El presidente Alberto Fernández recibió en la Casa Rosada a Hebe de Bonafini, la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo y compartieron un almuerzo a solas en el despacho presidencial que duró dos horas. Hebe se retiró sin hacer declaraciones.
El jueves pasado, Bonafini había difundido un comunicado titulado “Hablemos claro”, en el que le pedía al Presidente que decida “de qué lado está: si con el Poder Judicial, mayoritariamente corrupto, o con los presos políticos. Es sencillo, sólo eso le pido”.
Ese comunicado fue el producto de una reunión que Fernández mantuvo la semana anterior con las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Abuelas de Plaza de Mayo y representantes de los otros 11 organismos de derechos humanos que lo visitaron en Casa Rosada. Allí, le pidieron al Presidente por los presos políticos.
El mandatario expresó entonces que en su gobierno no hay presos políticos, sino personas detenidas "por causas políticas de un sistema judicial que se puso al servicio del poder político de turno y así perseguir y encarcelar a opositores" y anunció que enviará al Congreso el proyecto de reforma del Poder Judicial. Bonafini no está de acuerdo con la definición "detenciones arbitrarias" y le pidió al Presidente que se definiera al respecto. Durante el largo almuerzo deben haber hablado largo y tendido de ese y otros temas de la coyuntura.
Antes del encuentro con Bonafini, Fernández recibió al ex juez español Baltasar Garzón Real en la Casa Rosada. Se difundió una foto del encuentro, pero no trascendió el contenido de la charla.
Cabe destacar que Garzón forma parte del equipo jurídico que defiende al derrocado presidente de Bolivia Evo Morales, en condición de refugiado en la Argentina y requerido por el gobierno de facto de su país por supuestos actos de sedición y terrorismo. Así transcurrió el lunes del presidente, que este martes partirá rumbo a su primer viaje internacional: Israel.