Mientras que el Diccionario de la Real Academia Española define al adjetivo “bellaco” como “malo, pícaro y ruin” o "astuto y sagaz”, el rapero Residente explica lo que significa en su país: “Tiene una connotación sexual, porque alude a cuando estás ‘caliente’, como dicen aquí”. Pero aunque el primer single de su segundo disco solista, “Bellacoso”, debería ahondar en esa temática, el hombre nacido como René Pérez Joglar tira abajo todo tipo de especulación: “Si bien 'Bellacoso' está vinculado al sexo, no necesariamente pasa por lo sexual. Por eso la letra dice: ‘Bellaco, pero sin acoso’. Implica el consentimiento mutuo y no ofende a nadie. Es una línea para usarla en las camisetas. Lo iba a presentar en los premios Billboard, en el Time Square, y al final cancelé. No me daba la cara sacar un tema festivo en medio de todo lo que atravesaba mi país. En un posteo que hizo alguien, dije que si Ricky (Rosselló, en aquel momento Gobernador de la isla) renunciaba, estrenaba una canción al día siguiente. Y tuve que hacerlo porque nunca pensé que se iría”, recuerda.
Como si se tratara de una encarnación de su mega éxito “Atrévete-te-te”, el exfrontman de Calle 13, en complicidad con Ricky Martin y Bad Bunny, fue la cara artística de las manifestaciones, conocidas con el nombre de “Somos más”, que en agosto pasado devinieron en la renuncia del gobernador de Puerto Rico (cargo con el que se conoce al líder político de la colonia estadounidense), Ricardo “Ricky” Rosselló. La terna fue blanco de un escándalo denominado “Chatgate” (o “Rickyleaks”), en el que el antecesor de Wanda Vásquez Garced, junto a algunos de sus asesores, quedó expuesto a raíz de la filtración de los audios de un chat privado de la red social Telegram, donde compartieron burlas, al igual que comentarios sexistas y homofóbicos, contra funcionarios públicos, músicos y víctimas del huracán María. Eso fue la gota que rebasó el vaso, ya que el peor fenómeno meteorológico que sacudió a la menor de las Antillas estuvo enmarcado en una gestión gubernamental que no pudo escapar de los casos de corrupción que se le indican.
“Puerto Rico está mejor que antes, pero las cosas todavía están cambiando”, asegura Residente en la habitación de un hotel impagable del barrio de Recoleta, donde promociona la canción que secundó al himno de la revuelta, “Afilando los cuchillos”, en la que participaron su hermana “iLe” Cabra y Bad Bunny. “Todo lo que pasó en Puerto Rico, molestia colectiva que no es reciente sino que viene de hace años, a partir de la corrupción de los gobiernos, colmó la copa, y una nueva generación, que escucha música urbana, colaboró con la bajada de este gobernador. El que se haya metido Benito (nombre de pila de Bad Bunny) fue bueno porque trajo otro tipo de público. Lo mismo que Ricky (Martin). Cuando nos juntamos los tres, esa primera manifestación fue dura y sólida. Sucedió un miércoles. Imagínate que fueron más de 100 mil personas, a pesar de que fue improvisada. Y los que no acudieron a ésa, asistieron a la del lunes, a la que vino más de un millón de personas. Fue hermoso cómo se unió el país en torno a una misma idea”.
“¿Y las banderitas de Puerto Rico en las redes sociales? Ninguno de nosotros, los supuestos bandoleros, está acusado de fraude, robo o lavado de dinero. Con todo lo que han robado estos politiqueros pintamos las paredes del Caribe entero”, explicita el MC en “Afilando los cuchillos”, tema que envalentonó a reggaetoneros como Wisin, Nicky Jam, y Daddy Yankee para pronunciarse contra Rosselló. De hecho, el de “Gasolina” dijo en los Premios Juventud 2019: “Puerto Rico está cansado de corrupción, del maltrato por décadas, del cuento chino. Sigamos manifestándonos con coraje, pero con sabiduría”. La revolución boricua no sólo fue instagrameada, sino también reggaetonera. Si bien es cierto que el histórico vendaval fue apoyado por intelectuales, deportistas y actores, los protagonistas de la “música urbana” impactaron fuerte en el pueblo. Sus letras, con llegada al proletariado, aunque catalogadas de misóginas y banales por la clase media latinoamericana, albergan temáticas que rompen con el status quo que establece el poder.
-Un ídolo pop, un icono del trap latino y un rapero lograron lo que no pudo el black power, el Mayo Francés, el rock ni ningún otro movimiento parido desde la existencia de la cultura pop: derrocar al poder. ¿Cómo lo vivís? Tomando en cuenta, además, que representás a un género ninguneado.
-Antes no reconocían al género (urbano), pero ahora está aceptado. De hecho, está dentro de la cultura pop. Tanto así que uno se cuestiona cuán urbano es. El mainstream ya lo recibió. Es como un nuevo rock, porque en algunos aspectos se parece al punk. Sobre todo en la energía. Y eso siempre lo tuve. No sólo traje cosas distintas sino que también siempre tuve la preocupación social. Creo que por eso llegamos a otros públicos.
-¿De qué manera se organizaron Ricky Martin, Bad Bunny y vos, al punto de convertirse en las caras visibles del movimiento?
-Tengo un chat con Benito y otros amigos, y cuando surgió todo esto empezamos a hablar acerca de lo que estaba pasando. Después de que apareciera el chat que colmó la copa (se refiere al “Chatgate”), le escribí a Ricky (Martin) y me dijo que se estaba despertando, porque se encontraba en Los Angeles. Una vez que vio todo eso, me contó que iba a hacer una declaración, y le avisé que yo también lo haría. Eso derivó en un chat entre los tres. La primera de las manifestaciones, en la que hablé con los trabajadores, quienes llevan una lucha desde hace tiempo, fue medio planificada, aunque no dejó de ser orgánica. Luego de que eso sucediera, entré en llamada con Daddy Yankee y otros más. Y se sumó Wisin, porque todos estamos trabajando. Debido a que no estaba de gira, porque ando haciendo mi próximo disco solista, se me hizo más fácil.
-Entonces lideraste las manifestaciones…
-No me sentí líder, pero sí fui parte de eso. Trabajé para que nos uniéramos desde el lado artístico. Llegaron otros colegas por su cuenta. Era chévere, porque nadie sabía quién se encontraba a la cabeza. Hubo mucha gente organizando. Así terminó siendo hasta mejor porque era medio caótico, pero, al mismo tiempo, organizado. Surgió bien, pasó bien.
-¿Cuándo se conocieron Bad Bunny y vos?
-Hace un par de años. Él había venido a verme a una charla de los (premios) Billboard, pero yo no sabía quién era y no pudimos hablar. Nos conocimos en diciembre y al intercambiar ideas me di cuenta de que el chamaco posee una cabeza distinta. Todo lo que tiene ahí aún no lo proyectó en su escritura. Son cosas que llevan tiempo. Me pasó a mí también. Si bien me gusta “Atrévete-te-te”, no había sacado lo que tenía dentro de mí. Siento que la gente me empezó a descubrir en el cuarto disco de Calle 13 (Entren los que quieran, de 2010). Él tiene una buena mentalidad. De hecho, no tuve que convencerlo para que fuera parte de las manifestaciones. Estaba molesto. Antes que yo lo hiciera, él ya tuiteaba sobre lo que pasaba. Y eso me gustó porque siempre me sentí solo en el género urbano, en esa faceta de condenar lo que hace nuestro gobierno. Necesitaba ayuda y él llegó.
-Pese a que ostentaba una importante agenda de actuaciones, por ser actualmente el artista puertorriqueño más popular, Bad Bunny sorprendió a todos al cancelar buena parte de esos compromisos para ser parte de ese momento histórico en el país caribeño. Se le subestimó, y ahora se le respeta y hasta se le teme por el alcance que demostró su influencia.
-Tiene un buen impacto. Es un chamaco que le está llegando a la nueva generación de público. Trato de hablar con él para que todo eso que tiene en la cabeza pueda usarlo y lo saque. A pesar de que “Afilando los cuchillos” es un tema de baile, tiene 60 barras (así se le llaman en la música urbana a los versos de las canciones), lo que no es normal en el reggeaetón, donde suele haber ocho. Yo tengo 30 barras en la primera estrofa y él 26 en la segunda. En el final, tenemos 12 juntos. Eso incluye un punchline (en la jerga hiphopera, especialmente en las batallas de freestyle, este término se usa cuando se trata de culminar una frase de tal forma que el oponente quede avergonzado por la burla que se le hizo). Esa canción la hicimos en un día.
-Una de las escenas más representativas del deseo de cambio y compromiso la encarnaste vos cuando te acercaste a dialogar con los policías que se apostaron en la entrada de La Fortaleza, residencia del gobernador de la isla. ¿Cuál fue la reacción tanto de las fuerzas de seguridad como del gobierno ante ese gesto?
-La acción fue inmediata. Cuando el gobierno vio que no era un sector, sino todos, incluso la clase alta, se preocupó más. La gente de su mismo partido salió a pedirle la renuncia a Ricky. Hasta la escuela en la que él estudio, que nunca se metió en política, le hizo un punchline. La canción dice “No nos va a meter las cabras”, que es una expresión local, “un pendejo Marista”, colegio de allá que es de gente de dinero. No está mal, pero los últimos tres gobernadores salieron de ahí. Lo digo en un tono medio burlón.
-Rubén Blades se hizo cargo de lo que cantaba, a tal instancia de que fue candidato a la presidencia de Panamá. Tras el resultado de su lucha, ¿no se te pasó por la cabeza llevar el discurso a la práctica? ¿Cómo te ves haciendo carrera en la política?
-Yo llevo el discurso a la práctica, pero no tengo que ser político para hacerlo. Creo que es hasta más peligroso porque se confunden muchas cosas y no es lo que quiero. Si bien descarto la idea, nunca se sabe lo que pasará en el futuro. Soy un tipo creativo al que le gusta escribir y hacer cine, y no creo que la política sea para mí. Prefiero ayudar por otros medios. Le metí el pecho a esto hace mucho tiempo, más que algunos políticos.
-A los lugares a los que fuiste a promocionar el tema, ¿te llevaste la sensación de que la gente entendió lo que sucedió en tu país?
-Creo que todo el mundo lo ha entendido bastante rápido, aunque no de lleno. La idea central, de que se sacó un gobierno, se entiende. Lo más importante es el mensaje de unidad. Lo que no podía pasar es que se uniera Puerto Rico y este tipo no renunciara. Eso no lo podía permitir como puertorriqueño. No era bueno para el país ni para otros. Siento que fue la primera vez que comprendimos el poder que tiene el pueblo. La última manifestación grande que tuvimos fue cuando la Marina estadounidense mató a un compatriota por equivocación. Tomó casi un año para que se fueran, pero lo hicieron. Eso fue muy importante. Cuba no pudo sacarlos de Guantánamo y nosotros sí. Y, de paso, siendo una colonia.
-¿Cuánto de todo esto tendrá tu nuevo disco solista?
-Como Residente, mi primer disco solista (Residente, 2017) fue completamente conceptual, hecho a partir de mi ADN. Algo así será el segundo, que estará basado en las frecuencias cerebrales. Todo tiene onda: la luz, lo electromagnético. Estoy haciendo la música con eso. Es bien interesante porque es accesible. Si bien “Bellacosa” fue una especie de adelanto de lo que haré, los demás temas tendrán más elementos del cerebro.
-Seguramente te lo deben haber preguntado muchas veces, pero pareciera que no quedó del todo claro: ¿sigue Calle 13?
-Calle 13 ya pasó. Ahora haré discos como Residente. La banda fue una especie de paso por la secundaria, mientras que actualmente me encuentro en la universidad. Estamos en otra etapa.
Aniversario
Aquel debut de Calle 13
El 29 de noviembre se cumplirán 15 años del lanzamiento del álbum debut epónimo de Calle 13. “Eramos un grupo que se movía entre lo urbano y lo alternativo”, explica Residente, próximo a llegar a los 42 años. “Pese a que algunos compraron el primer disco por ‘Atrévete-te-te!’, cuando oyeron los siguientes discos se dieron cuenta de que lo nuestro era otra cosa”. No obstante, el rapero reconoce que el éxito los sorprendió, tomando en cuenta aparte que su intención era poner a circular el álbum de forma gratuita, hasta que se cruzaron con el productor Elías de León, quien los firmó para su sello, White Lion. “Empezamos a trabajar sin tener muy claro en dónde terminaría esto. Aprendimos más de lo que esperábamos”. Aunque el primer video que presentaron fue el de “Se vale to-to”, dirigido por el propio René Pérez Joglar, estudiante de Bellas Artes en Puerto Rico, Estados Unidos y España, fueron los temas “Atrévete-te-te” y “Querido FBI” (dedicado al líder independentista boricua Filiberto Ojeda Ríos, asesinado en 2005), los que sedujeron al público.
"Pecador"
Ondas cerebrales
Semanas después de la publicación de “Bellacoso”, Residente reveló el siguiente single de su segundo álbum solista: “Pecador”, que presenta una narración expresiva sobre un humano que confiesa sus pecados y pensamientos. Dirigido por el propio artista, el video del tema fue filmado en una iglesia, donde la protagonista recrea y reencarna los pensamientos del icono de la música urbana. “Para este video, imaginé a esa pequeña niña dentro de todos nosotros expresándose libremente sin limitaciones y que saliera a narrar lo que estaba sintiendo personalmente cuando escribí esta canción”, desmenuzó el MC, quien manufacturó la canción junto al productor musical hondureño Trooko. “La parte interesante es que los sonidos de la canción provienen de las frecuencias cerebrales de un hombre musulmán (capturadas por científicos de la Universidad de Yale)”. Basado en frecuencias y ondas cerebrales, no sólo de humanos sino también de animales, Pérez rastreó ritmos comunicativos que eventualmente convirtió en sonidos para este nuevo proyecto.
Otro reclamo
Liderazgo social
En las últimas horas, Residente volvió a ser noticia, pero no por su música sino por su liderazgo social. El rapero y el beisbolista Yadier Molina llamaron a una manifestación el jueves en la que, entre otros asuntos, reclamaron las renuncias de la gobernadora Wanda Vázquez y del presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, y pidieron adelantar las elecciones. La convocatoria surgió luego de que el sábado pasado se encontrara en la cuidad de Ponce (ubicada a 74 kilómetro de la capital boricua) un almacén lleno de suministros no distribuidos que datarían del proceso de recuperación del huracán María. “Nos manifestamos porque tienen que entender que el pueblo tiene el poder”, reaccionó Residente en Instagram. “El gobierno corrupto que tenemos, que no supo hacer las cosas, tiene que entender que nosotros somos los que decidimos”. Entre los suministros encontrados hay estufas de gas, duchas portátiles y pañales desechables, que fueron reclamados por los damnificados de los terremotos que durante este mes golpearon al país.