El Ministerio de Defensa trabaja en la derogación de un decreto de Mauricio Macri que delegó en las Fuerzas Armadas facultades de la conducción política establecidas por el ex presidente Raúl Alfonsín tras la recuperación democrática.
Se trata de potestades que Macri transfirió a los jefes de las Fuerzas Armadas en 2016 y que les permitieron realizar designaciones directas de oficiales en cargos de media jerarquía, ordenar cambios de destino y aprobar calificaciones de egreso de escuelas e institutos. También los habilitó a decidir bajas y retiros obligatorios, otorgar ascensos a suboficiales, autorizar licencias y resolver cuestiones disciplinarias.
Alfonsín, por decretos de 1984 y 1985, estableció que esas decisiones son propias de la conducción política. “Ese decreto de Alfonsín es fundacional de la democracia argentina”, resaltó el ministro Agustín Rossi. La decisión fue cuestionada por el presidente de Brasil, el ex capitán Jair Bolsonaro, quien opinó que la Casa Rosada busca “dejar a los militares sumisos a las voluntades políticas e ideológicas del gobierno”.