La Policía Bonaerense volvió a irrumpir violentamente en una casa para arrestar a un cultivador de cannabis para fines solidarios. Esta vez le tocó a Lautaro Ferrero, un joven de 25 años del barrio de San Martín, que dividía su producción de marihuana entre consumo personal y la entrega gratuita a clínicas cannábicas que ayudan a pacientes con distintas patologías. La madre del detenido acusó a la fuerza policial de “actuar prepotentemente” y de “llevarse a mi hijo por defender una causa justa”. Además, una autocultivadora fue detenida en la localidad de General Lamadrid y aún permanece detenida.

“Rompieron la puerta de entrada e ingresaron amenazando. Parecían sacados del programa Policías en Acción.” Así explicó Alicia Ferrero, madre de Lautaro, el accionar de los efectivos policiales que ingresaron a su hogar el lunes pasado para arrestar al muchacho. Ella se encontraba con su hijo cuando los agentes arribaron por la mañana a su casa –tras una denuncia anónima– en búsqueda de Lautaro. Pero, cuenta la madre, los policías no se conformaron con la detención del chico: “Después que se llevaron arrestado a mi hijo, llegó otro patrullero y empezó a saquear todas las cosas de Lautaro. No sólo las plantas, sino los fertilizantes, los aparatos para medir la temperatura y el pH del agua. Incluso se llevaron focos de luces”, explicó Ferrero a PáginaI12.

En su casa del barrio de San Martín, Lautaro Ferraro realizaba desde hace años un cultivo cannábico indoor, una práctica de siembra que requiere cuidados extremos, entre los que se incluyen refuerzos diarios de nutrientes y la instalación de luz eléctrica para generar calor, durante las 24 horas del día, a las plantas de marihuana. Luego, la división de la cosecha de cannabis era bastante clara: una parte era utilizada para consumo personal y el resto Lautaro lo regalaba a la Clínica Cannábica de Córdoba, un centro de salud que reparte aceite de marihuana medicinal para asistir a enfermos epilépticos o con Parkinson, entre otras enfermedades. De comercialización de estupefacientes, nada.

“Mi hijo no es un narco. Regalaba su cultivo para gente que lo necesitaba y por eso, en la causa judicial no hay ningún dato o foto de él vendiendo o llevándose plata”, expresó a este diario Alicia Ferrero. La madre explicó que “siempre supe lo que hacía Lautaro” y agregó que “al igual que él, soy defensora del derecho al autocultivo con fines solidarios”.

Tras ser arrestado el lunes pasado, Lautaro continúa detenido en la Unidad Fiscal N°16, UFI especialista en estupefacientes, a cargo del fiscal Raúl Martínez. Allí, Ferraro es acusado de infracción al artículo 5º inciso A de la ley 23737, que castiga la siembra o cultivo, en este caso de marihuana, para la producción de estupefacientes. La pena mínima para este delito es de 4 años, sin diferenciar a un autocultivador de la producción que puede generar una banda de narcotraficantes.

El caso de Luciano no es ajeno a la tendencia judicial y policial actual. El jueves 23 de febrero, Nancy Faria descansaba junto a sus hijas adolescentes y su hijo de nueve años en su casa del pueblo bonaerense de General Lamadrid, cuando fue sorprendida por efectivos policiales que irrumpieron en su vivienda con una orden de allanamiento dictada por el juez Carlos Villamarín, del juzgado de Garantías N°1 de Olavarría. Mientras que la requisa policial “parecía digna de Hollywood, con varios patrulleros dispuestos a desenmascarar una banda de narcos”, según relató un vecino que prefirió no identificarse, los agentes se encontraron con un panorama totalmente opuesto: dentro de la casa no había más que dos plantas de marihuana –de las que Faria declaró que eran utilizadas para consumo personal–, que luego fueron secuestradas junto con el celular de la mujer.

Nancy fue detenida en plena requisa policial y trasladada a la comisaría local de General Lamadrid. Los familiares aseguraran que ni en la seccional ni tampoco en la fiscalía de Olavarría le brindaron datos precisos acerca de su arresto. Incluso, ellos explican que el defensor asignado por parte  del Estado “se encuentra de vacaciones” y que ni siquiera desde la Defensoría del Pueblo les atienden el teléfono. Hasta el cierre de esta edición, esta mujer, con tres hijos, continúa presa en la seccional policial. Ya son trece días los que Nancy se encuentra entre rejas por tener dos plantas de cannabis para consumo personal.

Tiempo atrás, el intendente de General Lamadrid, Martín Randazzo, inició una campaña para promover el autocultivo de marihuana medicinal. El proyecto tenía el apoyo de la Universidad de La Plata y el Conicet para la producción y distribución del extracto de la planta con uso terapéutico. “Aunque la municipalidad no quiere meterse en la detención de Nancy, este accionar policial es otra forma de apretar y desacreditar el proyecto propuesto en el Concejo Deliberante”, expresó un vecino de Faria y activista del autocultivo.