Son siete mujeres estafadas. Mujeres que invirtieron su dinero en la construcción de un edificio de pozo y que lo perdieron todo: el sueño de la casa propia, los ahorros de toda su vida, incluso hasta su propia inocencia. Mujeres que confiaron y terminaron no sólo derrotadas, sino también en la mira de la Justicia. Como si ellas mismas fueran culpables. Del desfalco pero también de su desahuciado destino. Sin nada más que su existencia, juntarán pesares y energías para intentar sobreponerse colectivamente, ayudándose mientras pasa la tormenta. Esa es la trama de Separadas, la nueva tira diaria de Polka, que este lunes debuta en la pantalla de El Trece, de lunes a jueves a las 22.15, devolviéndole a la TV argentina la ficción nacional. "Es preocupante que haya una sola ficción en la TV abierta", admite Julieta Nair Calvo. "Es un momento difícil, desde lo laboral, para dedicarse a la actuación", agrega Gimena Accardi, en la entrevista que ambas actrices le dieron a Página/12.

En la comedia dramática, las actrices interpretan a dos hermanas. Accardi se pone en la piel de Carolina, una mujer que si bien aún no tiene un diagnóstico definitivo, su condición se acerca a la de una persona con Asperger. Ella percibe y se relaciona con el mundo de una manera diferente a lo que podría llamarse “convencional”. Nair Calvo es Inés, una mujer que postergó su propia vida para cuidar a Carolina, su hermana menor, en una sobreprotección que la aleja de su desarrollo personal. Inés, además, oculta una situación violenta y delicada que sufrió en el pasado y que explica sus fracasos amorosos. Tras la muerte de sus padres, ambas dejaron Bariloche para probar suerte en la gran ciudad, pero quedan totalmente indefensas cuando la estafa les arrebata todos sus ahorros.

"Son mujeres que se quedan en la ruina y tienen que renacer de sus cenizas. Pierden todo su dinero, el edificio nunca se hace, pero entre las estafadas se reparten distintos sectores que ya estaban construidos en el terreno, como el bar o el gimnasio, para poder sobrevivir. Y entre todas intentan salir adelante. Nosotras somos víctimas, pero por alguna situación que no es clara quedamos todas involucradas con la Justicia", explica Accardi. "Es una historia enmarcada en una tira, que camina por el tono de la comedia, pero sin dejar de abordar problemáticas cercanas a lo que le puede pasar a los televidntes", se suma Nair Calvo.

-¿Cómo se compone un personaje que tiene un vínculo tan fuerte con otro, como es el caso de sus hermanas? ¿Se trabaja individualmente, o de a dos?

Julieta Nair Calvo: -La composición parte primero del propio personaje y luego de la relación que se conforma con el otro. Lo que tiene una tira, a diferencia de una obra de teatro, es que no hay todo ese enorme y valioso ensayo previo. Hay juntadas, lecturas de libro y hay ideas que se intercambian. La grancia de que nosotras seamos amigas de antes, nos permitió mandarnos mensajes todo el tiempo sobre las cosas que se nos iban ocurriendo para sumar a las escenas e ir generando el vínculo. Pero el vínculo se construye mucho en el cotidiano de las grabaciones.

Gimena Accardi: -En este caso, además, el vinculo entre las dos hermanas es muy fuerte. En un punto, nuestros personajes cuentan una historia de amor entre hermanas. La otra es casi lo único que tiene cada una. Ellas son su única familia. Al margen del cuidado y la sobreprotección que tiene Inés con mi personaje. En un punto, Inés es para Carolina mucho más que una hermana: es una mamá, una amiga, su referente y su confidente. Es una historia de hermanas que se aman, sin competencia de ningún tipo. Es un hermoso vínculo que lo vamos construyendo escena a escena, desde la comedia dramática. Aunque es muy complejo etiquetar a una tira en un género. Las novelas de prime time pasan por distintos estadíos. Hay capítulos más livianos, otros más intensos, algunas más dramáticos y otros más humorísticos.

-Una comedia que, sin embargo, se anima a abordar la problemática del “diferente”. En este caso, a través de tu personaje, Gimena, que sufre una enfermedad como el síndrome de Asperger.

G. A.: -Caro es una persona que siente, piensa y ve el mundo de forma diferente. Podríamos decir que no es neurotipica; tampoco está diagnosticada, pero si tuviera un diagnostico, probablemente sería Asperger. Caro percibe y se relaciona con el mundo de una forma diferente a lo que podríamos llamar la “norma”. Más allá de intentar clasificar todo, más allá de las etiquetas y de los nombres certeros de los diagnósticos, creo que lo importante es entender, aceptar, empatizar y abrazar a todos por igual. Todos pertenecemos al mismo mundo y queremos ser amados y aceptados. Ojalá este personaje nos invite a volvernos más empáticos los unos con los otros. Yo en lo personal, amo poder interpretar este personaje. Estoy muy feliz y agradecida.

-¿Es un personaje que le significó un desafío mayor?

G. A.: -Tuve que investigar más allá del perfil del libreto. Vi videos en Youtube, obras de teatro y leí libros que abordaban la enfermedad, hasta me enriquecí de la experiencia directa, porque tengo dos amigas que tienen hijos con Asperger. Esa investigación me permitió tener un piso para poder construir un personaje con rasgos funcionales a la tira diaria. Lo más interesante de exponer en el prime time este tipo de trastornos es que podamos visibilizar y empatizar entre nosotros. Ojalá sirva para poder vernos los unos a los otros con los mismos ojos. Más allá del diagnostico. Son personas a las que socialmente les cuesta desenvolverse, porque la mirada del otro es distinta y porque ellos ven y perciben el mundo de otra manera. Caro tiene una enorme capacidad para retener datos e información, pero tal vez le cuesta más vincularse. Es una niña atrapada en el cuerpo de una mujer de 30, dice todo lo que piensa, sin filtros, se viste como quiere. Como actriz representa para mí un desafío, porque requiere un nivel de concentración mayor al de otros personajes.

-¿La concentración pasa por pensar cada acción en función de cómo pensaría ese personaje, con esas características?

G. A.: -Claro, pensar cada cosa en función de la percepción de Caro, desde lo oral hasta lo físico. Es un personaje que no te da la libertad que te permiten otros. En la tira, muchas veces los personajes te permiten improvisar algo y si sale bien, queda. En este caso, el margen para la improvisación es menor, más acotado.

-¿Y, en ese sentido, Inés siente una responsabilidad mayor?

J. N. C.: -Inés se hace cargo de su hermana, no puede ni quiere evitar esa relación. El de ellas es una historia de amor, justamente porque están solas en el mundo. Hay un tema de sobreprotección y de necesidad de la otra. Es un vínculo en el que ambas se necesitan. A Inés le cuesta mucho formar pareja, y eso indudablemente tiene que ver con que le cuesta mucho soltar a su hermana, dejarla ser. Hay algo de culpa que la lleva a estar todo el tiempo con ella. Su vida está atada a su hermana. La hermandad está expresada desde un sentido muy puro, pero no por eso complejo. Son hermanas que se necesitan y a su vez se sufren.

-¿La discriminación será un tema central o tangencial en la trama?

G. A.: -En algún momento se va a ver reflejado la situación de discriminación que sufrió y sufre Caro, en representación de los que se salen de la “norma” cultural. Hoy, uno de los grandes problemas que existen en la infancia y adolescencia es el del bullying, y la tira lo va a abordar.

J. N. C.: -Todo lo que pueda generar una empatía con los que están mirando, que los televidentes se puedan sentir identificados en lo que pasa, o que les pueda generar otra manera de ver las cosas, es bienvenido. La ficción puede servir para cambiar al realidad.

-Muchas veces se habla desde la ignorancia, más que desde la maldad. ¿Creen que la tira puede ayudar?

G. A.: -Algo muy interesante en la trama es que no baja línea todo el tiempo, sino que la naturalidad con que las otras seis mujeres tratan a Caro hace que se termine de incluirla. Muchas veces pasa que por querer ayudar al que tiene algún tipo de problema, terminamos haciéndolos sentir más “diferentes” aún.

-Separadas va a ser la única ficción de la TV argentina que estará al aire. ¿Les preocupa?

G. A.: -Uno no deja de sorprenderse del poco laburo que hay. Hace no mucho había sólo en el prime time, como mínimo, cuatro ficciones diarias. A eso se le sumaban las telenovelas del mediodía. Hubo épocas de 6 y 8 ficciones diarias. La poca ficción de la TV abierta da un poco de miedo, porque somos pocos los actores que podemos trabajar. Este año, en tele, vamos a ser 50 o 60 los artistas que vamos a poder estar trabajando. Y tampoco está fácil ni en el teatro ni en el cine. Es un momento difícil, desde lo laboral, para ser actriz.

J. N. C.: -La tira diaria siempre es una fuente importante de trabajo. No sólo para los actores, sino tambien para los técnicos, los productores, los realizadores... Es preocupante que haya una sola ficción en la TV abierta.

-En términos laborales, por suerte es una tira diaria, que garantiza más puestos de trabajo por un mayor periodo de tiempo.

J. N. C.: -La tira diaria es el género más difícil de hacer. Es el género que está expuesto a más posibilidades de que haya cambios: desde el rating hasta los movimientos de la competencia, pasando por salidas e ingresos de actores hasta historias que penetran más en el público que otras. Los actores argentinos de tira tenemos un poder de adaptación único.

G. A.: -En una obra de teatro o en el cine uno recibe un libro que tiene una hora de duración y ese guión se mantiene inalterable. En el cine o el teatro está todo más definido. La tira es un gran ejercicio para cualquier actor. He visto actores excelentes en teatro que cuando los llamaron para hacer televisión no podían hablar. La cámara es un elemento distractivo e inhibitorio, si no estás acostumbrada. De igual manera, un actor puede ser muy bueno en tele, y en el teatro se le ven los hilos cuando actúa. El actor de tele es muy veloz, pasa de la risa al llanto de una escena a otra. Y tenemos jornadas de 10 horas diarias. No es fácil aguantar el ritmo. En un día se graban 30 escenas y no en orden cronológico. La tira debería estar mejor considerada.

J. N. C.: -Mantener la continuidad emocional de un personaje en una tira es muy complejo.


Los patrones estéticos

Desde el mismo anuncio del comienzo de las grabaciones, Separadas causó revuelo. No por su temática, sino por la foto que acompañó la noticia: la imagen de las protagonistas reflejaba a siete actrices de modelos físicos excluyentes y similares. Celeste Cid, Marcela Kloosterboer, Agustina Cherri, Mónica Antonópulos, Julieta Zylberberg, junto a Accardi y Nair Calvo, las protagonistas en cuestión, posaban desde sus personajes sus físicos flacos y blancos, acorde a un cánon de belleza que no se condice con la diversidad física de la sociedad. Una imagen que cosechó todo tipo de críticas.

-Cuando se dio a conocer la foto de anuncio del comienzo de grabación de Separadas, hubo polémica porque las siete protagonistas son mujeres "bonitas", flacas y blancas, según el cánon de una cultura que el feminismo intenta dejar atrás. ¿Cómo toman esa crítica? ¿La creen válida?

G. A.: -No se puede dejar de destacar que somos siete mujeres las protagonistas de la tira. Somos siete mujeres las que estamos en la foto. Y que además la autora es mujer (Marta Betoldi). Eso no es un detalle menor. Polka hizo varias tiras de ficción con protagonistas mujeres, desde hace tiempo y mucho antes de que el feminismo se instalara en la agenda. También, por otro lado, pienso que el camino es muy largo y recién lo estamos empezando a recorrer. Seguramente se cometan muchos errores, con cosas que pueden estar mal, pero es parte del aprendizaje. Celebro que todos nos estemos deconstruyendo, estemos cambiando. Por supuesto, que somos siete hegemónicas, está claro. Pero no depende de nosotras. No somos las que elegimos ni las “castingeras” ni las productoras. Deberían preguntarles a los productores o a los empresarios, que son los que eligen los productos. También es cierto que hay algo de oferta y demanda, hay algo del público... Pero creo que también están empezando a recorrer el camino del cambio, y que probablemente de los errores se aprenda. Ojalá masivamente en la tele, el cine, el teatro y la publicidad se muestre diversidad de cuerpos. También es cierto que se puso el ojo en las mujeres y no en los hombres, que son completamente hegemónicos, pero a ellos no se los atacó. Se atacó a las actrices. Hay cosas que yo no puedo responder. Trabajo desde hace 20 años, quiero pensar que es por mi forma profesional de laburar y no porque soy flaca.

J. N. C.: -Otra cosa que pensábamos es que se atacó eso sin saber qué ibamos a contar. La realidad es que las historias de las siete son fuertes. Mi personaje tiene un pasado en el que fue víctima de una situación muy delicada, que se irá conociendo mediante avance la trama. Nosotras, como actrices, vamos a intentar representar a la mayor cantidad de mujeres desde las historias de nuestros personajes. Más allá de nuestros cuerpos, que es lo que tenemos y no podemos cambiar.

-¿Habrá una “representación emocional” de esa diversidad?

J. N. C.: -Claro, porque es lo único que podemos hacer. Un cuerpo puede cambiar, pero lo que queda es el personaje que vas a interpretar. Hay que verlo desde ese lugar. Después, si no gustan los personajes que interpretamos, valen las críticas. Igual, ya está. Esperamos que les encante lo que hacemos, porque contamos cosas muy fuertes.

-¿Creen que, más allá del casting y su estética, Separadas va a representar a este momento social y cultural?

G. A.: -La tira va a representar a muchas mujeres, aunque seguramente no a todas, porque es algo imposible. Cada personaje tiene su propia historia, carga con sus dolores, y cuenta cosas distintas. Muchas mujeres, y hombres, se sentirán identificadas. Es un camino largo por recorrer. Seguramente, esto abrirá las cabezas de quienes eligen y seguramente el año que viene opten por mostrar cuerpos distintos. Y yo lo voy a celebrar.

-¿Ustedes se sienten parte de la avanzada feminista, que tanta resistencia generó?

J. N. C.: -Siempre se celebra el encuentro de la mujer con la mujer, defender nuestros derechos, ser escuchadas. Siempre es celebrado. Después, cada una tiene su manera de manifestarlo, de si querés ir a una marcha o no, hacerlo desde una red social o decirlo públicamente en un programa, guardártelo para vos... Nosotras estamos en esta de defendernos, de tener sororidad, de ser compañeras, de bancarnos, de intentar no criticarnos tanto... Porque también es cierto que hay cosas que vienen dadas desde hace tiempo, de la formación que nos inculcaron... Es un camino este de deconstruirnos, para nosotras mismas, también.

G. A.: -Todo eso se ve en la manera con que nos llevamos las siete en el set, donde compartimos 10 horas diarias. Creo que eso es parte del feminismo también: empezar a aliarnos entre nosotras, entender que no somos competencia sino compañeras, que cuanto mejor nos llevemos mejor será para el producto y para nosotras.