El ministro de Economía, Martín Guzmán, confirmó este martes que mantiene conversaciones con el FMI en tono “constructivo” para reestructurar los pagos programados, con vencimientos concentrados entre 2021, 2022 y 2023. En ese contexto, a fin de enero tendrá una reunión con parte del staff del organismo en Nueva York y en febrero se reuniría con la titular, Kristalida Georgieva, en el Vaticano. El objetivo es acordar nuevos plazos sin que haya condicionamientos para la Argentina.
El plan de facilidades extendidas exige metas fiscales, pero también la aplicación de reformas estructurales, como la previsional y laboral. “El programa económico fue diseñado y ejecutado por nosotros, no vamos a permitir ninguna condicionalidad, lo nuestro es nuestro”, aseguró Guzmán en conferencia de prensa, al anunciar el envío de un proyecto de ley para avanzar en el canje de deuda en moneda extranjera.
También hizo referencia a la situación de la deuda bonaerense, donde la administración de Axel Kicillof, busca posponer el pago de 256 millones de dólares de deuda que vence el 26 de enero. Guzmán calificó a la propuesta como “prudente y responsable” y dijo que fue coordinada en conjunto con la Nación.
Reiteró que no habrá un “salvataje” para la Provincia, argumentando que iría en contra del ejercicio que está llevando a cabo para que la deuda se vuelva sostenible: pagar intereses y posponer el pago de capital. Ambas administraciones, nacional y provincial, se están moviendo bajo el mismo esquema de negociación. “Mantenemos el principio que se sirven intereses pero no por demasiado más tiempo, por eso es necesario resolver esto rápido. Esperamos que haya voluntad de los bonistas, porque si la solución es desordenada, se van a perjudicar todas las partes”, dijo, en tono de advertencia, en relación a la posibilidad de un default bonaerense.