El polémico luchador irlandés Conor McGregor volvió por la puerta grande a las Artes Marciales Mixtas (MMA) tras un parate de año y medio con un triunfo por nocaut en apenas 40 segundos frente al veterano estadounidense Donald Cerrone, un peleador récord de la categoría pero de cuestionable presente. Se estima que, entre la bolsa y los sponsors, el europeo se llevó alrededor de 72 millones de euros.
Cuando apenas se habían sentado los aficionados en un colmado T-Mobile Arena de Las Vegas, Estados Unidos, McGregor descolocó a Cerrone con una patada en la mandíbula de Cerrone para luego enviarlo a la lona con un par de manos izquierdas. Una vez en el suelo, el local recibió un exagerado castigo hasta el juez de la pelea decidió decretar el nocaut técnico en favor del irlandés, un resultado que no tardó en llegar los oídos del retirado boxeador Floyd Mayweather, quien publicó en su Instagram una imagen de ambos con el textual de "Mayweather-McGregor II 2020".
Mayweather y McGregor protagonizaron una estelar pelea de boxeo en 2017, que terminó en favor del estadounidense por nocaut técnico y, por sobre todas las cosas, llenó las arcas de ambos púgiles (100 millones para el primero y 75 para el segundo). Esta fue la única incursión del irlandés en el cuadrilátero, mientras que por Mayweather fue su victoria número 49 en igual cantidad de presentaciones (peleó sólo una vez en los últimos cuatro años).
Este regreso al UFC fue para McGregor una oportunidad de resarcirse después de una derrota ante el ruso Khabib Nurmagomedov en octubre de 2018, la última pelea que disputó en la categoría en los últimos tres años. Durante 2019 vivió alejado del octágono por problemas legales, tras declararse culpable de golpear a un hombre en un bar de Dublín, mientras que el New York Times reveló que estaba siendo investigado por agresión sexual en su país natal.
"Ya adelanté que llegaba a la pelea mejor preparado que nunca, centrado y con un velocidad que nadie podía tocarme y eso ha sido lo que sucedió en la jaula", declaró McGregor al concluir la pelea y dejar su marca en 22 triunfos y cuatro derrotas.
Cerrone, de 36 años, tenía la chance de resucitar su carrera, pero en un escenario ideal como el de Las Vegas no tuvo ni la oportunidad de ofrecer resistencia. El veterano peleador estadounidense, que protagonizó su combate número 50, colocó su marca en 36-14, sumando entre las derrotas su séptimo nocaut sufrido. Cerrone llegó al duelo con la mayor cantidad de victorias (23), finales (16) y nocauts (20) en la historia de UFC, entre otros récords.