Tras un sinfín de prórrogas a la concesión de Metrovías, la licitación para ver quién será el nuevo concesionario privado del subte dio un vuelco cuando se bajó la francesa Keolis, la única empresa que competía con el Grupo Roggio. De esta manera, Metrovías quedó sola en la licitación para continuar con la concesión del subte por otros 12 años, con posibilidad de tres más. Desde el Gobierno porteño sostuvieron que la caída de la empresa multinacional con origen en Francia se debe al difícil contexto económico argentino y advirtieron que todavía falta completar pasos de la licitación. Desde la oposición porteña cuestionaron lo ocurrido como un nuevo giro para no cambiar nada en el estado actual del subte: "Ahora con el retiro de Keolis -la segunda empresa que se retira a esta licitación- parece quedar nuevamente el camino allanado para Metrovías para que siga gestionando de manera ineficiente", advirtió la legisladora del Frente de Todos, Claudia Neira. 


La concesión de Metrovías proviene de 1994 y está vencida desde 2013. Los sucesivos gobiernos del PRO fueron presentando en la Legislatura prórrogas a la concesión mientras avanzaban con una licitación internacional, que ya lleva siete años de demora. La última prórroga fue aprobada en 2018. En diciembre de 2019, como informó este diario , resolvieron desde el Ejecutivo continuar la prestación de Metrovías sin pasar por la Legislatura.

La competencia en la licitación

La competencia en la licitación había quedado reducida a dos empresas. La actual concesionaria Metrovías, que depende del Grupo Roggio, junto a la alemana Deutsche Bahn, y por otro lado la francesa Keolis, que competía en un consorcio junto con Transport for London y la Corporación América. La apertura de los sobres técnicos le dio una leve ventaja a estos últimos por encima de Metrovías: 16 puntos por encima. Ese puntaje implicaba el 40 por ciento de la evaluación de la licitación, mientras que el resto dependía de la apertura de los sobres de la propuesta económica. Pese a ir adelante en las evaluaciones, y de forma sorpresiva, Keolis informó que se salía de la licitación. En un comunicado, la empresa que gestiona el metro de Lyon, en Francia, cumplió solo con las formas y no dio muchas explicaciones de su salida: "Keolis agradece a sus socios Helport y Transport for London por la excelencia de sus equipos y espera poder volver a trabajar con ellos en el futuro. También valora el profesionalismo de SBASE y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a lo largo de todo el proceso".

Desde el Gobierno porteño, sostuvieron que se bajaba por la situación económica argentina. También indicaron que la licitación seguirá con sus pasos según lo previsto. "El próximo paso es el envío de la evaluación del sobre técnico del grupo Benito Roggio Transporte a la Procuración y, una vez que se expidan, el directorio de Sbase da por concluída esa etapa. Luego se llama a la apertura y evaluación del sobre económico y finalmente se dará a conocer el resultado de la licitación", indicaron. 

Con Metrovías como único oferente, el resultado parece cantado, pero en el Gobierno porteño deslizaron que si la oferta económica no es convincente, podrían dejar desierta la licitación. Esto implicaría una nueva prórroga de la concesión para Metrovías mientras se organiza una nueva licitación (para tener una idea, la actual licitación arrancó a comienzos de 2018). En tanto, fuentes de Metrovías indicaron a este diario: "Seguimos con firme convicción en el proceso, que como desde el día uno cumplimos en tiempo y forma todo lo que estipula el pliego. Tenemos la asistencia técnica de Deutsche Bahn y seguimos confiados en que somos la mejor opción".

Desde la oposición porteña, cuestionaron los resultados de una licitación que puede terminar con más de 40 años de Metrovías frente al subte: "La concesión se viene prorrogando desde 2013 y el servicio cada vez es peor. El Gobierno nunca tuvo entre sus prioridades el subte, ni para construir más kilómetros, ni para mejorar la gestión. Le entregó mediante prórrogas permanentes el manejo a Roggio mientras los porteños viajamos pésimo", remarcó Neira. "Hay que seguir muy de cerca el proceso licitatorio, porque el Gobierno porteño dice que podría dejar la licitación desierta y eso permitiría que siguiera Metrovías con otra prórroga, la séptima. De una forma o de otra la continuidad Metrovías la tiene asegurada por un tiempo", acotó. 

Por su parte, la legisladora Laura Velasco indicó que el hecho de "que Metrovias haya quedado como única oferente del servicio por un período de 12 años -prorrogable a 15- nos preocupa porque en 24 años han sido muchos los incumplimientos en inversión, eficiencia y seguridad en el servicio. Tenemos una red de subterráneos que creció poco en ampliación y frecuencia. Líneas de la zona sur donde se padece cotidianamente el viaje en hora pico, equipamiento para renovar los trenes que se compró sin adecuar a las vías o con peligrosidad de contaminación por asbesto como en la línea B".

Por su parte, la legisladora del FIT Alejandrina Barry remarcó que "queda nuevamente en esta licitación una empresa enormemente cuestionada. Roggio esta comprobado que recibía coimas, han impuesto un tarifazo que nosotros logramos frenar por un tiempo mediante una medida judicial, pero que luego la justicia falló a favor. Mientras tanto, no se invierte y el pueblo trabajador sigue viajando como ganado". "La denuncia de los trabajadores sobre la presencia de asbesto sería una causa para que no se le pueda volver a dar la concesión. Con Myriam Bregman impulsamos en la legislatura un proyecto para que el subte sea estatizado y controlado por sus trabajadores", advirtió.