El ministro de Relaciones Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, atacó con dureza a Alemania, en un discurso desde la residencia del cónsul de Turquía en Hamburgo, luego de que las autoridades de esa y otras ciudades alemanas prohibieran una serie de actos electorales por motivos de seguridad.
“Dejen de darnos lecciones de derechos humanos y democracia, sólo nos arrodillamos ante Dios, ante nadie más”, manifestó Cavusoglu ante decenas de turcos que asistieron al consulado a alentarlo. La tensión se elevó en las últimas semanas entre Ankara y Berlín, luego de que el gobierno de Merkel prohibiera a varios ministros turcos celebrar actos proselitistas en Alemania, donde vive la mayor comunidad turca.
Ankara, que está haciendo campaña por el Sí a una reforma constitucional para avanzar hacia un sistema presidencialista, acusó al gobierno germano de realizar “prácticas nazis” al prohibir los actos electorales, aunque Berlín asegura que la prohibición es por motivos de seguridad.
“Eso no es amistad”, advirtió desde el balcón Cavusoglu, luego de denunciar que la policía presionó a un ciudadano que le ofreció sus salas para realizar el acto, después de que las autoridades le denegaran el permiso para celebrar un mitin en varios salones y en un hotel. “No podemos aceptar que Alemania interfiera en el referéndum”, avisó el ministro, para quien existe una campaña sistemática contra su país en Europa, donde crece el racismo y fuerzas políticas xenófobas se acercan el poder en países como Holanda o Francia.
Además, criticó que mientras Turquía “combate el terrorismo, Europa recibe y homenajea a seguidores de la red del predicador islamista Fethullah Gülen, señalado por Ankara como el cerebro detrás del fallido golpe de Estado de julio pasado.