Esta mañana, en Río Negro, comenzó la 5º Marcha por la Soberanía del Lago Escondido, impulsada por la Fundación Interactiva para Promover la Cultura del Agua (FIPCA), que reclama la apertura de los caminos que conectan la Ruta Nacional Nº40 con el lago. El territorio es propiedad del magnate inglés Joe Lewis desde 1996, tras una compra investigada por la justicia.
La movilización durará siete días. Los manifestantes planean llegar a la isla que se encuentra en medio del lago para “izar la bandera argentina y bautizarla como 'Isla de los Patriotas'”, explicó a Página|12 Julio Urien, presidente de FIPCA. El reclamo, señaló también Urien, trasciende al Lago Escondido ya que “si no se los detiene, los Lewis van a terminar manejando toda la provincia”.
La orden judicial que Lewis nunca cumplió
La primera marcha por la Soberanía del Lago Escondido se realizó a principios de 2017, ocho años después de que el Superior Tribunal de Justicia de Río Negro ordenara a la empresa Hidden Lake S.A., propiedad del empresario británico Joe Lewis, liberar el camino de “Tacuifí”, uno de los tres accesos privados que conectan la Ruta 40 con el Lago Escondido.
Hasta el momento, luego de maniobras dilatorias de la empresa en la justicia, Lewis nunca liberó el camino.
“La respuesta de Lewis siempre fue recusar a los jueces; en 2018, por ejemplo, por pedido de sus abogados se apartó a la jueza Erika Fontela después de que ordenara medidas para avanzar con la apertura”, aseguró Urien en declaraciones a Página|12. El presidente de FIPCA aseguró que "esta familia, Lewis, es parte del poder real, tienen inversiones en Edenor y son socios de Marcelo Mindlin en Pampa Energía, si no los detenemos van a terminar manejando la provincia".
Además, Urien recordó que la propiedad del magnate suele ser usada en reuniones de relevancia internacional: “Vienen personalidades del mundo a definir políticas globales. En 2016 hospedó a su amigo Macri junto a Obama. Manejan las tierras como propiedad privada, pero lo cierto es que ya se ordenó que el acceso tiene que ser público”.
Desde la montaña hasta el lago
En 2017 se realizaron dos marchas por la Soberanía. A partir de 2018, ante el continuo desacato de Lewis y la pasividad del poder político, la movilización se transformó en costumbre: cada febrero la FIPCA organiza su marcha. “En el fondo todo depende de que haya decisión política para enfrentar a Lewis, algo que hasta el momento no existió, pero nuestras acciones influyen y todos los años logramos poner la cuestión sobre la mesa para generar debate”.
La metodología de la movilización también se repite cada año. El grupo se divide en dos columnas y una de ellas ingresa a pie por el “Cajón Azul”, único acceso habilitado por Lewis hasta el momento, imposible de transitar en auto. “Es un camino de montaña de 34 kilómetros que en su último trayecto está destruido”, detalló Urien. “Esa columna va a llegar el jueves al lago, donde acamparán dos días e intentarán llegar a la isla que se encuentra en medio del agua”. La columna, que con 60 personas triplica el número del año pasado, lleva consigo varios kayaks para navegar.
En la marcha de 2019 esta columna fue interceptada al llegar al lago por empleados de seguridad de Lewis, que según la FIPCA funcionan como una fuerza "parapolicial". "Tiraron a dos compañeros al agua mientras navegaban y los sacaron antes de llegar a la hipotermia para que no se murieran; después dijeron que se cayeron solos y que ellos los habían salvado", señaló Urien. Este año, la organización extremará medidas para evitar ese tipo de situaciones. "Llevamos bomberos, rescatistas y vamos con cámaras para filmar todo lo que pasa", aseguró Urien.
La segunda columna, de más de cien manifestantes, partirá el viernes en vehículos 4x4 por el camino en disputa de "Tacuifí". "En la mitad del recorrido la ruta está bloqueada por un muro; el año pasado lo saltamos y caminamos, pero este año le pusieron alambres de púas, lo dejaron como una trinchera de la primera guerra mundial", señaló el presidente de FIPCA. En caso de lograr atravesar el muro, las dos columnas se encontrarán en el Escondido para intentar llegar hasta la isla e izar la bandera argentina. "Queremos bautizarla como 'Isla de los Patriotas'", concluyó Urien.
Compras de territorios que no debían venderse
La compra de las 11000 hectáreas que componen el territorio de Lewis fue realizada en 1996 y es investigada por la justicia desde 2012. Además de ir en contra de la Constitución provincial, que en el artículo 73 establece el libre acceso "a riberas, costas de ríos, mares y espejos de agua", la operación también implicó a territorios ubicados en el "área de seguridad de frontera con Chile". Se trata de una zona protegida por la Ley de Defensa Nacional 23.554, que imposibilita la venta de esa tierra a manos extranjeras.
Por esto último, hace cinco años la adquisición comenzó a ser investigada por la Procuraduría de Investigaciones Administrativas. En la causa consta que Hidden Lake adquirió las tierras a través de accionistas nacionales que luego las cedieron a sus actuales dueños. Sin embargo, el caso podría cerrarse.
En diciembre de 2019, 6 de los imputados, entre ellos Charles Lewis, hijo de Joe, fueron sobreseídos por la sala Nº1 del Tribunal de Apelaciones intermedio por extinción de la acción penal. Ante esto, el fiscal general José Luis Agüero Iturbe interpuso un recurso de casación para anular el sobreseimiento, algo que está pendiente de la decisión de la Cámara Federal de Casación Penal.
Informe: Santiago Brunetto