“Porque tengo tetas grandes que sobresalen de casi todas las remeras que uso. Porque me gusta mostrarlas. Porque solía cobrar 200 dólares la hora y a veces yo acababa y mis clientes no. Porque sí, me gusta mucho coger. Porque estuve en orgías, porque me gustó. (...) Porque en la cultura de la violación las mujeres somos consideradas inherentemente violables. Porque ninguna de nosotras puede estar libre de esta palabra hasta que decidamos ser libres de adoptar esta palabra. Porque la palabra nunca va a perder su poder de lastimar mientras que les permitamos controlarla. Porque respeto el derecho de la mujer de identificarse a sí misma y espero ese mismo respeto a cambio. Porque estoy siguiendo el ejemplo de mis hermanas queer que me ayudaron a reclamar palabras como marica y machona, palabras que significaron tanto en nuestra historia de lucha y resistencia. Sí, soy una puta”. Quien escribió y leyó este texto en 2012 es Clementine Cannibal, creadora del fanzine Licking Stars Off Ceilings (Lamiendo las estrellas del cielo), skater, música y escritora canadiense quien sostuvo esta publicación durante siete años sobre sexualidad, masturbación, feminismos y violencia sexual (Clementine fue abusada por su abuelo durante su infancia y eso motivó varios de sus escritos), autodefinida como queer y riot grrrl, autora de este texto viralizado que llamó “Sí, soy una puta” y que puede ser considerado la punta de lanza de nuestras heroínas de esta nota. Con el pelo teñido de naranja, Clementine lee éste, un texto mucho más largo, que luego fue traducido y reinterpretado por muchas otras mujeres, también tomado por la Marcha de las Putas como bandera de su puesta del cuerpo en las calles, vuelto canción, poema, cuento y collage de remeras, llevado a rap electrónico, condensando mucho y muy bien el espíritu de tantas que vinieron con ella, en esa plataforma de videos que es youtube, a mostrar una época donde la selfie es la estampita (y está allí también para narrar el horror de una niña cuando es asesinada o desaparece), la puerta de casa ya no es una frontera infranqueable y los recursos necesarios para llegar a la masividad llegan a su mínima expresión. Youtubers hay miles, en todo el mundo, y muchxs ganan dinero gracias a los clicks que obtienen, pero como Clementine (quien también tenía videos titulados “La violencia sexual no es sexy” o “Resignificando masculinidades”) está esa pequeña tribu dentro de la tribu que se muestra herederas de las riottt, que no pide permiso ni se contenta con el lugar de groupie, las que quieren gritar a los cuatro vientos que son lesbianas y no les preocupa si les dicen minitas o si parece contradictorio amar la manicura sin ser heterosexual.
Clementine desapareció de la web pero eso que hacía, leyendo sus textos fanzineros a cámara en un entorno íntimo, ayuda a narrar a éstas, nuestras chicas youtuberas sub25, que también hablan de feminismos, resistencia y sexualidad con aros en la lengua pero sin trabarse, se declaran fans de las tetas y cuentan la interacción con lxs adultos poniéndoles una peluca despeinada que siempre los (nos) ridiculiza, dejando de cabeza los estigmas típicos y volviéndolos risa, o apropiándose de ellos, como la “puta” de Clementine, para pulverizar todo rastro de prejuicio sobre ellos pero también como denuncia y postura política. Tampoco reniegan del maquillaje, la moda y el estilo y aunque haya youtubers mainstream también están lxs que simplemente se expresan sin complacer a nadie y haciendo mezclas exquisitas como un instructivo para disfrazarse en Halloween (sí, la fiesta de las calabazas y los dulces ya está instalada entre los jóvenes) con un video de anorexia o autolesiones. También se habla de menstruación, embarazo adolescente y acoso callejero, un menú impensado para la televisión abierta que crió apenas a un par de generaciones anteriores.
Lesbianizate
Los celulares son el brazo armado de esta tribu que en nuestro país tiene varios exponentes y todxs ellxs veneran el aparato que conocen desde que tienen uso de razón.
Belén Giménez tiene 19 años, 122 mil suscriptores en su canal y uno de sus últimos videos tematiza ese fanatismo, mostrando un chat en tiempo real en donde Belén le dice a una amiga que está enamorada de ella. Todo el video Belén muestra las respuestas de la amiga y las comenta, y casi casi le roba un futuro beso antes de decirle que la está usando de protagonista involuntaria de un acting, jugando un poco con aquello de “no por ser lesbiana gusto de todas mis amigas”. En “Soy hombre o mujer”, otro de sus videos, Belén dice que en el 90 por ciento de los comentarios le preguntan “¿Sos pibe, sos mina, sos trava, qué sos?” y tras parodiar los programas de misterios paranormales hurgando en sus pertenencias (“oh, un corpiño! Será mujer entonces?”) dice “ya sé que parezco pibe pero soy mujer, mujer, mujer, mujer, mujerrrrrrr, solo que a veces la “ropa de mujer” no me gusta y uso de hombre. No, no quiero ser un hombre, podría sacarme las tetas, podría cambiarme el nombre, pero soy mina. Si te da asco, no me mires. Para los que me dicen “fenómeno”, “freak”, “extraterrestre”, un consejo: jugar y no juzgar. Imaginate el día de mañana te toca tener como jefe a alguien como yo, ahhhhhh te pegás un tiro”. En “La vida de una lesbiana” narra todos los lugares comunes en un ida y vuelta con diferentes interlocutores: madres, amigas, seres que van por el mundo con la corrección política en la mochila y dicen cosas como “está perfecto que te expreses, me parece muy bien lo que hacés, lo que decís” o lxs que preguntan “¿sos lesbiana? Ahh entonces, querés, acaso, ¿TENER UN PITO?”. Belén estuvo en Proyecto XXX, la fiesta de Moreno que terminó con dos heridos y un joven muerto, que fue agitada en las redes sociales y convocó a llevar armas para ver qué barrio tenía mas aguante. Su relato sobre lo ocurrido esa noche tuvo más del doble de visitas que lo habitual en su canal y sirvió para aclarar un poco el panorama de lo que pasó esa noche (la policía también disparó) pero también avivó la llama del comentarista anónimo que se descarga con odio contra una chica solo porque lleva una gorra y no es femenina (ni quiere serlo). “Lesbiana, ridícula y payasa” le dijeron y no tardó en contestar punto por punto los insultos, sin aflojar nunca la sonrisa y con espíritu de hierro. “Te mando besitos para que te dé mucho asquito” cerró. Contactada por Las12 dice que las pibas le escriben para pedirle consejos sobre cómo hablar con la familia de su sexualidad o lidiar con un entorno que a veces puede ser hostil y adhiere al grito de Ni una menos pero no le gusta ver que hay quienes se suman a la causa un día y después siguen maltratando o siendo cómplices de un sistema que cosifica a las mujeres, travas y trans. “La lucha es todos los días” escribe. Muy cerca de ella, en estética y espíritu, está Mica Selser, que con Tres Adolescentes Ordinarios también hace los clásicos del youtuber junto a su amigo Gabi Sosa y un tercero que va cambiando: challenges (desafíos), cosas que no suelen pasar, test o preguntas y respuestas para conocerlxs. “Somos homosexuales” es uno de sus videos, donde Mica aborda otro aspecto de la vida youtuber que son las presentaciones en vivo, las más conocidas y multitudinarias en el Planetario, una instancia posterior a que se hagan conocidxs y que los enfrenta con la dimensión de un público que no sabían que tenían y que se expresa con todo el cuerpo. “Pasan muchas cosas ahí, algunas se largan a llorar, otras me gritan y me dan apoyo, el ambiente que se genera es muy lindo, es ahí cuando te das cuenta que lo que comunicás de alguna manera llega a la gente. Alguna que otra vez crucé palabras con gente que no es seguidora mía y también con padres de algún que otro seguidor o seguidora pero trato de no hablar de eso, los pocos incidentes se resumen a una falta de tolerancia, a muchos les cuesta que su hijo o hija sigan a una lesbiana y yo encima tengo una personalidad bastante picante” dice. Y para muestra, bastan algunos de sus tuits: “La profesora me rajó, pero creanme que en unos meses voy a estar arriba de un escenario y le voy a cerrar bien el orto” o “estoy tan de buen humor que saldría a caminar en boxer por la calle mientras me fumo un pucho y paseo al perro”.
LXs niñxs son el mercado
“Bienvenidos a Toys on the go. Si te gusta el video no olvides en hacer click en Me gusta y compártelo con tus amigos. Un abracito súper especial para todos mis seguidores” dice la voz femenina que pronto repetirá hasta el hartazgo palabras como “chulo” y “peque” para abrir juguetes y huevos de chocolate con sorpresa, una especie de deconstrucción de la diversión infantil que a lxs niñxs hipnotiza y contagia ganas de jugar pero sin jugar sino viendo cómo se juega. Tiene 2 millones seiscientos mil suscriptores y más de dos millones de visualizaciones diarias, sólo usa un par de manos para hacer las demostraciones, que incluyen “instructivos” para usar los juguetes y poner en acción a personajes como Mickey, Peppa Pig y Bob Esponja que le proveen las jugueterías. Lxs niñxs Toys on the go en algunos casos arrancan de bebés a ver y escuchar estos mantras de entretenimiento y son los próximos usuarios de estas plataformas que piden videos caseros, íntimos, donde el fondo puede ser un enchufe o un repasador, el sonido puede dejar pasar una bocina de la calle y la luz delata los errores. Los comentarios sobre impresos en texto son una herramienta clave para el youtuber, con el emoticon como aliado principal. Para Mariana Vera, Directora de la División Infantil y Juvenil de Penguin Random House este es un segmento bastante nuevo para el mercado editorial, que está llevando a papel historias, anecdotarios y hasta novelas de los youtubers. El caso más paradigmático es el del chileno Germán, que el año pasado vino a la Feria del Libro a presentar su libro Chupaelperro y generó delirio entre lxs fans. “Es muy misterioso por qué se vuelven virales algunos videos y luego sus canales. Los niños de hoy empiezan a decir cosas como “mami, vamos a hacer un video” porque están acostumbrados a que ese registro marque un poco su cotidianeidad así como ellos ven en los celulares de sus padres que hay videos de perritos con bebés, de comida o de juguetes. El mercado editorial detectó eso y le fue bien. El libro de Germán vendió 80 mil ejemplares solo en Argentina” dice y explica que los libros no son los contenidos de youtube pasados a papel sino otro tipo de textos. Algunos gamers (especialistas en narrar juegos en internet) escriben novelas en ese registro de suspenso y aventura o dan consejos generando un nuevo género: una especie de autoayuda juvenil. Por lo visto, el mix de disciplinas no les genera ningún prurito ni pone en duda la fortaleza de sus identidades. Hay una youtuber muy famosa en Inglaterra llamada Zoe Sugg, sus libros Girl online 1 y 2 son novelas juveniles y ella en su canal habla de maquillaje. El youtuber argentino Mariano Bondar sale en diciembre con Uno igual que al resto, un libro con reflexiones sobre la amistad, la soledad y la muerte, entre otros tópicos, mientras su canal es más bien humorístico y Magdalena Trimarchi, ganadora de uno de los premios Wattys 2015, viene de otra plataforma llamada Wattpad y tendrá su primera novela publicada en papel, Más allá de la realidad. “Si las editoriales antes buscábamos autores y autoras nuevas en la gráfica o en la televisión ahora lo hacemos en las redes y sin duda el resultado excede lo que pasa tradicionalmente en el mundo editorial. Cuentan experiencias propias, siempre son autoreferenciales, y no piensan en la literatura sino en los fans y que se conozca otra faceta de ellos. Es un fenómeno súper interesante y los pibes de 10 años están siguiéndolo, son un poco más chicos que el o la youtuber que siguen. Con Germán había hasta chicos de 8 años esperándolo”
Daiana Hernández es la youtuber argentina con más seguidores (cerca de un millón y medio) y publicó La comedia de mi vida (Planeta) el año pasado. Dice que ya no le interesa publicitarlo porque se siente en otro momento de su carrera y si bien es la más cercana a una imagen comercial, también se declara lesbiana y el video donde lo cuenta con sus padres al lado tiene casi dos millones de vistas. Daiana entrevistó a Michelle Obama en marzo (fue la única argentina que lo hizo) y es convocada por Youtube en cada evento internacional sobre la plataforma que hace, viajando por el mundo, esponsoreando marcas y siendo considerada una influencer para chicos y chicas adolescentes. Sus videos tematizan la primera vez, da consejos para enamorar a una mujer y cuenta sus días indispuesta con el modelo narrativo de “expectativa versus realidad” y ridiculiza a los varones cuando apuran a las mujeres, les dicen “piropos” o se las quieren levantar en un boliche. Con un lenguaje un poco más “cuidado” que Belén y Mica Selser, Daiana pone a su mamá y su papá (un matrimonio tradicional) a actuar en sus videos y los enfrenta a “videoreacciones”, una de ellas frente a un remix del texto de Clementine que citamos arriba, donde el padre dice que se calienta y la madre pierde la mandíbula frente a lo que está viendo y escuchando. “La intimidad siempre es lo que más gusta pero trato de hacer de todo: skecths de comedia, challenges, videos de mis viajes. Las estadísticas de youtube dicen que mi público tiene entre 18 y 24 años pero yo en las presentaciones en vivo veo chicos mucho más chicos. Me gusta ayudarlos, dar un mensaje y a futuro hacer crecer mi empresa. Ahora me asocié con una amiga y quiero tener un equipo de guionistas, estoy haciendo una serie piloto para Turner y si sale, el año que viene va a ser muy intenso” cuenta. Un poco más abajo de Daiana en las estadísticas está Mica Suárez, con casi un millón de suscriptores y frases como “me sangra la concha, me chorrea el bife, tengo que ir al baño” en su video sobre la menstruación. Mica tiene un par de videos con otro dúo estrella llamado Bajo ningún término, un chico y una chica (Pablo y Bárbara) que personifican al Dr Roberto Conchudo (el típico médico sádico que todas las mujeres conocemos), hablan de homofobia, de cómo reconocerla y responder a ella y juran que el resto de los youtubers lxs odia. En el video del trío llamado Terapia homosexual, Pablo es un chico gay y Mica una lesbiana que van a terapia con una psicóloga encarnada por Bárbara porque están juntos hace un año y no tienen relaciones sexuales. Cuando la psicóloga empieza a indagar en sus vidas, Mica escupe y putea frente a la pantalla mirando fútbol mientras Pablo se hace las manos y baila las canciones de Glee: “te sabés todas, me tenés la concha inflada” le grita ella en medio de la terapia, que no tiene cierre ni moraleja aunque sí la psicóloga se tira encima de Mica que, obviamente, es lesbiana y no lo asume. Pero el video más espectacular de Mica es uno donde cuenta el encuentro con la actriz Emma Watson, un largo monólogo en primera persona donde Mica se emociona sinceramente, se ríe, putea a la policía que le mintió sobre el recorrido de su ídola por las calles de San Telmo, es interrumpida por su sobrino, por los ruidos de la calle y secundada por un póster de Justin Bieber (una figura que brota constantemente en los relatos) termina pidiendo por favor a sus seguidores que hagan lo que les dicta el corazón. “Yo iba a seguir Traductorado y después Turismo pero después de todos esos días siguiendo a Emma, hablando con su seguridad, viendo la trastienda de la producción de una película, me di cuenta que quiero seguir producción de cine”. Y se seca las lágrimas mientras vuelve a sonreír, a jurar que no lo puede creer y a agradecer a todos los que le dieron pistas del itinerario de Emma, a quien le dio la mano y con quien habló durante veinte minutos.
Dale dale con el look
Carolina Gatica, alias Kamikaze Capilar, empezó mostrando sus creaciones como maquilladora amateur, recetas extrañas, parodias y siguió con ficciones pequeñas con su novio, que también es youtuber. Tiene un video sobre autolesiones contando su experiencia personal, y explicando que lastimarse no te convierte en suicida.”La respuesta fue súper positiva. Muchas personas, tanto chicos como adultos, contaron sus propias vivencias y cómo lograron superarlo. Otros tantos dijeron que aún lo viven, pero que mi historia les sirve como motivación para dejarlo atrás. Y muchas otras personas ajenas al tema que lograron comprender que no es algo que se hace “por moda”, como se suele creer”. Carolina dice que su canal le sirve de catarsis, como lo muestra el video “Mi ex es un pelotudo” donde se despacha contra un tipo con el que salió en 2008 y que se ponía violento cuando tomaba, le daba unos argumentos ridículos para sus cambios de personalidad y llegó a decirle que cortaba la relación porque tenía una enfermedad terminal y tenía que irse a vivir a Río Negro. Tras un cruce breve en las redes sociales donde el señorito se dio el lujo de decir que Kamikaze le daba vergüenza, la youtuber se despachó relatando estos y más detalles que lo pintan a este y a cuántos varones más, quienes con la excusa del alter ego agraden, se borran o piden aire a la relación “porque mi otro yo necesita besarse con otras chicas, y para que sea igualitario te podés besar vos también”. Kamikaze se despacha tranquilísima contra el pelotudo, porque el tiempo no corre a lxs youtubers, nadie les pide que redondeen y el hecho de no seguir un guión y narrar sus propias experiencias les suma frescura a cada relato. KC también habla de la supervivencia de los estereotipos que afectan tanto a las chicas: “Muchas se están dando cuenta de que no es necesario encajar en los estándares de nadie. Lo importante es sentirse bien con una misma, aprender a aceptarse y quererse. Cosas que tal vez parecen insignificantes como el acoso callejero, realmente son conductas horribles que deberían desaparecer. Ni hablar de la violencia y todas las consecuencias que genera. No me resulta del todo agradable el tema de los destrozos, por ejemplo, pero lamentablemente a veces es necesario para llamar la atención sobre esos asuntos, para generar debate y lograr que se hable sobre esto, y con suerte llegar algún día a una solución”.