En el marco de una edición del FIBA que tiene un eje entero dedicado a la problemática de género, el Teatro San Martín fue sede de una jornada que tuvo como objetivo visibilizar la desigualdad de oportunidades en las artes escénicas. Se trató de la primera presentación oficial -de manera grupal y con su manifiesto- de la Colectiva de Autoras, una organización “independiente y autoconvocada” formada por más de 200 autoras de teatro, cine, televisión, composición coreográfica, musical y audiovisual. Fiel al espíritu del festival, la actividad tuvo mucho de intervención, puesto que las trabajadoras bajaron sus lineamientos en una performance en la que recitaron su realidad acompañadas por música en vivo y un video.
“Creen que no somos lo suficientemente buenas en lo que hacemos. Somos más donde no nos pagan. Sector privado, colegas, los invitamos a incrementar la igualdad de oportunidades y evitar la discriminación, el paternalismo, la violencia y el acoso”, denunció la veintena de autoras que participó de la performance, que reveló algunos datos significativos: mientras que en el circuito oficial el porcentaje de autoras aumentó del 19 al 41 por ciento de 2015 a 2018, en el comercial el porcentaje se mantuvo invariable en el 20 por ciento desde 2015. En el independiente, al ser autogestivo, se está más cerca de la paridad.
Hacia allí quieren llegar, pero en todos los circuitos. Por eso, según revelaron, trabajan en un proyecto de ley para las artes escénicas. Están en una primera etapa: la de pensar su objeto. ¿Sus inspiraciones? Una normativa similar vigente en España y la reciente ley de cupo en festivales musicales. “De todos modos la ley sería un primer paso. El cambio es cultural, hay que llevarlo a todos lados”, sentenciaron durante la presentación.