El Movimiento Al Socialismo (MAS), el partido del expresidente Evo Morales, encabeza la intención de voto de cara a las elecciones presidenciales del tres de mayo en Bolivia. El partido del exgobernante, refugiado en Argentina desde el jueves 12 de diciembre, alcanza un 26 por ciento de apoyo. Le siguen el ultraderechista Luis Fernando Camacho y el expresidente Carlos Mesa, ambos con 17 por ciento en intención de voto. La autoproclamada presidenta Jeanine Añez, que recientemente anunció que participará de los comicios, aparece con el 12 por ciento. Los datos surgen de una encuesta divulgada por el diario Página Siete.
El estudio, elaborado por Mercados y Muestras, se realizó entre los días 9 y 13 de este mes, por lo cual la ficha de preguntas no incluía el nombre del candidato del MAS, el exministro de Economía, Luis Arce , quien fue proclamado como candidato después de esa fecha. En cambio, el sondeo incluyó la candidatura de la presidenta del gobierno de facto, Jeanine Añez , que figura con 12 por ciento, pese a que recién el viernes pasado anunció su postulación.
La candidatura de Añez tomó por sorpresa a la opinión pública boliviana. El presidente derrocado de Bolivia, Evo Morales, destacó que "su candidatura para las elecciones muestra que su único afán al arrebatar el poder fue rifar nuestros recursos estratégicos".
Incluso desde la oposición al masismo se sumaron voces críticas. El expresidente y actual candidato presidencial Carlos Mesa dijo que Añez "comete una gran equivocación" al postularse. "El encargo y objetivo único de su mandato es administrar con neutralidad y garantizando que el Estado que representa no utilizará recursos en función de una candidatura, menos en una candidatura personal", agregó.
Más abajo en la encuesta de Mercados y Muestras, figura el pastor evangélico coreano-boliviano Chi Hyun Chung con 6 por ciento (una de las sorpresas en las elecciones del pasado 20 de octubre, donde finalizó tercero detrás de Morales y Mesa). Finalmente, el expresidente de derecha Jorge "Tuto" Quiroga aparece con 3 por ciento.
El politólogo Marcelo Silva afirmó a Página Siete que el MAS conserva un "voto duro" basado en reivindicaciones indígenas y campesinas, y radicado principalmente en las zonas rurales y suburbanas. "En el ámbito de las ofertas políticas ningún partido llena las expectativas de estos sectores y es difícil pensar que ese voto va a migrar a otra opción política", expresó Silva.
El analista advirtió que, sin embargo, ese voto duro está "deflacionado" tras los comicios del 20 de octubre pasado (por las sospechas de fraude luego de una denuncia de la OEA ). Por otra parte, señaló que las posibilidades del masismo se ven beneficiadas por la dispersión de sus adversarios de derecha, que por ahora están fragmentados en cinco candidaturas diferentes.