Lucas Ghi volvió a ser intendente de Morón de la mano del Frente de Todos. Y frustró el intentó de Cambiemos de transformar la comuna, donde vivía la ex gobernadora María Eugenia Vidal y que había pasado a comandar su ex marido Ramiro Tagliaferro, en su bastión del oeste del conurbano bonaerense. “Hubo un desinterés y desapego de la gestión anterior por aquellos sectores del municipio donde ellos entendían que su base social no acudía: el hospital público, la escuela pública. El problema es que fruto de esta descomposición también golpearon a los sectores medios que en algún momento lo acompañaron”, explica Ghi sobre el triunfo electoral.
Ahora deberá hacer frente a una deuda heredada de 1200 millones de pesos (más del 20 por ciento del presupuesto), un hospital devastado, unas 2500 familias por debajo de la línea de indigencia, el cierre de 600 comercios y un parque industrial paralizado. “Vamos contra el hambre, la pobreza y la desigualdad, para llegar a niveles de equidad que la Argentina tuvo. Hoy hay un alto grado de descomposición. Y queremos hacer una gestión municipal que vuelva a construir un perfil identitario muy signado por la transparencia, la participación y la planificación”, sostiene en diálogo con PáginaI12 el intendente que le sumó la paridad de género a su gabinete municipal.
--¿Por qué ganaron la elección?
--Se ganó porque hubo una buena síntesis política, donde logramos confluir, como a nivel nacional y provincial, sectores que veníamos transitando por veredas distintas. Pero también porque hay un registro que valora la experiencia de los gobiernos de los años anteriores (dos mandatos de Martín Sabbatella y uno de Ghi). El desafío es consolidar eso.
--¿Con qué se encontraron en Morón tras cuatro años de Cambiemos?
--Nos encontramos con un Estado extremadamente condicionado en su capacidad de hacer. Un fenómeno que está presente también en la provincia y la Nación, que tiene que ver con la deuda muy cuantiosa, no solo en términos económico-financieros sino también sociales. Tenemos una estimación de 1200 millones de pesos de deuda a proveedores que aportaron algún bien o servicio al Estado municipal, que tienen la documentación y pueden exigir el pago de ese documento. La deuda representa un poco mas de un 20 por ciento del presupuesto que representan los recursos de libre disponibilidad que tiene el municipio para hacer durante todo un año.
--Entonces el municipio no tiene recursos para emprender ninguna otra tarea.
--Si quisiéramos pagar la deuda en el transcurso de un año, tendríamos que cerrar las ventanas, discontinuar todo los servicios, honrar los compromisos con todos esos proveedores, levanta la basura y nada mas. Cosa que no se va a hacer. Hicimos una convocatoria a los acreedores, vinieron más de 400 personas con respectivas acreencias y vamos a hacer propuestas a cada uno de ellos, porque nosotros nos hacemos cargo de la continuidad jurídica del Estado. Pero no lo vamos a hacer en desmedro de prestaciones muy sensibles que requiere nuestra comunidad, como reconstruir el hospital municipal.
--¿Que otras cosas son prioridad?
--Morón no tenía comedores comunitarios. Nos fuimos en 2015 con un montón de problemas, pero la mesa era una realidad familiar y en estos 4 años afloraron 50 comedores comunitarios. La idea es que con el Plan Alimentar la mesa vuelva a ser una realidad para nuestras familias. Que comer este resuelto.
--Nombró distintas partes del deterioro ¿de que forma se manifiestan las otras?
--En Morón cerraron 600 comercios en estos 4 años, si caminás las principales arterias comerciales, tenés uno o dos locales por cuadra cerrados. En 2015, el Parque Industrial La Cantábrica tenía una demanda que no podíamos satisfacer, con emprendimientos productivos que querían instalarse y no teníamos lugar, por eso estábamos trabajando con el Estado nacional para que cedan parte de los terrenos que están contiguos al ferrocarril para poder ampliarlo. Ahora no solo no se amplió el Parque Industrial sino que hay naves vacías, con empresas que ya no están operando allí.
--¿Cuáles son las perspectivas?
--Esperamos dentro de un año tener otros problemas, pero que logremos reconvertir estos espacios comunitarios. Estimamos que en Morón hay 2500 familias por debajo de la línea de indigencia. Queremos que los 600 comercios que cerraron vuelvan a abrir, que por lo menos son 600 fuentes de trabajo, que es actividad, consumo, tasas que ingresan al municipio y que el Parque Industrial vuelva a tener producción plena.
--Hace pocos días con el ministro de Desarrollo, Daniel Arroyo, pusieron en marcha el Programa alimentar en Morón. Cuántas tarjetas recibió el municipio?
--Recibió 6 mil tarjetas que alcanza un universo de 11 mil personas, de acuerdo a la cantidad de niños que tiene cada familia, y que alcanza a las mujeres embarazadas desde el tercer mes, mas personas de cualquier edad con discapacidad o que cobren la Asignación Universal.
--¿Alcanza para la situación que vive el municipio?
--No, no alcanza. Pero nos ayuda a estar mas cerca y descomprimir un poco, la situación es crítica.
--¿Qué barriadas son las mas golpeadas?
--Morón y Castelar Sur, un sector de El Palomar, fundamentalmente concentrada en el barrio Carlos Gardel.
--¿Y con lo demás?
--Te decía que no alcanza. Pero ninguna medida aislada va a lograr revertir la situación. Vemos sí que hay un conjunto de medidas que forman parte de una orientación general que uno tiene expectativas que en el mediano plazo ayude a revertir el escenario. La tarjeta forma parte de esa agenda que no solo ayuda a recomponer el perfil alimentario de la familia, pero también tiene un impacto en el entramado comercial, porque son 30 millones de pesos que se vuelcan mes a mes en Morón.
--¿Cuál es la situación del hospital municipal?
--El hospital que estaba paralizado volvió a funcionar. Los profesionales llegaron a judicializar la situación porque no contaban con los elementos mínimos para trabajar. Estamos recomponiendo el stock de la farmacia, la situación edilicia. Hablamos con el ministro de Salud Ginés González García: hay decisión política de articular esfuerzos para optimizar los recursos y minimizar los tiempos de intervención.
--¿Que imagina para el futuro de Morón?
--Volvemos con un Estado municipal que va a poner especial énfasis en la inclusión que tiene tres grandes estadios: vamos por el hambre, la pobreza y la desigualdad, para llegar a niveles de equidad que la Argentina tuvo y hoy está totalmente descompuesta. Y una gestión municipal que vuelva a construir un perfil identitario muy signado por la transparencia, la participación y la planificación.
"Transparencia y honestidad"
--La administración que se fue llegó al municipio con la bandera de la transparencia y la honestidad, pero terminó con hechos de corrupción graves, varios de ellos judicializados. ¿En que situación están esos casos?
--Hay una en manos de la justicia que tiene que ver con un mecanismo, una modalidad de entrega de licencias de conducir que ha vulnerado los procesos establecidos para hacerlas. Hemos detectado un patrón, ya son mas de 100 los casos: personas que no tiene domicilio en nuestra localidad, muchas de ellas que no tienen nacionalidad argentina pero que lograban obtener la licencia. Que si bien es válida, lo que está viciado de nulidad es el proceso. Todavía no podemos decir cuántas porque todos los días nos encontramos con mas casos. Había un sistema paralelo: los que obtenían la licencia irregular pagaban la contraprestación de entre 3 y 7 mil pesos que no iban a rentas generales. Además de una causa escandalosa de utilización de los recursos y materiales municipales para la campaña pectoral. Facturas por arreglos en el obrador municipal para reparar equipamiento que no están arreglados, con sumarios en curso.
--¿La municipalidad de Morón tiene que pagar la campaña electoral de 2019 de Ramiro Tagliaferro?
--Es escandaloso. Tenemos proveedores que nos están exigiendo el pago, que no está computado en la deuda exigible, por gigantofragías de campaña el municipio les iba a pagar. Cosa que el estado municipal no va a pagar, obviamente.