Los trabajadores suspendidos de General Motors (GM) recibieron ayer el apoyo de varios concejales rosarinos, quienes se comprometieron a acompañarlos mañana a la planta ubicada en Alvear para expresarles su solidaridad. Mientras los operarios volvieron a apuntar sus críticas al Sindicato de Mecánicos (Smata), algunos ediles propusieron convocar a una mesa de diálogo que integren el gremio, la empresa y funcionarios de los gobiernos provincial y municipal para que los trabajadores sean reincorporados. Además, los ediles avanzarán el viernes, luego que la intendenta Mónica Fein inaugure el período ordinario de sesiones, con un proyecto de declaración política. Los 350 trabajadores que fueron suspendidos por nueve meses piden la nulidad del acuerdo entre el gremio y la patronal porque consideran que una de las cláusulas habilita a despedirlos cuando finalice el período de suspensión.

En varios momentos al borde de las lágrimas, el grupo de trabajadores que fueron recibidos ayer en el Palacio Vasallo por los concejales María Eugenia Schmuck y Sebastián Chale (Radicales Progresistas), Juan Monteverde y Pedro Salinas (Ciudad Futura), Enrique Estévez (PS), Carlos Comi (ARI), Norma López (FpV), Fernanda Gigliani (IP), Martín Rosúa (UCR) y Celeste Lepratti (FSyP), relató el difícil momento que están viviendo.

En la esquina de 1º de Mayo y Córdoba, un buen número de operarios despedidos cantaban "tiremos el acuerdo, queremos trabajar".

Los trabajadores, que fueron al Concejo acompañados por el abogado Sebastián Sancevich, informaron que en una asamblea realizada el lunes por la tarde, de la que participaron cerca de mil operarios de la planta de Alvear, votaron en contra del acuerdo firmado por el Smata y GM. "Sentimos el apoyo de todos nuestros compañeros, hace ocho años que no se hace una asamblea, que no se actúa de manera democrática en la fábrica, y este hecho fue el causante que todos los trabajadores nos sintiéramos respaldados, porque no estaban de acuerdo con lo que se firmó a espaldas de los trabajadores", señaló Sebastián Romero, referente del comité de huelga que conformaron los suspendidos. 

Al momento de las propuestas, los ediles consensuaron ir mañana a las 14 -cuando cambian el turno- a la puerta de la planta de GM para apoyar el reclamo. Mientras se sucedían las críticas al acuerdo por las suspensiones, los concejales López y Monteverde plantearon buscar un acercamiento entre los operarios suspendidos y el gremio. La edila kirchnerista propuso convocar a Smata, la empresa y funcionarios de los ministerios de Trabajo nacional y provincial a una mesa de diálogo.

"Creemos que estar junto a ellos es estar también junto a los rosarinxs porque esta situación se repite en otros sectores de la sociedad y las fuentes laborales parecen estar en estado de alerta", señaló López.

En ese marco, Estévez propuso incorporar a la mesa a los integrantes de la Comisión de Asuntos Laborales de la Cámara de Diputados provincial. Por su parte, Comi planteó condicionar al gobierno provincial cualquier compra de vehículos a GM al mantenimiento de los puestos de trabajo.