Renunció este miércoles en Tucumán la fiscal Adriana Giannoni, quien había recibido un pedido de juicio político por parte de organizaciones feministas, tras haber judicializado en noviembre el caso de un equipo médico que practicó el aborto legal de una niña de 14 años, víctima de abuso sexual. No fue la primera intervención que tuvo en ese sentido la fiscal. "Que se le haya dado trámite (al pedido de jury) y se haya forzado la salida de Giannoni hay que capitalizarlo como un triunfo", dijo la abogada Soledad Deza, integrante del equipo técnico que presentó el pedido de juicio, a Página|12.
Este miércoles, el gobernador tucumano Juan Manzur decidió aceptar la renuncia de la fiscal Giannoni. El anuncio se oficializó a través del boletín oficial de la provincia, en el texto del decreto 6/2020. Desde la Fundación "Mujeres por Mujeres" celebraron la noticia, aunque aseguraron que se trata de una “renuncia negociada entre los poderes Ejecutivo y Legislativo”, frente a la presión ejercida a partir del pedido de juicio político que ellas mismas, junto a "Católicas por el Derecho a Decidir", presentaron el pasado 6 de diciembre. El pedido fue realizado por la intromisión de la fiscal en el caso Lucía, en el que se practicó un aborto legal a una niña de 14 años víctima de violación. “El pedido de juicio político que formalizamos era muy fuerte, muy bien fundado y en él se encontraban muy bien enumerados los incumplimientos de deberes de la fiscal, eso tensionó el contexto para que la situación se vuelva inaceptable”, detalló Soledad Deza, integrante de Mujeres por Mujeres, en declaraciones a este diario.
En noviembre de 2019, Giannoni, que era fiscal de Homicidios, comenzó a investigar de oficio al equipo médico que practicó el aborto. Entonces, el pedido de juicio político se realizó "por ignorancia inexcusable, negligencia en el ejercicio de las funciones y por incumplir en forma injustificada los deberes inherentes al cargo". Ahora, Deza agregó que "la intromisión del Ministerio Público se dio en una prestación sanitaria lícita como lo es un aborto permitido por la ley", y aseguró que "aunque lo ideal hubiera sido que funcionen los resortes institucionales y se conforme un jury de enjuiciamiento, el hecho de que no se haya archivado el pedido de juicio, que se le haya dado trámite y se haya forzado la salida de Giannoni hay que capitalizarlo como un triunfo".
Sin embargo, aquel no fue el primer caso de este tipo en el que se vio involucrada la fiscal Giannoni. Según Deza, se trata de "la niña mimada del Ministerio Público". Su actuación fue clave en el resonante caso Lucía, ocurrido en febrero de 2019, en el que la niña de 11 años fue obligada a parir a pesar de haber solicitado la interrupción legal del embarazo tras ser violada por la pareja de su abuela. Allí, en primera instancia, Giannoni había intimado a través de un oficio a los médicos del Hospital del Este, donde se encontraba Lucía, a dar continuidad al embarazo. La fiscal no tenía ningún tipo de conexión con la causa, ya que los cargos por el abuso eran seguidos por otra Fiscalía. Más tarde, Giannoni abrió una investigación de oficio contra los médicos José Gijena y Cecilia Ousset, quienes en primera instancia habían actuado para habilitar la interrupción legal; si bien la fiscal fue apartada de esa causa por considerarse que existía existe un real “temor fundado de parcialidad”, el proceso contra los médicos aún sigue abierto.
Además de celebrar la renuncia, Deza consideró que "compone un mensaje claro: 'o respetás la ley o te cuesta el cargo'. Empiezan a haber cosas que ya no se pueden esconder debajo de la alfombra con al complicidad estatal". Sin embargo, se encargó de aclarar que el triunfo es responsabilidad "del movimiento feminista, que está en un momento fuerte en toda la región; su carácter de actor político es indiscutible en la construcción de un orden social más Justo".