La dirigencia palestina les pidió a los líderes mundiales que "se opongan" al tan esperado acuerdo de paz de Donald Trump mientras el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y su rival electoral Benny Gantz volaban a Estados Unidos para discutir el acuerdo.
Al hablar en la apertura de la reunión semanal del gabinete, el primer ministro palestino, Mohamed Shtayeh, dijo que los palestinos han rechazado el llamado acuerdo del siglo porque "no es más que un plan para acabar con la causa palestina".
En Washington, a pesar del rechazo, Trump se reunió con los dos líderes israelíes en la víspera a que se conozcan los detalles del plan.
Las supuestas filtraciones publicadas en los medios israelíes parecen muy favorables para Israel. Incluyen que Israel reciba el control total sobre toda la ciudad en disputa de Jerusalén, así como el derecho a anexar casi todos los asentamientos israelíes en la Cisjordania ocupada, que se consideran ilegales según el derecho internacional.
Shtayeh dijo que el plan solo tenía la intención de proteger a Trump y a Netanyahu de los desafíos políticos y legales que enfrentan actualmente. "Este plan es proteger a Trump de ser acusado y proteger a Netanyahu de ir a la cárcel, y no es un plan de paz", dijo.
"Lo rechazamos y exigimos a la comunidad internacional que no sea su socio porque contradice los principios básicos del derecho internacional y los derechos palestinos inalienables", agregó.
Dijo que organizaría reuniones para discutir su respuesta oficial con el presidente Mahmud Abbas, quien aparentemente había rechazado las propuestas de los mediadores en las últimas semanas para organizar una llamada telefónica con Trump.
Los palestinos cortaron el contacto con Estados Unidos hace dos años después de que Washington anunciara que trasladaría su embajada en Israel a Jerusalén, reconociendo a la ciudad en disputa como la capital de Israel.
También denunciaron rotundamente un plan de reactivación económica de 50 mil millones de dólares presentado por el yerno de Trump, Jared Kushner, en julio pasado, que evitó confirmar el derecho palestino a ser un Estado.
También hubo voces de preocupación en la región. La vecina Jordania, que junto con Egipto es uno de los dos estados árabes que tienen tratados de paz con Israel firmados en la década de 1990, dijo que la anexión del Valle del Jordán ocupado, como se comprometió a hacer Netanyahu, "hará estallar el proceso de paz".
Los grupos de derechos humanos, incluido Oxfam, también advirtieron que podría "debilitar las perspectivas de paz" y calificaron el acuerdo como "una hoja de ruta hacia la ocupación permanente".
Sin embargo, los israelíes han elogiado las iniciativas y los planes de Trump que atraen especialmente a la base de apoyo pro-colono de derecha de Netanyahu.
Antes de su vuelo a Washington el domingo por la noche, el primer ministro israelí dijo que esperaba "hacer historia" durante la visita. "Voy a Washington con un gran sentido de propósito, una gran responsabilidad y una gran oportunidad, y espero que podamos hacer historia". E invitó a varios líderes de colonos a unirse a él en Washington para la implementación del plan.
Gantz, cuya alianza de centro azul y blanca ha estado al mismo nivel que el partido Likud de Netanyahu en las últimas dos elecciones, también aterrizó en Estados Unidos para reunirse con Trump este lunes. Fue la primera vez que un político israelí que no ocupa un puesto en el gobierno participa en una reunión privada con un presidente estadounidense durante la campaña electoral.
Una fuente le dijo a Reuters la semana pasada que el hecho de que Netanyahu y Gantz estuvieran al tanto de los detalles tenía como objetivo desactivar cualquier sugerencia de que Trump podría estar favoreciendo a un candidato sobre el otro antes de las elecciones generales de Israel, que serán en marzo.
De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Páginal12. Traducción: Celita Doyhambéhère