La Casa Rosada pretende amortiguar el impacto del aumento en la tarifa de gas. Con la mira puesta en las elecciones legislativas, el incremento previsto para abril será distribuido en tres partes. La misma lógica fue utilizada en el caso de la electricidad, donde las subas fueron partidas en dos. Hasta ahora solo se conoce el aumento para el valor del gas natural en el punto de ingreso al sistema de transporte (PIST). El sendero en dólares para los aumentos semestrales, abril y octubre, quedó establecido el año pasado. En las audiencias que tendrán lugar mañana, el Ministerio de Energía informará el tipo de cambio al que se convertirán esos importes. Pero los elementos más relevantes a la hora de evaluar el impacto sobre los hogares y empresas es la magnitud de los aumentos para los otros dos componentes de la tarifa: distribución y transporte. Las compañías presentaron sus propuestas en diciembre y la cartera que encabeza Juan José Aranguren informará a fin de mes el nuevo cuadro tarifario. Una posibilidad es que los incrementos por esos ítems sean distribuidos en tres partes: las primeras dos subas serán en abril y octubre, y la siguiente llegará en abril de 2018.

“Las empresas pidieron un aumento en el marco de las inversiones que habían proyectado. Les vamos a dar un incremento pero que siga el criterio de gradualidad que nos pidió la Corte Suprema de Justicia”, aseguró ayer Aranguren en conversación con Infobae y Clarín al finalizar su exposición en un panel del foro Argentina Summit 2017. El año pasado, en medio de la prolongada disputa judicial, el máximo tribunal le indicó al Gobierno que no puede obviar un criterio de “razonabilidad” al elevar tarifas. Las empresas sugirieron en las audiencias de diciembre implementar incrementos entre 100 y 180 por ciento para los usuarios de consumo medio y mínimo, respectivamente. La pelota está ahora del lado de Energía que a fin de mes, cuando publique el nuevo cuadro tarifario, informará qué porción del monto solicitado les reconoce a las distribuidoras y transportadoras de gas.  

Si se aplica el aumento del PIST junto con las subas pretendidas por firmas como Metrogas y Gas Natural Ban, el impacto en las facturas sería muy significativo y atentaría contra la pretendida “gradualidad”. Con el objetivo de contener el malestar social en un año electoral que generaría la implementación inmediata del nuevo cuadro tarifario, el incremento para esos componentes será distribuido en tres partes: abril, octubre y abril del año próximo. Las empresas recibirán del Estado la totalidad del aumento habilitado por Aranguren, pero los usuarios pagarán este año una porción de la suba y el monto completo a partir de 2018. La diferencia entre el aumento validado y lo que efectivamente pague cada usuario será abonada por los hogares y empresas consumidoras el año próximo en cuotas. 

El aumento de las boletas para los usuarios residenciales que menos consumen fue del 230 por ciento el año pasado, según estimó la Fundación Generación del Sur que integran un grupo de especialistas en el área energética. La distribución de los aumentos a lo largo del tiempo no solo apunta a contener el humor social en un año electoral sino que pretende contribuir a morigerar las subas de precios. Como sucedió con el alza en la electricidad, los aumentos impactarán sobre la inflación minorista en forma directa a raíz del alza de las tarifas pero también a través de los precios de los bienes y servicios cuya ecuación de costos incluye el gas. La audiencia de mañana será en el Teatro de la Ribera. La inscripción para participar del evento ya fue cerrada.