Hasta hace un par de semanas, la información que trascendía acerca del futuro de Vicentin , el holding de las familias Padoan y Nardelli, era que estaba a la búsqueda de un comprador para todas sus operaciones o, al menos, para algunas de sus plantas satélites. El objetivo declarado: hacerse de fondos para "salir del stress financiero" que había denunciado la firma al declararse en cesación de pagos a inicios de diciembre. Entre los probables compradores, el nombre de Glencore aparecía como el candidato en primera fila.
Esta semana, sin embargo, las noticias se corrieron de escenario. Trascendió que este martes, representantes de Vicentin reunió a sus acreedores comerciales, particularmente los vinculados a las operaciones de compra de granos, ante quienes se habría comprometido a llegar a una solución previa a llegar a una convocatoria de acreedores. Esto es: una propuesta de pago que le permitiera volver a la actividad y recuperar así parcialmente su dinámica exportadora.
La deuda con los proveedores de granos y servicios representaría un volumen similar a la que tiene con su principal acreedor bancario: más de 300 millones de dólares. Pero su prioridad sería cumplir con esta franja de relaciones comerciales. El resto, la deuda bancaria, todavía no está en consideración. Al menos, aún no llegó a la instancia de conversaciones y propuestas.