A 19 años del secuestro, la violación y el asesinato de Natalia Melmann, sus familiares, amigos y vecinos marcharán el martes en la ciudad de Miramar, para seguir reclamando justicia en un caso que todavía tiene graves cuestiones pendientes. En el primer juicio oral, realizado en 2002, tres policías fueron condenados a cadena perpetua por un hecho que de haber ocurrido hoy tendría el agravante de “violencia de género” y sería femicidio. En un segundo juicio, en junio de 2018, fue absuelto un cuarto policía, Ricardo Panadero. El fallo fue dejado sin efecto por la Cámara de Casación en noviembre de 2019, pero sigue pendiente la nueva sentencia o el nuevo juicio.
“Todavía no sabemos cuál será el tribunal que tiene que intervenir luego de la anulación del fallo que absolvió a Panadero, y las instancias son: la realización de un nuevo juicio oral, llamando de nuevo a los testigos después de casi 20 años, o que el nuevo tribunal dicte una nueva sentencia luego de evaluar los videos en los que están grabados todos los testimonios y todas las pruebas, lo que sería lo más conveniente”, le explicó a Página/12 Federico Paruolo, abogado de la familia Melmann.
En la angustiosa espera de justicia por un femicidio ocurrido el 4 de febrero de 2001, la familia de la joven de 15 años, encabezada por sus padres, Laura Calampuca y Gustavo Melmann, convocó a una nueva movilización el martes para reclamar justicia. La marcha comenzará a las 9 de la noche en 21 y 28, de Miramar. La familia y los amigos reclaman que en el juicio pendiente se tenga en cuenta “la perspectiva de género”.
“Nosotros seguimos pidiendo que paguen con la cárcel todos los responsables del crimen de Naty, y el único consuelo es saber que su caso es una bandera que siguen tomando tantas chicas que pelean contra la violencia de género, y mucha gente que pelea contra la violencia institucional", declaró por su parte, ante una consulta de este diario, Gustavo Melmann, padre de la víctima.
La investigación judicial determinó que Natalia fue obligada a subir a una camioneta de la Policía Bonaerense cerca de las 7 de la mañana 4 de febrero de 2001. Luego fue llevada a una casa ubicada en el barrio Copacabana, donde fue violada y asesinada. La muerte se produjo “por asfixia, estrangulada con un lazo confeccionado con el cordón de una de sus zapatillas" y su cuerpo trasladado al vivero Florentino Ameghino, donde lo hallaron cuatro días más tarde.
En el juicio realizado entre septiembre y octubre de 2002 ante el Tribunal Oral 2 de Mar del Plata fueron condenados a prisión perpetua los policías Oscar Echenique, Ricardo Anselmini y Ricardo Suárez, como coautores de los delitos de "privación ilegítima de la libertad agravada, abuso sexual agravado y homicidio triplemente calificado por ensañamiento, alevosía y en concurso de dos o más personas".
También fue condenado a 25 años de cárcel Gustavo "el Gallo" Fernández por su participación en el secuestro aunque esa pena luego fue reducida a 10 años. Desde octubre de 2017, los tres policías condenados gozaron de salidas transitorias cada dos semanas, pero tras los reclamos de los familiares de la víctima, el Tribunal de Casación anuló el beneficio un año después.
A 19 años del caso, todavía resta que se defina de una vez la nueva sentencia contra el cuarto imputado como coautor del femicidio, el policía Ricardo Panadero.