El dirigente radical y ex diputado nacional Ricardo Alfonsín fue designado por Alberto Fernández como embajador argentino en España. Según confirmaron desde Cancillería a PáginaI12, la decisión terminó de tomarse la noche del lunes mediante un diálogo telefónico entre el Presidente y Alfonsín, quien en un principio había rechazado la oferta para ocupar el cargo. La mañana del martes la noticia fue confirmada cuando el mandatario argentino le informó la decisión primero a su par español, Pedro Sánchez, y luego al rey de España, Felipe VI, durante las reuniones que mantuvo en la ciudad de Madrid en el marco de su gira por Europa.
Fuentes de Cancillería informaron que este fin de semana enviarán el pedido de plácet, que luego lo tiene que aceptar España -lo cual estiman que se llevará a cabo sin inconvenientes- y por último debe obtenerse el apoyo del Senado. En ese sentido, la designación podría quedar resuelta a mediados de febrero. Alfonsín reemplazará a Ramón Puerta, que fue embajador en España durante el gobierno de Mauricio Macri.
“Esta designación forma parte de nuestra estrategia política de apertura, de superar la grieta y de mostrar un gobierno con amplitud acorde con lo que es la situación delicada del país, tanto económica como política”, dijeron desde la Cancillería y agregaron que la decisión de poner al mando de la embajada española a Alfonsín tiene que ver “con lo que Alberto le prometió al Papa acerca de tratar de superar la grieta”. También informaron que la relevancia de la designación "por lo que representa el apellido Alfonsín y por ser un dirigente importante del radicalismo bonaerense". Pero además, desde la cartera que conduce Felipe Solá remarcaron la importancia del vínculo del dirigente radical con España: “El radicalismo tiene afinidades ideológicas e históricas con el PSOE y además hay una historia particular porque Sánchez fue recibido por Raúl Alfonsín cuando estaba haciendo su adiestramiento militar e hizo un viaje a Argentina”. Aseguraron también que la prioridad del Gobierno era que el cargo lo ocupe un dirigente político ya que la relación con España es fundamental para el país y que, en ese sentido, “era necesario alguien que no solo tuviera la sapiencia y habilidades de un diplomático, sino también un plus a partir del cuál poder leer algunas cuestiones que exceden a lo formal”.
Si bien existían distintas especulaciones con respecto a posibles candidatos para ocupar el puesto --se mencionó a Emilio Monzó, Eduardo Duhalde, Hugo Sigman o Carlos Bettini--, desde Cancillería informaron que sólo se trató de rumores. En cuanto a los desafíos de Alfonsín como embajador, en Cancillería evaluaron que “España nos puede abrir las puertas de intercambio comercial no solo en su país sino dentro de la Unión Europea”. Y también remarcaron la necesidad de seguir cómo evoluciona el conflicto que tiene España con el Reino Unido por Gibraltar. “A partir de la salida del Reino Unido de la UE tenemos la expectativa de que los demás países puedan acompañar la posición argentina con respecto a las Islas Malvinas”.
La conducción de la UCR tomó distancia del acercamiento de Alfonsín al Gobierno. El presidente del Comité Nacional, Alfredo Cornejo, dijo que "el cargo de Ricardo Alfonsín como embajador en España es una decisión personal y nada tiene que ver el radicalismo en ello". Otros correligionarios se mostraron más enojados: "Ricardo Alfonsín, el tiempo termina justificando todas tus posiciones políticas. De confirmarse, como presidente de la Juventud Radical de Buenos Aires voy a pedir formalmente tu expulsión de la UCR. Basta de tergiversar con un apellido las posiciones de la UCR", disparó Martín Borrazas, presidente de la juventud radical bonaerense.