Desde Jerusalén
Alberto Fernández participó del Foro Internacional que conmemoró el día del Holocausto colocando una ofrenda floral al pie del monumento que recuerda a las víctimas del genocidio nazi. Fue uno de los últimos tramos de la larga ceremonia, que combinó discursos, con videos históricos y números musicales, en donde cada presidente que intervino buscó darle una dirección política determinada. El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y el vicepresidente norteamericano Mike Pence centraron sus críticas más duras en Irán. El presidente francés Emmanuel Macron subrayó la necesidad de una Europa unida, con lo que mandó una indirecta a Inglaterra. En tanto, el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, en el que para todos fue el mejor discurso, alertó sobre el resurgimiento de los partidos de ultraderecha y del racismo. En lo que coincidieron fue en afirmar el "nunca más" a las locuras asesinas del Reich. Hoy, Fernández concluirá su visita con un encuentro con una reunión bilateral con Netanyahu. Antes de la reunión, el Presidente escribió unos tuits en los que habló de Israel y el Holocausto para luego hacer una referencia a la situación Palestina: "Dejo esta hermosa tierra con un sueño: verla en paz con sus vecinos y especialmente con el pueblo palestino. Nuestro país reconoce, por convicción y por respeto a las decisiones de Naciones Unidas, la existencia de los dos Estados y siempre propició la convivencia pacífica".
La comitiva argentina volvió muy conmocionada por lo visto y oído durante la jornada en el museo Yad Vashem, construído justamente para recordar el Holocausto. "Realmente valió la pena este viaje", evaluaba uno de los acompañantes de Fernández, quien siguió la ceremonia desde la primera fila junto a su pareja Fabiola Yáñez. En la previa habían tenido ocasión de intercambiar saludos con Pence y Macron, con quien se volverá a ver la semana que viene en París. En cambio, no pudo concretarse la conversación a solas con el presidente ruso, Vladimir Putin, que llegó tarde y se fue antes de la ceremonia. Putin, junto al presidente israelí, Reuven Rivlin, y Netanyahu, compartió una actividad previa cuando inauguraron un monumento a los caídos en Stalingrado, lo que atrasó el inicio del Foro.
Extrañamente, mientras Rivlin y Netanyahu fueron directamente al Foro, Putin realizó alguna otra actividad porque entró al salón cuando los discursos ya habían comenzado. Esa demora por motivos que no trascendieron frustró el diálogo previsto con Fernández. Conocedor de los gestos en materia internacional, a la manera de compensación, Putin se puso de pie y saludó con deferencia al presidente argentino en las dos ocasiones que pasó por delante suyo, como para dar lugar a la photo opportunity.
"Es una herida abierta para todos", comentó Putin sobre el Holocausto, luego de haber leído antes de viajar -según comentó- estremecedores documentos escritos por los oficiales y soldados rusos que liberaron los campos. A menos de un mes de afrontar nuevas elecciones, Netanyahu centró el mensaje en las críticas a Irán al que calificó como "uno de los régimenes más antisemitas del mundo". Lo siguió Pence, que recordó que Irán era el único país que no reconocía el Holocausto. Los europeos cambiaron la dirección al poner el alerta sobre el renacimiento de las fuerzas de ultraderecha. "Necesitamos una Europa unida y una comunidad internacional unida", advirtió Macron. Steinmeier hizo un escalofriante mea culpa sobre la responsabilidad de su país y de sus compatriotas en una de las páginas más terribles de la historia de la humanidad. Añadió que le gustaría decir que es una página que ya se dio vuelta, pero que ahora está en duda a partir del recrudecimiento del antisemitismo y del racismo.
De regreso en el hotel, Alberto Fernández mantuvo dos actividades. La primera fue con el candidato de la oposición israelí, el ex general Benny Gantz, quien se mostró confiado en ganar. Lo que más sorprendió del encuentro a los argentinos fue que no notaron ninguna diferencia entre las posiciones de Gantz con las de Netanyahu. El candidato opositor habló pestes de Irán y hasta deslizó su preocupación por la posibilidad que Argentina derogue el decreto que declaró a Hezbollah una agrupación terrorista, cosa que Fernández ya descartó.
Luego de cenar, avanzada la noche fría y lluviosa en Jerusalén, Fernández dedicó unos tuits a destacar a Israel como "un país que impresiona por su modernidad y por su historia y cultura". "A nadie se le escapa que, para millones de personas, Israel fue una esperanza surgida sobre el horror del Holocausto. Fue el recordar la dimensión de esa tragedia, que por suerte nadie ha olvidado y que jamás debe repetirse, lo que me trajo a este país", comentó, para luego resaltar que Argentina vivió "su propia tragedia", en referencia a la dictadura militar. Pero la clave estaba en los siguientes tuits en los que entró en la cuestión Palestina, a la que todavía no había hecho mención durante el viaje. "Sé de lo complejo del tema, que lleva años sin solución. Pero nunca vamos a renunciar a soñar con la paz. Sé de lo complejo del tema, que lleva años sin solución. Pero nunca vamos a renunciar a soñar con la paz", concluyó.
Una muy cuidada crítica, pero crítica al fin, a la política israelí contra el pueblo palestino que tal vez cambie -o no- el clima en el que se desarrollarán los encuentros que mantendrá hoy con el presidente Rivlin y el premier Netanyahu, con los que concluirá su actividad oficial.