"Galería en campo expandido". Así define a Gabelich Contemporáneo (Corvalán 448, Refinería, Rosario) su galerista, la artista plástica y gestora cultural Gabriela Gabelich.

Un mural dibujado en grandes papeles cuelga en una pared iluminada por el sol. Es generoso el cielo de barrio, sobre todo en verano. La moderna arquitectura de la sala de reuniones en planta alta convive con medianeras inmemoriales, que los ventanales dejan ver entre enredaderas. Cada tanto un gato despeinado, que camina por afuera, los surca como fotogramas. En el muro de la sala, tres vectores y tres colores primarios señalan tres rubros: "Ventas", "Formación permanente" y "Residencias". Las letras están a mano en fibrón negro y cada ítem se desglosa. "Formación permanente" abarca la de artistas, coleccionistas y público en general. En la formación de artistas se incluye el Programa de Artistas Contemporáneos (PAC). Hay un plan estratégico, eso está claro. La galería de barrio Refinería debe ser la única que no cerró por vacaciones de verano.

El espacio forma parte de un complejo habitacional con jardines; una pileta emana un frescor silencioso entre las plantas. En las dos salas de exposiciones de la planta baja se puede visitar (con cita previa en enero; martes a sábados de 16 a 20 en febrero) la muestra colectiva que resultó de la convocatoria "Artista 2020", lanzada el año pasado.

"En el mes de octubre lanzamos una convocatoria destinada a artistas menores de 30 años, nacidos y/o residentes en la provincia de Santa Fe", explica la directora de la galería, quien se inspiró en el proyecto "Currículum cero" desarrollado entre 2001 y 2011 por la galería Ruth Benzacar de la ciudad de Buenos Aires. "Por esa misma razón", agrega, "Orly Benzacar fue una de las primeras convocadas para conformar el jurado de selección, y accedió generosamente a integrarlo junto a Carlos Stía (científico y coleccionista de arte de la ciudad de Rosario), Joaquín Barrera (curador residente en la ciudad de Buenos Aires), Cecilia Lenardón (docente y artista de Rosario)" y ella misma.

Recibieron más de 57 carpetas de artistas de diferentes puntos de la provincia, de lxs cuales seleccionaron 7 con quienes se realizó la muestra colectiva inaugurada el 13 de diciembre de 2019. Luego de montadas las obras se seleccionaron los dos premios.

Justo cuando el jurado se reunía, el golpe de Estado en Bolivia tornó dolorosamente profética una de las fotos enviadas por Juan Pablo García (Rosario, 1989). Como en un sueño (un sueño anticipatorio político, de valor colectivo), la imagen está cargada de simbolismo. Tomada en 2017, muestra el frente derruido de la Casa de la Democracia en La Paz, Bolivia. "Que el arte nos hable de lo que nos está pasando", reclama Gabelich. García obtuvo el 1° premio: una muestra individual en Gabelich Contemporáneo dentro de la programación de este año y un monto en efectivo para la producción de la obra.

Franco Callegari (Rosario, 1996) investiga. Generó un archivo de marcas de yerba mate producida en Argentina. Cada envase es ampliado a formato de gran collage, artesanal pero fiel, donde el autor copia a mano en marcador o cala en papel color, con exactitud sensible, ornamento por ornamento y letra por letra, creando efectos pictóricos con el papel color rasgado a mano. Las luces se logran sumando capas traslúcidas de papel vegetal. Técnicamente, es pintura sin pintura (y sigue siendo manual); semióticamente, la recreación artística del envase comercial del producto y su acumulación en la serie transforman un objeto cotidiano, casi invisible de tan visto y familiar, en unos signos extraños que se refieren a la idea de nación y los mitos modernos que la constituyen en el caso de Argentina. La escala y la copia a mano lo cambian sin trastocar una letra. Y no deja de ser inmediatamente reconocible. Título y subtítulo de la serie dan una pista: "Patria: pequeño ensayo sobre la mirada cultural". (La fecha es 2017). Se dirá que esto no es nuevo (véanse la caja de jabón Brillo de Andy Warhol y el pop art anglosajón de los años 60 en general; más acá, la serie de cajas o paquetes de arroz dibujados por Mimi Laquidara) pero su valor no viene de una imposible originalidad absoluta sino de su singularidad, su calidad plástica y su eficacia conceptual que le valieron el segundo premio: una beca para llevar a cabo el programa PAC en Rosario durante el año 2020.

“Esta obra surgió a partir de la apropiación de los mangas de Hiroaki Samura. Elimino de las viñetas los personajes de las historias, las construcciones arquitectónicas, los transportes, los sembradíos y todo aquel elemento que exceda los entornos naturales, dejando solo fragmentos del paisaje", explica con precisión Joaquín Posadas (Santo Tomé, 1995) para referirse a su serie "Bosque negro" (2019), donde el caucho tallado con gubias como un taco xilográfico reluce en lustrosos matices de negro y soledad.

Y el rosarino Alejandro Gómara (1991) sorprende con esta declaración: "Me encantaría ingresar a una habitación grafiteada y que haya esculturas deformes de papel maché y alambre, un retrato de Rambo al lado de una reproducción mal ejecutada de David Hockney”. "Ya tenés la muestra", fantasea Gabelich y nos presenta a la santafesina Micaela Mira (1995) y a la tucumana Flor Meyer (1990, residente en Rosario). Ambas dan singulares vueltas de tuerca sobre las técnicas del grabado. Mira rescata desde el arte textil las banderas callejeras de lxs manifestantes (los de antes y lxs de estos años de cambios de paradigma) mientras Flor expresa en una línea imaginativa y minuciosa un universo personal surrealista de seres híbridos fantásticos, nutrido de leyendas populares y de "los saberes ancestrales y las prácticas decoloniales" que ella estudia.

Ventana, fundido a negro; ventana, fundido a negro. Manifestantes derriban valla; manifestantes derriban valla. Fundido a negro. Neumáticos en llamas, en la calle; objetos irreconocibles en llamas, en la calle. Fundido a negro. Represores arrastran manifestante; represores arrastran manifestante. Fundido a negro. Multitud recibe bolsas de un camión (¿donaciones, saqueo?); multitud rodea un camión y unas bolsas vuelan a él (¿desalojo?). Fundido a negro. Manifestaciones reprimidas con palos, fusiles, gases. Agente en gesto triunfal pisa la valla derribada; multitud, lejos. La intermitencia de la visibilidad, la ausencia de epígrafes informativos y el sugerente título ("Malón") hacen del breve video que Rina Venetucci (Esperanza, 1993) armó en 2018 con clips de noticieros nacionales algo más contundente que un documental: una obra de arte.