El ministro de Economía, Martín Guzmán, se reunió este martes en Nueva York con el jefe de la misión argentina del Fondo Monetario, el venezolano Luis Cubeddu, y dio inicio formal a las negociaciones para reestructurar los vencimientos con ese organismo. Es la primera vez que se encuentran cara a cara con Guzmán como funcionario. La anterior visita había sido antes de que Alberto Fernández lo designara en el cargo. “Estamos analizando pasos a seguir para la negociación, es un proceso para resolver la crisis de manera integral”, aseguró el ministro, manteniendo el mismo hermetismo que exhibió el día anterior al salir de la reunión con banqueros e inversores privados. Cubbedu devolvió gentilezas y afirmó que el encuentro fue “bastante constructivo y productivo”. Guzmán se reunirá el 5 de febrero con la titular del Fondo, Kristalina Georgieva, durante su participación en un foro económico en Roma, según confirmaron desde el organismo multilateral.
“El intercambio de hoy fue una oportunidad para continuar el diálogo en curso, escuchar del ministro los planes económicos de las autoridades argentinas e intercambiar visiones sobre el análisis de la sostenibilidad de la deuda. Ambas partes reiteraron su disposición a continuar el diálogo en las próximas semanas, incluso el 5 de febrero, cuando la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, se reunirá con el ministro Guzmán en los márgenes de un seminario organizado por el Vaticano. También, se espera una visita de la Misión del FMI a la República Argentina en febrero para seguir el intercambio”, confirmó en un comunicado el vocero del Fondo Monetario, Gerry Rice.
El proceso de reestructuración de la deuda viene avanzando en negociaciones con el sector privado por vías informales, hasta ahora. La visita al Fondo Monetario, además de tratar específicamente cómo continúa la relación tras la caída del acuerdo de 2018, busca algún tipo de aval al intento de reestructuración con los acreedores privados. Para ello, el organismo que conduce Georgieva exige algún programa económico, proyecciones de gastos y recursos y de manejo de la política monetaria, una serie de aspectos que, a la vez, están supeditados al tipo de acuerdo que se alcance con los acreedores. Según anticipó el equipo económico, la intención es llegar a un acuerdo con los tenedores de deuda bajo jurisdicción extranjera y extender la propuesta a los bonistas con títulos con ley argentina. La estrategia del canje es conseguir una extensión de los plazos de vencimiento y reducir la tasa de interés, lo que implicará una baja del valor presente de ese pasivo. El éxito en ese recorte es vital para poder proyectar las necesidades financieras futuras.
En estos términos presentó su propuesta Guzmán, quien estuvo acompañado por Sergio Chodos, representante argentino para el Cono Sur ante el Fondo, en su encuentro con Cubbedu. Junto al venezolano estuvo presente la directora adjunta del Departamento para el Hemisferio Occidental, Julie Kozack. Fue la primera reunión de alto nivel, más allá de los trabajos conjuntos que se llevan a cabo en Buenos Aires con los enviados del organismo instalados en el país desde 2018, cuando el macrismo firmó el stand by por 57.000 millones de dólares, de los cuales ya desembolsó 45.000 millones que terminaron fugándose.
Según fuentes oficiales, el proyecto de ley de Restauración de la Sostenibilidad de la Deuda Pública Externa enviado al Congreso la semana pasada y su eventual aprobación fue parte clave de esta etapa. “Durante la reunión, Guzmán expuso los lineamientos generales del plan económico del gobierno nacional para salir de la crisis y brindó detalles de las medidas adoptadas hasta ahora. Fue una reunión muy buena con el Fondo. Creo que Luis también lo expresó así a la salida de la reunión”, relató una fuente desde Washington respecto a los dichos de Cubbedu. La reunión, que había comenzado pasado el mediodía, finalizó después de las 15 (hora argentina). “Fue un encuentro bastante productivo, muy constructivo, con el ministro. Estuvimos más de una hora”, destacó Cubeddu a la salida del consulado argentino en Nueva York, donde se llevó a cabo el encuentro. “Dentro de todo, extremadamente positivo. Tuvimos una muy buena conversación y comenzamos a elaborar los pasos a seguir”, señaló el jefe de la misión del FMI.
En paralelo, los tenedores privados de deuda argentina también exigen mayores precisiones sobre el rumbo económico. Nuevamente, el equipo económico tiene las mismas limitaciones para hacerlo, al menos públicamente, ya que cualquier estimación dará cuenta del objetivo de quita de valor presente al que aspira Guzmán. Si bien las propuestas se están discutiendo, las negociaciones con el Fondo se aceleraron para contar con su aval a la reestructuración.
La atención por estas horas está puesta en la provincia de Buenos Aires, y cómo resulte su propuesta de diferir el pago de amortización de parte de su deuda. Esto marcará el ritmo de la negociación a nivel nacional. En ese sentido, Guzmán también tiene previsto una reunión con representantes del Departamento del Tesoro, con el objetivo de lograr el apoyo del gobierno de Donald Trump en la negociación con el Fondo. También puede ser una carta fuerte en la negociación con los bonistas privados, dado que no se descarta un nuevo ataque de fondos buitre aprovechando que durante el macrismo se volvió a resignar soberanía en la emisión de deuda. Según anticipó Bloomberg, Dennis Hranitzky, el abogado que asesoró a Paul Singer, titular del fono buitre Elliot, está creando un grupo de tenedores de bonos de Argentina que ahora totaliza unos 20 fondos para volver a litigar eventualmente contra el país.