo acompañada por Bullrich, el ex ministro Hernán Lombardi y los diputados macristas Fernando Iglesias y Waldo Wolff.
También estuvieron el falso ingeniero Juan Carlos Blumberg, el actor Luis Brandoni, el ex consejero de la Magistratura Alejandro Fargosi, y el abogado de Garfunkel, Pablo Lanusse, quien criticó a la ex fiscal del caso, Viviana Fein, porque "lo único que hizo fue tratar de demostrar que fue un suicidio". En rigor, lo que Fein sostuvo cuando estuvo a cargo de la investigación -y hasta la actualidad- fue que "no existen elementos probatorios" que corroboren la hipótesis del asesinato.
Tras entonar las estrofas del himno nacional, los oradores leyeron el documento que, en la previa del acto, la ex ministra Bullrich publicó a través de su cuenta de Twitter. Ese fue el discurso central que se leyó ante las decenas de personas que se congregaron en la plazoleta ubicada al lado del Teatro Colón, en la ciudad de Buenos Aires.
En esa declaración se insiste con el tema del asesinato y se cuestiona al gobierno de Alberto Fernández, quien fue denunciado insólitamente por Garfunkel, a razón de sus afirmaciones en un documental de Netflix que despliega las hipótesis del caso.
"Nadie en la Argentina puede darse el lujo de interpretar la muerte del fiscal Alberto Nisman según su ocasional conveniencia política o el cargo que circunstancialmente ocupe. Quien piense que el sillón de Rivadavia tiene el poder de hacer cambiar la verdad; quien crea que la verdad puede escribirse y cambiarse a conveniencia no es más que un aliado de la mentira y cómplice de los culpables", señala el documento difundido por Bullrich.
Otro de los blancos de las acusaciones fue, obviamente, la vicepresidenta Cristina Kirchner quien, según dijeron, “hoy ha vuelto con la intención de terminar su tarea inconclusa de asegurar la impunidad de los culpables”.
La volvieron a acusar de haber firmado “un pacto clandestino e inconstitucional con la República Islámica de Irán que después transformó en ley con su mayoría automática en el Congreso”. No aclararon, sin embargo, que ese acuerdo fue convalidado por el Congreso, nunca entró en vigencia y que la mayor hipótesis conspirativa mencionada por Nisman, las bajas de las alertas rojas de Interpol contra los iraníes acusados, fueron desmentidas por la propia policía internacional.
No obstante, para los manifestantes, “ese pacto transformó a Nisman en la víctima número 86 del atentado a la AMIA y, a quienes lo firmaron y votaron, en traidores a la patria".