“El primer paso es la estabilización macroeconómica. La etapa dos es el plan de desarrollo”. Ese mensaje transmitió el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, a los miembros del Comité Ejecutivo de la UIA, en un almuerzo que tuvo lugar este martes en la sede de la entidad fabril.
Los empresarios presentaron a Kulfas los puntos salientes de una nutrida agenda marcada por la situación de crisis de la manufactura local. Pidieron definiciones sobre el tipo de control sobre las importaciones que planea hacer el gobierno, cómo seguirá la situación del impuesto a los Ingresos Brutos y de las contribuciones patronales en economías regionales.
Kulfas les dijo que habrá novedades en materia de líneas de financiamiento para la producción y se mostró optimista acerca de la relación comercial Brasil. También se refirió a la interrupción de los beneficios impositivos de la ley de Promoción de la Economía del Conocimiento.
El Gobierno dio hasta ahora algunas señales dirigidas al mundo industrial. En primer lugar, la intención de generar cierta recuperación en el consumo a partir de una redistribución de ingresos desde los sectores mejor posicionados a las escalas más bajas. También quedaron frenados aumentos en las tarifas de los servicios públicos y naftas.
El Banco Central ya redujo en unos 13 puntos la tasa de interés y confirmó la idea de continuar con la tendencia descendente, mientras que se reforzaron controles sobre las importaciones y se aumentaron impuestos internos sobre autos de gama alta, que son mayormente importados.
La Ley de Solidaridad también propuso una amplia moratoria tributaria para pymes, aunque aún no se reglamentó.
En conjunto, son algunas medidas que apuntan a priorizar la actividad productiva. Sin embargo, están lejos de representar un plan de industrialización.
En el Gobierno afirman que es un tema de tiempos. Kulfas lo confirmó ante la UIA, al explicar que se transita una primera etapa de estabilización, signada por el resultado de la renegociación de la deuda con los acreedores privados, que para abril debería estar definida, según los tiempos que manejan en el Gobierno.
“Teníamos una bola de deuda en pesos que impedía la salida expansiva vía emisión, el mercado financiero local estaba dinamitado y la puerta del crédito externo, cerrada. En ese contexto, la idea fue ir reacomodando variables y dar los incentivos correctos”, explican en Hacienda.
“El sector fabril tiene una total identificación con las primeras medidas que tomó el gobierno”, indicó el titular de la UIA, Miguel Acevedo. En tanto, el empresario textil Jorge Sorabilla destacó la resolución que ofrece a los bancos una reducción de los encajes a cambio de que presten ese dinero a la inversión productiva y la posibilidad de que el acuerdo social funcione como mediador en materia de precios.
En el almuerzo en la UIA, los empresarios pidieron a Kulfas que la suspensión del consenso fiscal (que exigía una baja paulatina del impuesto a los Ingresos Brutos) no redunde en una suba de la carga impositiva. También pidieron que las empresas con crédito fiscal puedan utilizar ese saldo de manera ágil. Hubo pedidos para acelerar la aprobación de Repro del Ministerio de Trabajo.
Kulfas asistió al encuentro junto a la secretaria de Comercio, Paula Español; su par de Industria, Ariel Schale y el secretario pyme, Guillermo Merediz.
Ante las consultas acerca de la ampliación del universo de licencias no automáticas de importación, que implican un trámite adicional para el importador que podría desincentivar algunas operaciones, Kulfas aseguró que la aprobación será ágil. Le pidieron que no haya trabas para importar insumos.
En materia de financiamiento de la producción, Kulfas aseguró que se está trabajando en una línea a tasa subsidiada, pero que el lanzamiento está sujeto a que puedan seguir bajando las tasas de interés, de modo de minimizar el costo fiscal de la medida.
Por otro lado, los funcionarios hicieron mención al trabajo que viene realizando el Gobierno para elaborar una ley específica para el sector petrolero que tenga el objetivo de "generar inversiones sostenibles". Otro de los puntos de acuerdo fue la necesidad de recuperar la prefinanciación de exportaciones, que fue castigada por la caída de los depósitos en dólares en poder de los bancos.
Kulfas también mencionó que "el desarrollo del sector del software es una política de Estado, pero la reglamentación de la ley del Conocimiento tiene problemas y su alcance se cruzaba con la Ley de Solidaridad y Reactivación Productiva", en relación a la suspensión de beneficios que otorga dicha ley.