Todo el arco del peronismo político coincidió en destacar lo multitudinario y amplio de la marcha en protesta frente a las medidas económicas del gobierno de Mauricio Macri que se llevó a cabo el martes antes de los incidentes y reclamos a la cúpula sindical con los que concluyó esa manifestación. Aunque también hubo un acuerdo extendido entre los dirigentes de distintas ramas del peronismo que lo que sucedió cerca del escenario en el que hablaron los tres conductores de la CGT fue una señal fuerte que debe ser leída e interpretada por el triunvirato. Desde el diputado Máximo Kirchner hasta el gobernador pampeano Carlos Verna, pasando por el titular del PJ nacional, José Luis Gioja, plantearon una lectura similar de la manifestación, signada por un importante reclamo al oficialismo y, en menor medida, a las cúpulas sindicales. Por otra parte, Juan José Mussi, presidente del Consejo Justicialista de Berazategui, salió al cruce de las acusaciones del jefe cegetista Héctor Daer, quien había señalado a un grupo de militantes de ese municipio como responsables de los disturbios.
“Nos echan la culpa para ocultar sus errores”, le dijo Mussi a PáginaI12. Poco después del precipitado final del acto, Daer había dicho que los incidentes fueron provocados por La Cámpora de Berazategui, lo que fue desmentido “categóricamente” por el veterano referente peronista. “Ellos aducen que había una bandera detrás del palco, pero estaba a 70 metros de allí y los compañeros se fueron ni bien comenzaron los disturbios”, agregó.
“No hay ninguna imagen que demuestre lo que dice Daer. Esa columna era del PJ de Berazategui, los chicos de La Cámpora marcharon con su organización y estaban a más de ocho cuadras. Reparte culpas para ocultar errores propios. Hablé hace un rato con un compañero de la CGT y le pedí que por favor pusiera en manifiesto que nosotros no hemos hecho estas cosas, no es nuestro estilo”, dijo Mussi. Para el ex intendente, de todas formas, “lo que vale es que la manifestación fue buenísima” porque “la gente está cansada de un gobierno que la tiene angustiada todos los días”.
El diputado Máximo Kirchner opinó a su vez que los dirigentes de la CGT “no tienen que enojarse por la interpelación” de las bases sino “asumirla y representarla”, pero destacó de la manifestación el “descontento del pueblo trabajador que siente que, ante cada punto de inflexión, el Gobierno está cerca de los sectores concentrados” de la economía. “No solo fueron a la marcha los sindicalizados: hubo mucha gente suelta para expresar su descontento con las políticas de trabajo, con la suba de tarifas, por los peajes, por la suba de alimentos”, agregó.
En tanto, José Luis Gioja señaló que “el pueblo argentino le dijo un no rotundo a la política socioeconómica del gobierno nacional” y advirtió que si el Ejecutivo “pretende que lo que pasó al final sea el eje central, se va a equivocar de cabo a rabo”. Para el presidente del PJ, “hay en marcha un plan de lucha implacable en el que el actor es el pueblo argentino” porque “la mayoría de la gente está cansada de estas políticas que tienen como consecuencia el cierre de puestos de trabajo” en todo el país. “El pueblo argentino no quiere que lo pasen más por arriba. El gobierno de los ricos ya se acabó”, concluyó.
El gobernador de La Pampa, Carlos Verna, de posición marcadamente antikirchnerista, coincidió esta vez con el diagnóstico y fue aun más duro con la conducción de la CGT, a la que calificó como “bastante amateur”. Para Verna, el triunvirato “no está a la altura de encabezar la movilización popular” que tuvo como “reclamo mayoritario de la gente” el pedido de “una fecha concreta para el paro”. En tanto, la diputada Juliana Di Tullio consideró que el liderazgo sindical “no pudo hacerse eco del reclamo de medio millón de trabajadores en la calle quedando presos de su propio acto”.
Hubo también un documento conjunto de Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa y la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular, las tres organizaciones sociales más importantes que participaron de la marcha. “El triunvirato que conduce la CGT tiene la responsabilidad histórica de ponerse a la cabeza de ese reclamo y garantizar la unidad del movimiento de todos los trabajadores desde sus bases para terminar con el ajuste, la flexibilización, los despidos y el incumplimiento de la ley de emergencia social”, señaló el texto.