*Trabajos no pagos, trabajos del alma, trabajos de horas discretas. Elena es la señora que vive a la vuelta de la Casita de la Memoria de una ciudad grande. Barre con empeño y ternura las hojas caídas en la puerta. Alguien tiene que mantener limpio en un rectángulo todo recuerdo presente del horror.

*El trabajito hormiga de los ricos y nuevos ricos en el verano es robar luz en Nordelta, tirar chanchos y corderos desde un helicóptero, matar a un pibe en patota en un boliche de Gesell y sugerirte que te pongas un gallinero si sos pobre.

* La noticia ha sacudido al mundo arjo. Macri fue designado como director de una fundación de la Fifa, destinada a proteger a los niños mediante el deporte del balompié. De una página de Carlos Toni: La pelota no se mancha y si lo hace, Macri la va a lavar. Merece estar en la Fifa un ex presidente que hizo pelota al país. El hit MMLPQTP ahora en todas las canchas. --No se puede estigmatizar un deporte por lo que hace una banda de delincuentes. --¿Te referís a los rugbies de Gesell? --No, a Macri en la Fifa. Si Macri va a la Fifa, va a designar al Chapo Guzmán como jefe de control antidoping.

*Los domingos por la mañana temprano, cuando el calor aún respira atontado de la noche anterior, suelo andar por ahí, libre en mi micromundo sin familia ni esclavitud horaria. En los micros hay gente cabeceando rumbo a trabajos incómodos: son los no rezagados del todo en la columna de la infelicidad: tienen un jornal pero deben yugar en horarios insólitos. Luego, los fieles que acuden a las misas de diferentes dioses se cruzan con las madrugadoras damas de los shoppings. Familia y propiedad. Luto, resurrección y moda. Pibas y pibes yacen en las veredas con resacas. Gimnastas corren hacia el río. Una vieja empuja un carrito saliendo de un súper y me saluda. Vuelvo a verla y no es una vieja, solo está arrasada por los años. Hizo conmigo la primaria. En una vidriera me contemplo. --¡Vos estás muy bien! y me exige en la mentira. --Vos también, retruco. Las mañanas de domingo tienen estas sorpresas existencialistas. No me decido entre tomar un café o balearme en un rincón, con un revolvito plástico, souvenir sobrante de aquellas primeras fiestas de escuela.

*Algunos de los problemas de la reproducción de pulpos en ambientes artificiales incluyen “canibalismo, confinamiento, dependencia de alimentos vivos, y muerte de hembras grávidas antes de poner la segunda generación de huevos en el laboratorio”. Lo que se dice un trabajo rentable y odioso. --Se encariñan con el cuidador y luego cuesta matarlos, esgrime el tipo sin mirar a la cámara.

*Mi padre me enseñó algunas máximas que aún ejecuto. Una es "no hay mujer fea". Es un precepto caballeroso y machista pero respeta la norma de consentir en no calificar y no descalificar. Pero anoche en una charla alguien dijo: --Imaginate una noche de sexo con la Bullrich. Y ahí sí, creo, mandé al carajo los mandamientos paternos.

* "¿Que carajos es la megaminería? Una frase que suena bien, a trabajadores empleados y ganancias repartidas, no es más que un crimen a cielo abierto. Una guerra donde se roba el agua, se enferma, se contamina todo y convierte a la vida en una mierda". El tipo alarga la idea porque sabe: ha estado en casi todos los infiernos humanos, desde las deforestaciones a explosiones bajo tierra. Ha saqueado los mares por las redes de arrastre, ha explotado canteras y ha hecho sucumbir bosques. Matado animales, expulsado pueblos, castigado niños derivándolos a los hospitales, goteado sangre de partos, ha vendido países. --Soy un sicario del Mal. Merezco morir. Pero no le damos el gusto: la jactancia y el perdón no absuelven nada. Lo dejamos solo en la mesa y ya nadie le hablará en toda la fiesta y lo dejará sucumbir en el torpe alcohol de los arrepentidos con cuentas suculentas en los bancos. Luego nos enteramos que le han robado en una esquina, quemado el auto y disuelto la cara a trompadas pero eso son detalles que traen los accidentes de la noche. Seguro ha de morir en una sala de algún hospital público. Nadie lo visita. La selva suele tomar sus represalias.

*Trabajaba en una fábrica de repuestos automotrices importante. Manejaba una máquina cruza entre la de escribir y una computadora para plesiosaurios: la tabuladora. Era insultante perforar y jaquear planillas todo el día. Me iba cansando hasta encontrar la salida: cuando se averiaba había que esperar a un técnico. Yo las descomponía a golpes para lacerarlas. Y hasta que llegara el doctor en maquinarias me rascaba. Pensé que me iban a echar, que me iban a descubrir pero no: me expulsaron para fin de año cuando me salí de la cola de los empleados que esperaba que el patrón les diera en mano, un pan dulce y una sidra. Al otro día ya me habían enviado el telegrama de despido. Uno puede romper todo pero nunca rechazar la dádiva.

*Los macristas se dedicaron con empeño a romper símbolos peronistas o de la Nación misma. Creyeron que con eso se anularía toda mancha molesta, las caras de los próceres, la imagen de Evita, las fechas patrias, las canciones, los libros. Es que con chocobares y bullrichs fueron anuladas las muertes por causas naturales.

*En el día 27 de diciembre del 2019 la notera interpela la cola de los jubilados que cobran el bono inicial de cinco mil pesos. Muchos agradecen, otros se tapan la cara avergonzados por haber sido y ser macristas, ancianos y ancianas idiotizadas por la mala prensa y el odio. ¡Que devuelvan el dinero si no les gusta la medida! Indignos ratones bajo el sol, pobre generación de tercera edad que votó en el 2015 a sus verdugos. Mi padre decía que sea impiadoso con ciertos jovatos: si un viejo es pelotudo fue seguramente un joven pelotudo. Y lo expresaba él, quien jamás largó una palabra gruesa.

*Macri fue el peor fraude de la historia, sonrisa impecable y manos de estrangulador. Vivió de nosotros como el tío chanta de alguna familia. Despertó gente monstruosa que lo vivan, aunque los esté ahorcando. Le faltó la gleba, la mita y el negocio de esclavos, aunque con ciertas medidas unificó las causas de su desastre. Con una mueca ladeada, una familia blanca y un perro al que sentó en el sillón presidencial, su trabajo fue hecho con enjundia: así es fácil, simplificar, restar, dividir, anular. Oh, magnífico domador de hamacas, milagro del horror, yo te maldigo por la señal creyente que nunca pudiste hacer con tus manos abiertas crucificado finalmente en un madero importado de China. El tapado estoy pagando y tu amor ya se acabó, dixit Aquel tapado de arminio que cantara Gardel.

*Debía irme a trabajar -de 22 a 6 de la mañana- en momentos en que los ensayos se ponían calientes. Cierta vez, fue tanta la furia por dejar de tocar que al largar el instrumento tenía la boca y el extremo de las cuerdas salpicadas con sangre. Cuando hago los números de mi jubilación y veo esos años sumados a mi próxima vejez, me alegro por mi paciente locura. Pero no perdí ni el amor por la música ni mi fe de navegante solitario.

*El trabajo no dignifica pero te hará saber de qué lado estarás del mostrador. Es para lo único que sirve en este capitalismo extremo, incordial y miserable. En fin. Los dejo: entro a la oficina ya mismo y vivo aterrado de que me echen.

Gracias

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