En sus primeras manifestaciones luego de ser excarcelado, aunque todavía tiene que cumplir una diligencia en la causa, el joven Pablo Ventura, de 21 años aseguró: “Todavía no caigo sobre lo que me pasó, que fue muy difícil para mí”. Su padre, José María Ventura, consideró que los diez jóvenes que siguen detenidos, acusados por el asesinato de Fernando Báez Sosa, “cuando allanaron la casa en la que estaban dijeron, en joda, que mi hijo había sido” el culpable del crimen. Consideró que los imputados actuaron “con malicia” y el abogado de la familia, Jorge Santoro, anticipó que más allá de lo que considere la justicia por la falsa acusación de Pablo, van a promover “acciones legales por calumnias e injurias” y por el daño moral que le provocaron al joven.
Pablo Ventura, acompañado por su padre y el abogado de la familia, se mostró todavía shockeado ante los periodistas. Después de estar detenido cuatro días, con una falsa acusación, el joven todavía tiene que pasar por un reconocimiento en rueda de personas que por sus características, es algo pocas veces visto en una causa judicial.
Por su parte, el Club Atlético San Isidro (CASI) resolvió suspender a uno de sus socios, Máximo Thomsen, por el hecho de estar "involucrado en los hechos acaecidos en la ciudad de Villa Gesell". Al mismo tiempo, la entidad deportiva expresó su acompañamiento en el dolor a la familia de Fernando Báez Sosa.
Los diez imputados y el propio Ventura, uno por uno, van a ser observados por varios testigos de los hechos, para ver si los reconocen y si pueden determinar luego, en la causa, el rol que jugó cada uno durante la agresión que le provocó la muerte a Fernando Báez Sosa. Todo hace pensar que Pablo Ventura no va a ser señalado como uno de los autores, pero tiene que pasar por la instancia del reconocimiento en rueda de personas. El trámite se hará en un Salón de Exposiciones, porque no hay ningún lugar adecuado en el fuero judicial de Gesell.
Ante los periodistas, que lo esperaron en la puerta del hotel donde se aloja con su padre, y en un aparte con el canal C5N, Pablo dijo que al día siguiente de su excarcelación se sentía “un poco mejor” luego de haber pasado “una situación difícil” tras la falsa acusación en su contra.
El joven de 21 años, liberado el martes por la noche, sostuvo que lo vivido por él es “algo de lo que todavía no caigo”, como si se tratara de un mal sueño.
Los datos positivos que pudo señalar, a pesar de todo, fue que durante su detención en la DDI lo trataron “muy bien” y que sabe por sus familiares que “todos me apoyaron, porque saben cómo soy”.
José María Ventura, su padre, fue quien más habló durante las sucesivas entrevistas. Ante una pregunta sobre la acusación que le hicieron los detenidos por el crimen de Báez Sosa, opinó que “sin duda hubo malicia de alguno de ellos, pero no sabemos quién fue el que lo hizo”. El abogado de la familia, Jorge Santoro, anticipó que van a presentar una denuncia contra la o las personas que involucraron al joven.
El padre, que durante cuatro días hizo vigilia frente al lugar donde estaba detenido Pablo, recalcó que se vino de Zárate “sólo porque quería que mi hijo salga libre y que se haga justicia y hubo justicia. Mi hijo estuvo detenido injustificadamente y tenerlo ahora a mi lado, libre, es decir gracias a dios porque lo tengo al lado mío al flaco”.
José María aseguró que en estos días “que parecieron meses”, recibió mucho apoyo de la gente y de los medios de prensa. A pesar del dolor que le causó, justificó la decisión del fiscal Walter Mércuri cuando mandó a detener a Pablo, luego de la acusación que habían hecho en su contra. Dijo al respecto que estaba “contento” porque “aunque era una injusticia, al fiscal no le quedó otra porque alguien” lo había señalado y se tenía que investigar la verdad de lo ocurrido.
Con calma, el padre de Pablo estimó que “estos chicos (por los diez detenidos, cuando allanaron la casa en la que estaban no sabían que habían asesinado a una persona, entonces tiraron el nombre de Pablo Ventura como si estuvieran haciendo un chiste porque de otra manera lo que ocurrió no tiene sentido”. Señaló que a partir de lo ocurrido, se enteró, de boca de algunos amigos de su hijo, que “cada vez que estos chicos hacían una pavada lo tomaban como una joda y decían que fue Pablo Ventura”.
José María dijo que el martes por la noche, cuando salió en libertad, a su hijo lo había visto “realmente muy mal, realmente quebrado” en lo anímico y lo físico, aunque es “un chico sano, deportista de alto rendimiento”. Tan mal estaba que “recién se pudo dormir a las tres y media de la mañana”.
El abogado Jorge Santoro anticipó que iniciarán acciones legales por “daños y perjuicios contra los diez rugbiers detenidos. “Por ahora estoy enfocado en la libertad de Pablo, que quede libre de culpa y cargo. Pero además, hubo daños y perjuicios y la afectación a la dignidad que le han producido a este chico ha llegado a su núcleo familiar, su núcleo de amistades. Le marcaron la vida para siempre", manifestó.
Pablo Ventura quedó en libertad porque ni siquiera estuvo en Gesell, porque cenó con sus padres, la noche del sábado pasado, en el restaurante “La Querencia” de Zárate, luego estuvo hasta las cinco de la mañana (hora en la que ocurrió el hecho en Gesell), en casa de un amigo, en la ciudad donde vive. Además, Ventura no tiene señales en el cuerpo o en las manos y brazos de haber participado en una pelea, como si la tienen los otros jóvenes.