Una fuga masiva de presos de la penitenciaría regional de la ciudad de Pedro Juan Caballero, ubicada en el departamento paraguayo de Amambay, originóo el alerta en el gobierno de Salta, cuyo Ministerio de Seguridad reforzó preventivamente la cobertura de seguridad en la frontera con Bolivia y Paraguay, informó el gobierno provincial.
El gobierno informó que la cartera de Seguridad puso en marcha el plan preventivo Refuerzo de Frontera, luego de tomar conocimiento de la masiva fuga de detenidos de alta peligrosidad que estaban alojados en la cárcel de Pedro Juan Caballero, ubicada a más de 800 kilómetros de la frontera con Santa Victoria Este, en la provincia de Salta.
El municipio de Santa Victoria Este, en el noreste salteño, linda con Paraguay. La localidad de Misión la Paz es la última del lado argentino antes del puente internacional que comunica con Pozo Hondo, del lado paraguayo.
El ministro de Seguridad, el militar retirado Juan Manuel Pulleiro, indicó que el operativo es realizado por efectivos de distintas unidades especiales, y que se hace para fortalecer los controles preventivos y patrullajes que se realizan diariamente en las distintas unidades regionales de la Provincia en el marco del Operativo Verano Seguro.
"El objetivo es reforzar los controles de frontera, cuya cobertura de seguridad es de competencia nacional", señaló el Gobierno en un comunicado de prensa en el que añadió que en este marco "la Policía de Salta optimiza los recursos de la zona, trabajando con aplicativos especiales para la identificación de personas".
Además, fortalecieron el patrullaje virtual con las cámaras de seguridad de los Centros de Videovigilancia correspondientes a los distintos sectores de la frontera con Bolivia y Paraguay.
La madrugada del domingo último escaparon al menos 75 prisioneros de la penitenciaría de Pedro Juan Caballero, cerca de la frontera con Brasil. Se sospecha que los guardias les permitieron salir caminando y un informe de inteligencia señaló que se habrían pagado 80 mil dólares para posibilitar la fuga.
El mismo domingo se disparó el alerta en la frontera argentino-paraguaya. Para entonces ya se especulaba con con que algunos de los fugados ya había ingresado a territorio argentino a través del puente internacional, una fronterea que se considera más permeable al paso de manera ilegal.
Los fugados son de nacionalidad paraguaya y brasileña, y decenas de ellos pertenecen a la pandilla criminal más grande de Brasil, el Primer Comando Capital (PPC). Se trata de una peligrosa banda originaria de Sao Paulo que tiene casi 30.000 miembros y está involucrada en tráfico de drogas y armas. Se sabe que también opera en Paraguay, Bolivia y Colombia.