Minutos antes de las cinco de la tarde de un domingo deportivo que estaba destinado a centrarse en el debut de Miguel Ángel Russo en el banco de Boca o en los análisis tras el regreso de la Superliga, una noticia explotó como una bomba: Kobe Bryant, leyenda de la NBA y figura histórica de Los Angeles Lakers, había muerto durante la mañana de California, Estados Unidos, luego de que su helicóptero privado se estrellara en un trágico accidente sin sobrevivientes.
La conmoción y el dolor invadieron al mundo entero, mientras se viralizaban los clicks y las reacciones ante la noticia, que con el correr de los minutos sumó un dato para profundizar el dolor: eran nueve las personas que viajaban, incluido el ex basquetbolista, todas fallecidas tras el impacto y la posterior explosión... y entre ellas estaba también su hija, Gianna, de sólo 13 años.
El sitio estadounidense TMZ fue el que confirmó la muerte de la estrella que brilló en las últimas décadas: el accidente ocurrió cerca de las 10 (15 de Argentina) en la localidad de Calabasas, California, a unos 50 kilómetros al noroeste de Los Angeles. Según la declaración de testigos oculares al portal, el motor del helicóptero había emitido un sonido extraño antes de caer al suelo. Más allá de que la causa del accidente está aún bajo investigación, se conoció que el deportista utilizaba habitualmente su helicóptero Sikorsky S-76 para desplazarse.
La información iba actualizándose minuto a minuto y, en la tarde de Los Angeles, amantes del básquet y fanáticos de los Lakers comenzaron a reunirse en el Staples Center, el estadio del equipo donde Kobe Bryant los llevó a la gloria en cinco oportunidades, conquistando los anillos como campeón de la NBA en 2000, 2001, 2002, 2009 y 2010. Cuando llegaron allí, algunos ni siquiera sabían que su ídolo estaba casado con Vanessa y era padre de cuatro hijas: Gianna, Natalia, Bianca y la recién nacida Capri. Entre la multitud que iba conformándose, el dolor y la tristeza se traducían en abrazos, carteles que despedían a la leyenda del básquet y hasta ramos de flores de colores púrpura y oro, los de la franquicia donde supo hacer sus maravillas. Muchos iban con sus camisetas con los números 8 y 24, las dorsales que vistió Bryant y que fueron retiradas luego de su retiro.
Las redes sociales también fueron el escenario del masivo y mundial adiós que se le brindó al astro, ante la congoja de tener que despedirlo a los 41 años. "Devastado", escribió Manu Ginóbili, de algún modo representando la tristeza que se palpaba en nuestro propio país. Sin embargo, en todos los rincones del globo y desde los distintos deportes y universos, llegaban los cariños para su familia y el recuerdo de su grandeza deportiva. "Kobe fue una leyenda en la cancha y recién comenzaba lo que habría sido su significativo segundo acto. La pérdida de su hija Gianna es incluso más angustiante para los que somos padres. Michelle y yo enviamos amor y nuestras oraciones a Vanessa y a toda la familia Bryant en este día inconcebible", se expresó, también mediante un tuit, el ex presidente Barack Obama, otro de los que se manifestaron virtualmente.
Avanzada la tarde, Alex Villanueva, alguacil del condado de Los Ángeles, ofrecía una conferencia de prensa en la que, por "respeto" a los familiares no quiso confirmar la identidad de ninguno de los nueve fallecidos en el accidente. Más allá de sus palabras, Alicia Weintraub, alcaldesa de Calabasas, había indicado previamente en un comunicado que Bryant era uno de los fallecidos. Aunque los datos de los demás pasajeros y del piloto siguen sin conocerse, medios locales informaron que también iban a bordo de la aeronave una amiga de "Gigi" y el padre de ésta, y que el helicóptero se dirigía a la Mamba Academy, un centro de entrenamiento para jóvenes deportistas que el propio ex escolta abrió en 2018.
Mientras iban revelándose nuevos detalles de la tragedia, la pelota naranja empezó a rodar. La NBA decidió no suspender la jornada y, entre los ocho juegos programados para la jornada del domingo, en el encuentro entre Denver Nuggets y Houston Rockets los jugadores debieron salir al Pepsi Center a menos de una hora de que se conociera la noticia. Lo hicieron con una cinta negra en sus camisetas en señal de duelo y también se realizó un minuto de silencio en honor a su memoria.
"Por 20 temporadas, Kobe nos mostró lo que es posible cuando un talento notable se mezcla con una devoción absoluta por ganar -lo recordó Adam Silver, comisionado de la NBA, en un comunicado-. Fue uno de los más extraordinarios jugadores en la historia de nuestro juego, con logros legendarios: cinco veces campeón de la NBA, reconocido jugador más valioso, 18 veces integrante del equipo de las estrellas y dos veces campeón olímpico. Pero siempre será más recordado por inspirar a personas de todo el mundo a tomar una pelota de básquetbol y competir a lo máximo de sus posibilidades".
Algo de esa inspiración quedó plasmada como una huella en la última aparición pública de Kobe -que debutó en la temporada 1996-1997 y se retiró hace cuatro años- en las redes sociales. Sólo unas horas antes de la tragedia, había felicitado a la actual estrella de los Lakers, LeBron James, quien lo superó como el tercer máximo anotador de la historia de la NBA en un partido el sábado pasado contra Philadelphia 76ers. "Sigue llevando el básquetbol a lo más alto, @KingJames. Respeto, hermano", le había escrito en un tuit.
En vuelo mientras se daba a conocer la noticia, James se enteró de la muerte de Bryant en pleno aeropuerto de Los Angeles, al regreso de Filadelfia. Allí se lo vio visiblemente conmovido, caminando con la cabeza gacha, y se abrazó con dos personas.
La noche de un domingo triste se venía encima, mientras la noticia seguía desarrollándose y miles de fanáticos improvisaban sus altares en el estadio de los Lakers. También la acción de juego seguía, con los partidos programados, aun con varios de sus protagonistas sin poder contener las lágrimas en sus ojos. Pj Tucker, jugador de los Rockets, salía a la cancha con un cariñoso homenaje en sus pies: en sus zapatillas, había escrito "RIP KB" y "Te amo KB24", con un fibrón negro. Con un poco más de tiempo, los jugadores de New Orleans Pelicans salieron a disputar el encuentro ante Boston con el nombre Kobe bordado en sus calzados.
Y en el medio de ese inmenso dolor que inundó al mundo del deporte con su muerte, una imagen expresó el sentir de la mayoría en su recuerdo del inolvidable Kobe Bryant: entre algunas de las muestras de cariño alrededor del Staples Center, alguien ubicó una pelota en el piso y le dejó al lado un ramo de flores. Ella y cualquiera que ame el básquet lo llora y lo va a extrañar.