Existe una situación de emergencia económica de gravedad que nadie debe desconocer y su resolución depende de las medidas que tome el Gobierno, aunque también de las propuestas y acciones que desde el sector privado podemos realizar.
El equilibrio en un momento de crisis necesita de la capacidad de adaptarse a una flexibilidad momentánea, sin caer en la incertidumbre ni en la inseguridad jurídica. En materia de comercio exterior se necesita avanzar en soluciones inmediatas, aún con medidas circunstanciales, para asegurar una recuperación en materia de exportaciones de mediano plazo.
Durante 2019 hubo un récord de pérdida de mercados y de ventas para las Pymes manufactureras, que puso en riesgo el complejo entramado industrial de las fábricas que necesitan de rentabilidad para producir, generar puestos de trabajo y competir en medio de una guerra comercial que requiere de una alta competitividad de los países.
Con un escenario complejo, las industrias Pymes creemos importante evitar un discurso a favor de la quita de impuestos a las exportaciones que dispararía un desfinanciamiento del Estado nacional, en momentos en que necesita recursos para afrontar las obligaciones externas, las demandas sociales internas y además dar un marco de crecimiento a la actividad económica para salir de la recesión heredada.
Desde Industriales Pymes Argentinos (IPA) creemos que una mayor recaudación por parte de la administración central a través de las retenciones favorecerá a la ansiada recuperación, y por eso proponemos desandar medidas que afectaron las exportaciones y llevaron a una caída en materia de ingreso de divisas, como también restituir otras que demostraron en momentos de crisis ser dinamizadoras de inversiones.
Ese camino se recorre con una diferenciación que favorezca a aquellos sectores que generan mano de obra de calidad y previsibilidad de inversión. Para ese fin existen dos herramientas clave para el desarrollo de la producción fabril: una política de reintegros del 10 por ciento a las ventas al exterior, y la recomposición al 14 por ciento del bono por la fabricación nacional de bienes de capital, que durante la gestión anterior se redujo al 8 por ciento.
Entendemos que la excelente opción de reindustrializar el país merece una política de reconstrucción de las Pymes manufactureras, que durante el año pasado perdieron el 10 por ciento de su capacidad de exportar. Su recuperación será un factor central para la creación de nuevos empleos y la reducción sostenida de la pobreza gracias al efecto multiplicador de ganancias que generan los sectores ligados al agregado de valor.
De este modo, lejos de favoritismo a sectores afines a un gobierno, lo que se beneficiará es la reconstrucción de un tejido laboral que multiplicará la recaudación fiscal gracias a una mayor liquidación de ganancias por la elevación de las ventas al exterior, y una creciente masa de trabajadores que también realizarán aportes mayores al Estado.
Así, se construirá un círculo virtuoso que fortalecerá la figura de un Estado que debe dar respuesta a las necesidades de la sociedad, que confía en la tarea de poner en marcha positiva a la economía, y permitirá al mismo tiempo que los industriales pymes exportadores recobren un rol de generación de riquezas para el país.
Con estas medidas se podrá recobrar la rentabilidad de las Pymes industriales, lo que proveerá de certidumbre en los negocios, multiplicará las inversiones y se volverá en un mercado atractivo para apostar. Un negocio que nos servirá a todos.
* Presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA).