La automotriz Renault decidió reflotar los estudios para la producción de una pickup en su planta industrial de Santa Isabel, en la provincia de Córdoba, como parte del proyecto que ya permite la fabricación de un modelo similar de la marca Nissan. El proyecto, que demandó una inversión de 600 millones de dólares, permite desde el segundo semestre de 2018 la producción de la Nissan Frontier.
Voceros de Renault aseguraron que “el proyecto Alaskan está demorado debido a las condiciones de mercado no muy favorables de los últimos 18 meses, pero la inversión está hecha y lista para ser retomado, para lo cual se reiniciaron los estudios de producción”. La nueva planta de Santa Isabel está preparada para la producción de 70.000 unidades por año, por lo que el lanzamiento del modelo de Renault permitiría aprovechar la capacidad ociosa con algunos reajustes que no demandarían una nueva inversión.
Durante 2019, se llegó a mencionar al respecto -pero nunca admitido oficialmente por las automotrices- la posibilidad de sumar al proyecto una camioneta Mitsubishi, marca que forma parte de la alianza global junto con Nissan y Renault. Si bien el mercado local no tiene perspectivas de una recuperación inmediata luego de una caída del 43% en las ventas durante 2019, ciertas condiciones locales permitirían definir el proyecto, además de la perspectiva de la recuperación del mercado brasileño.
De concretarse el inicio de producción en la planta cordobesa, que cumplirá 65 años en los próximos meses, se sumará una nueva pick de industria nacional, lo que ratificaría la tendencia a la especialización y complementación que atraviesa las industrias de Argentina y Brasil. Alaskan se sumaría así a las pick ups Toyota Hilux que se fabrica en la planta bonaerense de Zárate, y que en 2019 volvió a liderar las ventas en todos los segmentos; la Volkswagen Amarok y la Ford Ranger que salen de las terminales de General Pacheco, y la Nissan Frontier desde Córdoba.
El desarrollo de proveedores locales para este tipo de unidades comerciales es uno de los puntos más importantes para la fabricación de pick ups, lo que permitiría acentuar la especialización durante la próxima década, incluso con la incorporación de motorizaciones híbridas. La marca japonesa se propuso con el modelo Frontier un porcentaje de componentes locales superior al 30% y que progresivamente se irán incrementando a medida que avance la producción, siendo un claro objetivo alcanzar al menos el 40% en el corto plazo.