El director teatral y psiquiatra Hugo Urquijo, figura emblemática del teatro argentino y esposo de la actriz Graciela Dufau, falleció este domingo a los 75 años a causa de un paro cardíaco. Sus restos serán velados este lunes en el teatro Cervantes. Según informaron desde la cuenta oficial del Multitabarís, Dufau —de 77 años— sufrió una descompensación y tuvo que ser llevada al sanatorio Los Arcos, en Palermo.

El ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer, expresó sus condolencias a través de Twitter: "Con profundo dolor nos enteramos del fallecimiento de Hugo Urquijo. Un hombre imprescindible de nuestra cultura y un ser humano extraordinario. Acompañamos en el dolor a toda su familia. Quedará como un ejemplo de artista entre todos nosotros". Por estos días Urquijo era uno de los posibles candidatos para asumir la dirección del Teatro Nacional Argentino – Teatro Cervantes (TNA-TC), que finalmente quedó a cargo de Rubén D'Audia y Sebastián Blutrach.

Urquijo se graduó en la Universidad de Buenos Aires en 1966 y obtuvo su título de médico psiquiatra en 1973, luego de ser residente bajo la jefatura de Mauricio Goldenberg. Paralelamente a su actividad médica, desarrolló su formación teatral como actor: en Argentina con Augusto Fernándes y en Estados Unidos con Lee Strasberg.

Fue uno de los directores teatrales más destacados de la escena porteña, y sus creaciones se han caracterizado siempre por una peculiar intuición para trasladar a escena el universo de dramaturgos tan disímiles como Samuel Beckett, Harold Pinter, Bernard Shaw o Tennessee Williams. Este último fue sin duda uno de los autores más importantes en la carrera del director, quien montó dos veces El zoo de cristal (en 1976 y 1992) y Un tranvía llamado Deseo (en 1985).

En el Teatro San Martín ha montado Seis personajes en busca de autor (1976), de Luigi Pirandello; Casas de viudos (1977), de Bernard Shaw; Esperando a Godot (1979), de Samuel Beckett; Viejos tiempos (1980), de Harold Pinter; Noches blancas (1981), de Fiodor Dostoievski; De repente el último verano (1999), de T. Williams; Platonov (2003), de Anton Chejov y Democracia (2006) de Michael Frayn. Además, en 1981 participó de Teatro Abierto con la obra Desconcierto de Diana Raznovich, y estrenó obras de autores argentinos como Pacho O’Donnell, Jorge Palant y Daniel Dalmaroni.

En 2006 dirigió la puesta en escena de la primera obra teatral del premio Nobel Gabriel García Márquez, Diatriba de amor contra un hombre sentado, estrenada en el TNA-TC y protagonizada por su esposa. Entre los creadores contemporáneos admiraba a David Mamet, de quien el año pasado dirigió La culpa en el Centro Cultural de la Cooperación. Urquijo fue reconocido por su labor en numerosas ocasiones, con premios como el María Guerrero, Leónidas Barletta, Estrella de Mar y ACE, en el rubro de Mejor Dirección.

La noticia sobre su muerte tuvo amplia repercusión en redes sociales, donde muchos artistas y personalidades de la cultura nacional manifestaron su dolor. El coreógrafo y director teatral Ricky Pashkus escribió: "Nos conocíamos desde hace tanto... tanto. Sus queridos amigos sabemos de su noble trayectoria y amorosa pasión. Su amada Graciela lo llevará siempre. Mi cálido recuerdo”. Alicia Castro, ex embajadora del Reino Unido, expresó: "Triste noticia: ha muerto sorpresivamente Hugo Urquijo. Casado con la actriz Graciela Dufau. Excelente director teatral, destacado psiquiatra. Persona brillante, comprometida y leal, también un amigo imprescindible; deja un gran vacío entre quienes disfrutamos de su amistad". El periodista cultural Osvaldo Quiroga escribió: "Desde México el más fuerte y sincero abrazo para Graciela Dufau. La muerte de Hugo Urquijo me deja con una enorme tristeza. Hombre de teatro excepcional, a lo largo de la vida compartimos muchísimos encuentros". Por su parte, la actriz Adriana Salonia, quien el año pasado trabajó bajo su dirección en La culpa, expresó: "Despido a mi maestro Hugo Urquijo como siempre lo recordaré, trabajando juntos para cumplir un sueño más".

A propósito del estreno de la obra de García Márquez estrenada en 2006, el director declaró en una entrevista con Página12: “Los textos suelen tocarnos en algún lugar. El arte abre puertas y ventanas al pasado y al presente de quien lo practica. A veces pienso que elegimos este oficio para intentar ampliar el conocimiento de nosotros mismos”.